miércoles, 18 de enero de 2012

El caso que ha sacudido la red de trasplantes | Noticias | elmundo.es

TESTIMONIO | Hugo Pérez

El caso que ha sacudido la red de trasplantes

Hugo Pérez, en una imagen de archivo. | DKMS Hugo Pérez, en una imagen de archivo. | DKMS
  • El avilesino que contactó con DKMS defiende la actuación de la organización
  • Para él, la búsqueda de donantes que organizaron no tiene fines económicos
  • La ONT, en cambio, valora llevarla ante los tribunales por 'tráfico ilegal'
Sin pretenderlo, Hugo Pérez se ha visto en el centro de la polémica. El caso de este asturiano, que lucha desde hace tres años contra la leucemia, ha sacado a la luz las actividades de la organización DKMS, a la que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha denunciado públicamente por boicotear el sistema español y "poner en riesgo" un modelo, -fundamentado en el altruismo y el anonimato- que es líder mundial.
En 2008, mientras trabajaba en Irlanda a Hugo le diagnosticaron una leucemia. Regresó a casa, a Avilés y empezaron a buscar donante. Pero en el registro nacional no lo encontraron. Hugo decidió buscar tratamiento en Alemania.

Allí, optó por asumir el riesgo de una intervención que no está indicada en España y los costes asociados y recibir un transplante de su hermano, con el que solo es compatible en un 50%. Esta falta de compatibilidad es la razón por la cual la intervención no se realizó en España, ya que los riegos y las probabilidades de que no surta efecto son más que considerables.

En su estancia entró en contacto con DKMS, una organización privada de registro de donantes, legal en Alemania, quien le propuso realizar una campaña para captar donantes más compatibles.

En un polideportivo de Avilés se obtuvieron más de 1.200 muestras biológicas. DKMS no cobró a cada voluntario los 50 euros por donante que habitualmente suele solicitar para realizar la extracción (un importe que hubiera ascendido en total a unos 61.000 euros). La organización consiguió con las aportaciones voluntarias, sobre todo de empresas locales, poco más de 8.000 euros. Eso demuestra, dice Hugo "que no tienen un fin económico sino el de ayudar a la gente que busca una esperanza para seguir viviendo".

En declaraciones a ELMUNDO.es el avilesino defiende la actuación de la entidad alemana. "Lo importante es salvar vidas y no perderse en permisos y burocracia que es lo que están haciendo en España", asegura.
Cree que las denuncias contra DKMS -contra la que las autoridades sanitarias españolas están estudiando tomar medidas legales por comercio ilegal de órganos- son "infundadas e injustas". Dice que de ellos sólo obtuvo esperanza sin pedir dinero a cambio.

La campaña organizada por DKMS no dio fruto y no se logró donante compatible en un 100%, pero Hugo quiere seguir buscando para él y para muchos otros que están en su situación y por ello apoya el trabajo de la entidad alemana. "Si en nuestro país no hay donantes suficientes, es lógico, si tu vida está en juego que busques en otro lugar", asegura el asturiano, que actualmente tiene un 4,3% de células cancerígenas en su cuerpo y está a la espera de comprobar si la enfermedad se ha detenido. En nuestro país "lo único que se hace es poner trabas", concluye.

 

La otra cara de la moneda

El punto de vista de la ONT es bien diferente. Según Rafael Matesanz, coordinador de la citada entidad, las actividades de DKMS atacan "la línea de flotación de todo el sistema nacional de trasplantes", basado en los principios de la "solidaridad", el "altruismo" y la "gratuidad".

"Es una privatización del transplante", ha señalado Matesanz, quien asegura que el objetivo de la entidad es hacer negocio con los trasplantes.

Según ha explicado, la entidad capta donantes que se prestan a ceder células de su médula para que sea curado un paciente concreto. DKMS se lleva las muestras de esos donantes potenciales, que, habitualmente, han sido invitados a realizar donaciones voluntarias y los inscribe en su propio registro en Alemania. Luego, en el caso de hallarse una compatibilidad con algún enfermo, vende cada médula por 14.500 euros a pacientes u hospitales de otros países.

Así, en el caso de encontrar un donante compatible para un paciente español, el centro que le atendiera debería pagar una importante cantidad por una donación que, si hubiera estado inscrito en el registro oficial español -el REDMO- hubiera sido gratuita.

Además de las medidas legales, el coordinador de la ONT ha apostado por que se apruebe una normativa "más restrictiva" en España que impida que realicen "irregularidades" como la detectada. Otros países europeos ya han tomado medidas semejantes.
El caso que ha sacudido la red de trasplantes Noticias elmundo.es

No hay comentarios: