El 'burnout' genera riesgos para el paciente al deshumanizarle

El estrés laboral crónico es más frecuente en actividades sanitarias debido a que estos profesionales se encuentran entre las exigencias de la organización y las demandas de los usuarios.

G.E. Zaragoza | 08/09/2014 18:19

Ángela Asensio, de la Red de Investigación en Actividades de Prevención y Promoción de la Salud en AP del Instituto Carlos III. (Xavi Buil)

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"La actitud de cinismo que acarrea el síndrome de estar quemado (burnout en inglés) entraña una disminución de la capacidad profesional que puede acarrear una violación grave de principios éticos y generar situaciones de riesgo porque deshumanizas al paciente y no estás a atento a las consecuencias de tus actos en el diagnóstico, la prescripción o la escucha al paciente", explicó Ángela Asensio, de la Red de Investigación en Actividades de Prevención y Promoción de la Salud en Atención Primaria del Instituto Carlos III durante el IX Curso de verano de Enseñanza e Investigación en Bioética.

Asensio señaló que el estrés laboral crónico es más común en actividades como la sanitaria, en las que "hay una relación directa con las personas, relación de ayuda, cercana e intensa con el beneficiario de la actividad y un contexto laboral en el que el profesional se ve envuelto entre las exigencias de la organización y las demandas de los usuarios".

Las consecuencias del síndrome impactan en la organización, que ve cómo se reducen "la eficacia y el rendimiento, se deteriora la calidad asistencial, se generan conflictos interpersonales -el profesional quemado echa la culpa de lo que le pasa a sus compañeros y a los pacientes-, y aparecen el presentismo y el absentismo".

El presentismo consiste en "acudir a trabajar, pero en un estado de indiferencia, apatía e indolencia que deterioran la calidad del servicio y, a veces, empieza a producir quejas. De hecho, a veces son estas quejas el primer signo que permite detectar que un profesional está quemado".

El síndrome genera irresponsabilidad hacia obligaciones éticas como la de la actualización profesional: "Un médico que no se recicla no estará en condiciones de hacer el mejor diagnóstico o indicar el mejor tratamiento; un médico que despersonaliza al paciente abandonará la actitud ética de escucha y puede infravalorar la gravedad de un escenario clínico", ejemplifica Asensio. Por este motivo, han comenzado un estudio de amplio alcance para detectar la prevalencia, causas y consecuencias del burnout entre los profesionales de atención primaria de Aragón, cuyos resultados se conocerán en los próximos meses.