Las facultades cumplen el 80% de criterios mundiales

Coinciden en los programas y la evaluación y difieren en la selección de alumnos con los estándares de la Federación Mundial de Educación Médica

Pilar Laguna. Murcia | dmredaccion@diariomedico.com | 02/11/2015 00:00

Los criterios de acreditación de las facultades de Medicina españolas están muy cerca de cumplir estándares internacionales, aunque quedan materias pendientes como la selección de alumnos o la gestión de los recursos, según se concluyó en un debate del XXII Congreso de la Sociedad Española de Educación Médica (Sedem) que se celebró en Murcia la semana pasada.

A pesar de que los estándares de evaluación de la calidad de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) no se diseñaron específicamente para la formación de médicos, concuerdan en un 80 por ciento con los propuestos por la Federación Mundial de Educación Médica (WFME), según explicó Jordi Palés, catedrático de la Universidad de Barcelona y representante de la Comisión de Acreditación de la Aneca. Por ejemplo, coinciden en criterios como los programas, la evaluación de los estudiantes y en las plantillas de profesores.

Palés explicó que el objetivo del programa AcreditaPlus de la agencia es la acreditación internacional de los centros universitarios, un reto que sólo han alcanzado en España los estudios de ingeniería y de informática, pero que las facultades de Medicina tienen que plantearse cuanto antes.
"El proceso de ajuste a estos estándares debe iniciarse ya, porque en 2023 Estados Unidos no admitirá a médicos graduados procedentes de centros extranjeros sin acreditación internacional que justifique que los criterios de formación en Ciencias de la Salud son similares a los de las universidades americanas", apuntó Palés y añadió que la Comisión de Educación para Médicos Graduados Extranjeros (ECFMG) ha pedido a la federación mundial que implemente un sistema de acreditación global.

Lagunas
Recordando que el sello de calidad nacional "no sirve de nada fuera de nuestras fronteras", Palés sugirió que, bajo el paraguas de la WFME, tanto la Aneca como la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina aúnen fuerzas para resolver las lagunas pendientes y cumplir con el 20 por ciento restante de estándares internacionales para que "las facultades españolas puedan acreditarse ante un organismo mundial".
Los estándares que no cumplen con los mundiales se refieren a asuntos como que las facultades tengan una política propia de selección de alumnos; a la necesidad de que los recursos educativos estén a cargo de expertos en educación médica, así como a la gobernanza y administración de la facultad, con especial atención al destino de los fondos.

Innovación
Stefan Lindgren, expresidente de la WFME y catedrático de la Universidad de Lund (Suecia), justificó la necesidad de estándares globales de calidad recordando los cambios cuantitativos ocurridos en la formación médica durante los últimos años, desde la "explosión" del número de facultades, la mala planificación del personal sanitario y la fuga de cerebros: "La educación de los médicos tiene que adaptarse a las necesidades venideras y es importante definir qué tareas son exclusivas de los facultativos, pero sobre todo asegurar la máxima calidad en todas sus fases".

En 2023, EEUU no admitirá a médicos graduados en centros extranjeros sin un sello oficial que demuestre que los criterios de formación son similares a los de dicho país

El profesor defendió que la acreditación debe servir no sólo como un sello oficial, sino "para estimular la innovación y el desarrollo curricular en las facultades", destacó el papel de la WFME en la cooperación con las agencias acreditadoras y su impacto en la educación medica global.

Alberto Amaral, director de la Agencia de Evaluación y Acreditación de Enseñanza Superior (A3ES), el equivalente a la Aneca en Portugal, expuso el modelo de esta entidad, muy distinto del español. Se trata de una fundación privada independiente tanto del Gobierno como de las instituciones académicas. La institución cuenta con un consejo asesor de amplia representación social y otro científico con seis expertos internacionales. La A3ES tampoco recibe fondos públicos, sino que se financia cobrando los servicios.