La "buena" salud de los pediatras españoles en jaque debido a la crisis, la precariedad y el deterioro de las condiciones de trabajo
Madrid (11/04/2014) - Mónica de Haro
• La Fundación para la Protección Social de la OMC (FPSOMC) y la Fundación Galatea, en colaboración con Laboratorios Ordesa, han presentado hoy los resultados del estudio "La salud, los estilos de vida y las condiciones de trabajo de los pediatras en España", cuyo objetivo es plasmar el estado actual de la pediatría española
• Sólo la mitad de los pediatras encuestados están satisfechos con su salario y un 58 por ciento asegura que sus condiciones de trabajo han empeorado desde el comienzo de la crisis económica
Según datos extraídos del estudio Fundación Galatea con el apoyo de Laboratorios Ordesa sobre "La salud, los estilos de vida y las condiciones de trabajo de los pediatras en España", en el que han participado 1.000 pediatras de toda España, la labor profesional de este colectivo se ve alterada por los recortes y la grave situación económica de las familias.
Durante la presentación del estudio se ha puesto de mafiesto el descontento de los pediatras con la situación actual. Así lo han constatado los participantes en el acto -el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la FPSOMC; el Dr. Miquel Vilardell, presidente del patronato de la Fundación Galatea; José J. Alonso, director de Laboratorios Ordesa España; la Dra. Isabel Montoya, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Murcia y asesora de la edición, el Dr. Antoni Arteman, gerente de la Fundación Galatea, y Lucía Baranda, socióloga y directora del estudio- quienes acudieron en representación de todos los agentes implicados.
Entre las conclusiones del estudio destaca el hecho de que 1 de cada 4 niños atendidos por los pediatras proceden de familias con graves problemas económicos.
Según han advertido los pediatras, esta precariedad dificulta, en muchos de estos casos, el mantenimiento de unos hábitos de vida saludable en el niño, que pueden llegar a presentar desequilibrios en su nutrición.
Asimismo, los pediatras también aseguran haber detectado una disminución en el número de usuarios de las consultas privadas, al no poder asumir las familias los gastos que implican.
En ese sentido, el 58 por ciento de los pediatras participantes asegura que sus condiciones de trabajo han empeorado por los recortes realizados en sus centros de trabajo, lo que no sólo repercute a nivel económico sino que va ligado a una pérdida de credibilidad, percibida en mayor medida por los profesionales jóvenes y los que trabajan en el sistema sanitario público.
Otro puntos a tener en cuenta es el posicionamiento de los pediatras ante las consultas que los padres realizan a través de Internet. En general, no se sienten cómodos ante esta práctica al considerar que la mayor parte de la información consultada vía Internet no sólo no sirve para despejar sus dudas sino que las aumenta, trasladándolas a la consulta.
De ahí que no perciban una mejora en su relación con los pacientes al utilizar esta herramienta: de hecho, un 84,5 por ciento lo considera un factor que interfiere en su ejercicio profesional. Estas opiniones no están relacionadas con la edad de los pediatras, ya que incluso los más jóvenes se muestran críticos con esta práctica llevada a cabo por muchas familias.
Los pediatras consideran igualmente problemático en su práctica diaria la falta de coordinación entre los diversos profesionales que intervienen en el cuidado del niño o en la atención a las familias y que repercuten directamente en la calidad asistencial. Casi una cuarta parte de los pediatras cree que no hay relación con los médicos de familia o bien que ésta es insuficiente.
Además, una de las quejas más extendidas entre los profesionales de la atención primaria es la difícil relación con los médicos de consultas especializadas, generalmente ubicados en los hospitales. Esta valoración -que roza el suspenso- es especialmente negativa entre los pediatras que trabajan en centros de atención primaria.
En referencia a la coordinación con los farmacéuticos, los pediatras consideran que tampoco es suficiente y alertan de la importancia de este punto, pues el farmacéutico ejerce un destacado rol como educador sanitario en las escuelas, sobre todo entre los adolescentes.
En cuanto al perfil del pediatra español y el estado de su salud el estudio indican que:
- Son mayoritariamente mujeres, asalariadas, con alta cualificación y formación profesional. El 59 por ciento de los encuestados son mujeres y una tercera parte ha estudiado alguna subespecialidad; también un tercio ha finalizado o está realizando el doctorado.
- Aunque la mayor parte del colectivo tiene contratos de trabajo fijos o son funcionarios, un 17 por ciento ejerce su profesión mediante contratos temporales o interinos y, en consecuencia, su percepción del trabajo es inestable en un 21 por ciento de los profesionales (y no sólo entre quienes tienen contratos temporales).
- Que la mayor carga doméstica a la que hace frente la mayoría de las mujeres pediatras (dedican el doble de horas que los hombres), incrementa su jornada laboral, sobre todo hasta los 50 años.
. Que esta situación añade factores de riesgo sobre la salud física y psíquica de las profesionales y afecta a sus expectativas profesionales.
- En el caso de los hombres que trabajan en el sistema público, las probabilidades de acceder a un puesto de mando son sólo del 6 por ciento, en el de las mujeres es todavía menor.
- El importante grado de presión psicológica al que se someten estos profesionales se manifiesta con episodios de fatiga y estrés.
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