28 de Abril de 2014
La mejora de la práctica médica y la optimización de los recursos sanitarios pasa por la tecnología sanitaria
Según se ha destacado en la XIV Conferencia del Ciclo “La aportación de la Tecnología Sanitaria”, la aportación de la alta tecnología ha sido decisiva en la evolución y el desarrollo de la Medicina.
La tecnología sanitaria ha sido clave en la mejora de lapráctica médica y la optimización de los recursos sanitarios y será aún más decisiva en los próximos años en el futuro del sistema de salud. La incorporación de tecnología innovadora se traduce en el sistema en un aumento de la productividad y una mayor eficiencia en los procesos y costes asistenciales; asimismo favorece la implicación del paciente en la gestión de su propia salud.
La economía de la salud en el contexto sanitario actual no parece viable: los gastossanitarios crecen sin pausa y su impacto será aún mayor como consecuencia de los progresos de la Medicina y el envejecimiento de la población, así como del creciente incremento del número de pacientes crónicos. El reto está en utilizar la innovación tecnológica para hacer sostenible el sistema sanitario, mejorando al mismo tiempo su calidad y flexibilidad, teniendo en cuenta tanto los costes como los resultados en salud.
Para el profesor Álvaro Hidalgo Vega, director del seminario de Investigación de Economía y Salud de la UCLM y presidente del Instituto Max Weber, “las claves de la economía de la salud son conocer cómo utilizar unos recursos escasos susceptibles de usos alternativos para conseguir maximizar el bienestar y la calidad de vida de la población. Permite evaluar económicamente para conocer la relación entre el coste y el resultado de las distintas tecnologías sanitarias”. Así lo ha señalado durante su participación en la XIV Conferencia del Ciclo “La aportación de la Tecnología Sanitaria” sobre “Economía de la Salud y mejora de los procesos”, organizada bajo la colaboración establecida entre la Real Academia Nacional de Medicina y la Fundación Tecnología y Salud.
Por su parte, Antonio Sarriá Santamera, director de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III, ha señalado la necesidad de definir nuevos instrumentos que permitan identificar mejor la innovación, “de forma que podamos evaluar si hay un valor real y si ésta representa un beneficio clínico frente a las alternativas existentes con un coste asumible por el sistema de salud. Nos enfrentamos a una situación difícil, con más costes y menos capacidad de financiación, por tanto, tenemos que ser más exigentes con la innovación tecnológica”.
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