"¿Por qué no puedo liderar mi idea en forma de empresa?"

La biotecnológica Argon Pharma protagoniza el inicio del acuerdo entre DM y Asebio en torno a la figura del médico de hospital emprendedor. Simo Schwartz, uno de los fundadores de la empresa, explica la dificultad de compatibilizar lo clínico y lo empresarial y pide una Ley de Ciencia más valiente.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 28/04/2014 00:00

Ramón Mangues y Simo Schwartz, en las inmediaciones del viejo Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, centro que vio nacer a Argon Pharma en 2008. (Jaume Cosialls)

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Una compañía biotecnológica, Argon Pharma; tres clínicos, Simo Schwartz, Ramón Mangues y Fernando Albericio, y un hospital, el de la Santa Cruz y San Pablo, en Barcelona, son los principales protagonistas de la primera de las cinco entregas de Hospital Emprendedor, proyecto realizado por DM en colaboración con la Asociación Española de Bioempresas (Asebio). En los próximos meses, la publicación de varios casos de éxito dará cuenta de las posibilidades que tiene un hospital para situarse como punto de partida en el impulso de una empresa biotecnológica.

Pasa, pero no mucho
Schwartz, que trabaja en el Centro de Investigación de Bioquímica y Biología Molecular para la Nanomedicina del Hospital Valle de Hebrón, en Barcelona, ha explicado a DM su historia de emprendimiento biotecnológico, un caso que, afortunadamente, no es único, pero que, lamentablemente, tampoco es común.

Según ha apuntado Schwartz, su centro también colabora en la actividad de la empresa, en forma de socio colaborador que, entre otras cosas, se implicará en la realización de ensayos clínicos.

Argón se fundó en 2008, consolidando la transferencia tecnológica de la aplicabilidad clínica de una familia de antitumorales con capacidad de adhesión celular, inhibición del crecimiento y la metástasis, y escasa toxicidad.

La compañía cristalizó tras más de diez años de trabajo con esta familia de moléculas. Nació gracias a la Unidad de Transferencia Tecnológica de la Unidad de Innovación del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, con la colaboración de la Universidad de Barcelona y el Parque Científico de la ciudad.

Mejor, pero no bastante
Tras patentar los inhibidores, y con buenos resultados preclínicos a la espalda, los tres clínicos se aprovecharon "de la gran predisposición del hospital y la universidad" para realizar la transferencia, aunque no fue fácil, cuenta Schwartz.

La Ley de la Ciencia aún no existía por entonces (surgió en 2011), lo que dificultaba la participación del hospital en la compañía: "Ahora es algo más sencillo que un médico emprendedor se vincule a una spin-off, pero la Ley de la Ciencia no es todavía lo suficientemente valiente para compatibilizar el mundo clínico con el empresarial".

Schwartz se explica: "No es posible la compatibilidad absoluta para liderar un grupo de investigación y una empresa". Por esta razón, Schwartz, Mangues y Albericio no gestionan Argon Pharma, sólo la parte de I+D: "Nos gustaría llevar las riendas del todo, pero no es posible". Seis años después del nacimiento de la empresa, la colaboración a tres bandas hospital-universidad-compañía sigue.

El porqué es sencillo: "Si Argos va bien, los primeros en recibir beneficios son el hospital y la universidad". Ambos, por contrato, reciben un porcentaje de los beneficios económicos que dé la compañía.

No hay 'win to win'
El concepto de médico emprendedor se va extendiendo, pero el sistema "aún no es lo suficientemente permeable" para que este impulso gane peso. Las razones no son nuevas: "Las vías administrativas son burocráticas y es casi imposible compatibilizar ambos mundos".

En opinión de Schwartz, la situación actual no deja que nadie gane por completo: "No hay el clásico win to win; en cierto modo ahora todos pierden algo, desde el médico hasta la empresa que se crea". El clínico cree que ya es momento de acabar con la idea reinante de que el médico no es buen gestor empresarial, aunque admite que, si esto es cierto en algunos casos, es porque no se le da la oportunidad de entrar en ese mundo, formarse y demostrar lo contrario. Entre tanto, el hielo se va rompiendo y hospital y empresa cada vez viven en mundos más compartidos, pero para que estos mundos se vean como uno aún hay que recorrer camino.

Dar al médico la oportunidad de demostrar que puede gestionar una empresa

A por la fase clínica
El compuesto 'Oncostane' de Argos Pharma, contra el cáncer de páncreas, finalizará este año la fase preclínica, y en 2015 empezará a probarse en pacientes

Los EC, en barcelona
Los ensayos clínicos con la molécula se llevarán a cabo el próximo año en los hospitales de la Santa Cruz y San Pablo y Valle de Hebrón

¿Médicos gestores?
Simo Schwartz, uno de los fundadores de la compañía, cree que es momento de acabar, de una vez, con la idea de que un clínico no sabe gestionar una empresa