Expertos aseguran que la sostenibilidad del sistema pasa por desinvertir en lo que no añade salud, pero sin dañar estructuras
Madrid (14-16/01/2012) - Ana Montero
Tal y como lo ha asegurado Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal, en un encuentro organizado por el Programa de Reciclaje Médico del Colegio de Médicos de Madrid (PRAMI), durante el cual también se ha insistido en la necesidad de definir "rigurosamente" las prestaciones cubiertas, de gastar mejor y de acometer una "revolución sanitaria" que genere un cambio de valores
En este sentido, durante la mesa redonda "El papel del médico ante la crisis", organizada por el Programa de Reciclaje Médico del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (PRAMI), varios expertos como el Dr. Antonio Burgueño, director general de hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS); el Dr. Juan del Llano, director de la Fundación Gaspar Casal; y el Dr. Jesús Ángel Sánchez, director de Forum Trainers y ponente del PRAMI, han analizado cuál es el papel del médico ante la crisis y cómo será en el futuro próximo, porque, tal y como ha señalado el Dr. Sánchez, "la crisis ha colocado al Sistema Nacional de Salud (SNS) en una situación en la que hay que contestar con acciones a preguntas que llevan planteándose muchos años, incluso admitiendo que el sistema no es tan intocable como se pensaba".
Por su parte, el Dr. Juan del Llano ha hablado de la importancia de los determinantes de la salud, desde la perspectiva de la estrategia clínica y desde la estrategia de salud pública y de promoción de la salud, asegurando que los estilos de vida son una responsabilidad de los individuos, pero también de las administraciones públicas, con el ejemplo de la Ley antitabaco, ya que, como ha manifestado "muy pocos estilos de vida, tales como el tabaco, el abuso del alcohol, la dieta inadecuada o a la inactividad física, dan cuenta de las principales causas de muerte y enfermedad". Al hilo, el Dr. del Llano ha insistido en la importancia de apostar por el "consejo clínico" en la consulta y no "despachar" pacientes.
Así pues, el director de la Fundación Gaspar Casal ha recordado que en esta materia se han hecho inversiones en áreas que no son costo-eficientes y otras que sí han sido eficaces en salud pública, como aquellas que tienen que ver con la reducción de la oferta y de la demanda, por ejemplo, el aumento de la fiscalidad en las bebidas alcohólicas; la reducción en el acceso, disminuyendo el contenido de alcohol, reduciendo los puntos de venta o limitando las horas de venta; y también las campañas de información y educación, cuya eficiencia "es dudosa" en el caso de las de alcohol y drogas, aunque sí en las de prevención de accidentes de tráfico, tal y como ha apuntado el experto, ya que son costosas de evaluar y a veces ni se evalúan.
En otro orden de cosas, por lo que se refiere a la percepción de los médicos ante la crisis, el Dr. del Llano se ha apoyado en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de diciembre, para asegurar que la Sanidad ha pasado de ser la preocupación número 12 a la número 4, con el paro por delante, en el puesto número 3. Además, como ha señalado a esta circunstancia se une que el gasto público se ha disparado, más de un 49 por ciento, cuatro veces más deprisa que el PIB; que la actual situación económica ha empujado a una desestabilización de los programas de protección social, especialmente la Sanidad; y que el 43 por ciento de la población reconoce hacer un mal uso de la Sanidad, por encima de cualquier otra prestación social.
Medicina defensiva
Entre los problemas que afectan al sistema, el experto también se ha referido al envejecimiento de la población, que encarece la asistencia sanitaria, pero sólo significa una parte del aumento de los gastos sanitarios de la última década, tal y como se desprende del estudio de "Pautas previsibles de utilización futura de servicios sanitarios por mayores, frente a la viabilidad financiera del sistema de salud", coordinado por el profesor Álvaro Hidalgo, director del SIES (Seminario de Investigación en Economía y Salud) de la Universidad de Castilla-La Mancha, ya que el "grueso" del aumento del gasto sanitario deriva de la inercia del propio sistema, donde existe una "hiperfrecuentación", y de decisiones clínicas, de gestión y políticas.
En esta línea, entre los problemas que ha identificado en el sistema el Dr. del Llano están esas altas tasas de frecuentación, "que ponen los pelos de punta", como ha declarado, con 9 consultas de media por habitante y año, es decir, el doble que Francia y Reino Unido, y además creciendo de forma exponencial. Además, en este contexto, otra de las variables de aumento del gasto público es el uso de las tecnologías.
Otra de las áreas de ineficiencia tiene que ver con la variabilidad en la práctica clínica, ya que el infrauso o sobreuso de los recursos genera daño. Al hilo, el Dr. del Llano considera que los médicos ejercen una "Medicina defensiva", en la que para evitar litigios mandan infinidad de pruebas que pueden producir daño en el paciente y, por tanto, un impacto en la financiación.
Por otra parte, para el Dr. del Llano la intervención en la educación para la promoción de la salud, de los 3 a los 6 años, es "consistentemente" útil, asegurando que no lo es en determinadas edades en las cuales, aunque se enseñe al paciente una imagen con las arterias coronarias deterioradas, no se modifican los hábitos.
Calidad y no cantidad
En definitiva, el reto es la calidad y no la cantidad, el objetivo, como ha manifestado el experto, "no es tener más financiación, sin más, ni tampoco gastar menos, el desafío es definir rigurosamente las prestaciones cubiertas, con evidencias contrastadas, afinando por indicaciones, y gastando mejor. Hacer las cosas correctas, de forma correcta".
Asegurando que si se dejaran de hacer intervenciones clínicas que no aportan valor, se ahorrarían millones de euros, el Dr. del Llano ha apostado por "desinvertir en lo que no añade salud, pero sin dañar estructuras del sistema que merezca la pena que sobrevivan", a lo que ha añadido que hace falta una "modernización estructural bastante profunda", porque el modelo sanitario que tenemos "no funciona bien".
Así pues, el futuro pasa por "reducir la opacidad y mejorar en transparencia para corregir los errores", puesto que como ha informado, existen países, como Reino Unido donde los ciudadanos ven on-line el nivel de los hospitales y sus datos de output, y también la línea de cambio viene, como ha añadido, por "pagar en el margen de los resultados de salud, es decir, pagar más a aquellos que eviten los reingresos y el empeoramiento de los procesos crónicos", argumentando además que "más gastos médicos no producen más salud".
Citando al economista Antonio Cabrales, el Dr. del Llano ha recordado que como es probable que el gasto sanitario aumente, incluso sin ineficiencias, es necesario buscar alternativas tales como reorientar las prioridades en la financiación; pensar en positivo y hacer cosas que antes no se han hecho; renovar profundamente hábitos y comportamientos; hacer cosas más creativas; hacer partícipes a pacientes, educándolos; a profesionales, brindándoles guías; a gestores, con incentivos financieros; y a las administraciones; abogar por un liderazgo clínico; llegar a acuerdos entre organizaciones... En definitiva, "es necesaria una revolución sanitaria que genere un cambio de valores", ha apuntado el Dr. del Llano.
Por lo tanto, al margen de "tijeretazos", como apunta el doctor, hay que apostar por métodos de garantía de calidad que han demostrado ser efectivos en disminuir la variabilidad, tales como las auditorías médicas, entendidas como procesos formativos; la investigación de resultados en salud; la elaboración de guías clínicas, protocolos y vías; los métodos de búsqueda de excelencia (benchmarking); la evaluación económica en asistencia sanitaria; la creación de registros; el uso inteligente de tecnologías de la información y comunicación...
Falta de liderazgo
Por su parte, el Dr. Jesús Ángel Sánchez, director de Forum Trainers y ponente del PRAMI, ha señalado que existe un fuerte problema de falta de liderazgo en el sistema sanitario, a lo que ha añadido que es difícil que exista porque entre los profesionales no hay un reconocimiento.
En este sentido, asegurando que el "divorcio" entre gestores y clínicos "sigue vivo", el Dr. Sánchez ha subrayado que la falta de confianza entre médicos y enfermeras, entre médicos y pacientes y entre médicos y gestores, unido a "que nos miramos de reojo los unos a los otros", como ha matizado, hace que sea dificultoso tomar decisiones y ejecutarlas.
"Existe una inconsciencia generalizada de cuáles son las consecuencias de nuestros actos más allá de las consultas", concluye el doctor, por lo que "es urgente que los profesionales participen en las decisiones y además reciban la información correspondiente", a lo que ha añadido que "la labor de los gestores y directivos es propiciar y promover escenarios en los centros de trabajo para que los profesionales analicen sus resultados, se puedan comparar con otros y vean lo que necesitan".
Para concluir, el Dr. Sánchez ha asegurado que, de cara al futuro, es necesario que pilares como la "responsabilidad, exigencia y generosidad" se den para poder poner decisiones en marcha.
Racionalizar los medios
En otro orden de cosas, para el Dr. Antonio Burgueño, director general de hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), el futuro pasa porque el sistema prestador busque todos los recursos posibles, como hace cualquier industria; y porque el médico recupere la relación de vocación médico-paciente. "El médico debe hacerse responsable de la enfermedad de sus pacientes, sin ser ajeno al momento que vive y sabiendo de qué dispone, ajustándose, es decir, racionalizando los medios que nos han dado porque todos sabemos que son muy caros", ha declarado el Dr. Burgueño.
Además, el Dr. Burgueño ha señalado que "los profesionales sanitarios, como colectivo, son los que pueden liderar el cambio, siempre a través de una colectivización racional, no sindicalista".
Ya en el debate, surgieron temas como el copago, ante el cual el Dr. Burgueño ha asegurado que "no es disuasorio, tan sólo reduce la libertad y no supone una entrada financiera para el sistema"; el de los recortes, sobre el que el Dr. del Llano ha apuntado que "a tenor de los datos del CIS, el Gobierno se pensará mucho dónde meter la tijera"; la manera de "penalizar", para discriminar comportamientos, a aquellos pacientes que no acuden a las consultas, provocando el aumento de las listas de espera; o el papel de los medios de comunicación en la promoción de la salud, entre otros.
Por su parte, el Dr. Juan del Llano ha hablado de la importancia de los determinantes de la salud, desde la perspectiva de la estrategia clínica y desde la estrategia de salud pública y de promoción de la salud, asegurando que los estilos de vida son una responsabilidad de los individuos, pero también de las administraciones públicas, con el ejemplo de la Ley antitabaco, ya que, como ha manifestado "muy pocos estilos de vida, tales como el tabaco, el abuso del alcohol, la dieta inadecuada o a la inactividad física, dan cuenta de las principales causas de muerte y enfermedad". Al hilo, el Dr. del Llano ha insistido en la importancia de apostar por el "consejo clínico" en la consulta y no "despachar" pacientes.
Así pues, el director de la Fundación Gaspar Casal ha recordado que en esta materia se han hecho inversiones en áreas que no son costo-eficientes y otras que sí han sido eficaces en salud pública, como aquellas que tienen que ver con la reducción de la oferta y de la demanda, por ejemplo, el aumento de la fiscalidad en las bebidas alcohólicas; la reducción en el acceso, disminuyendo el contenido de alcohol, reduciendo los puntos de venta o limitando las horas de venta; y también las campañas de información y educación, cuya eficiencia "es dudosa" en el caso de las de alcohol y drogas, aunque sí en las de prevención de accidentes de tráfico, tal y como ha apuntado el experto, ya que son costosas de evaluar y a veces ni se evalúan.
En otro orden de cosas, por lo que se refiere a la percepción de los médicos ante la crisis, el Dr. del Llano se ha apoyado en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de diciembre, para asegurar que la Sanidad ha pasado de ser la preocupación número 12 a la número 4, con el paro por delante, en el puesto número 3. Además, como ha señalado a esta circunstancia se une que el gasto público se ha disparado, más de un 49 por ciento, cuatro veces más deprisa que el PIB; que la actual situación económica ha empujado a una desestabilización de los programas de protección social, especialmente la Sanidad; y que el 43 por ciento de la población reconoce hacer un mal uso de la Sanidad, por encima de cualquier otra prestación social.
Medicina defensiva
Entre los problemas que afectan al sistema, el experto también se ha referido al envejecimiento de la población, que encarece la asistencia sanitaria, pero sólo significa una parte del aumento de los gastos sanitarios de la última década, tal y como se desprende del estudio de "Pautas previsibles de utilización futura de servicios sanitarios por mayores, frente a la viabilidad financiera del sistema de salud", coordinado por el profesor Álvaro Hidalgo, director del SIES (Seminario de Investigación en Economía y Salud) de la Universidad de Castilla-La Mancha, ya que el "grueso" del aumento del gasto sanitario deriva de la inercia del propio sistema, donde existe una "hiperfrecuentación", y de decisiones clínicas, de gestión y políticas.
En esta línea, entre los problemas que ha identificado en el sistema el Dr. del Llano están esas altas tasas de frecuentación, "que ponen los pelos de punta", como ha declarado, con 9 consultas de media por habitante y año, es decir, el doble que Francia y Reino Unido, y además creciendo de forma exponencial. Además, en este contexto, otra de las variables de aumento del gasto público es el uso de las tecnologías.
Otra de las áreas de ineficiencia tiene que ver con la variabilidad en la práctica clínica, ya que el infrauso o sobreuso de los recursos genera daño. Al hilo, el Dr. del Llano considera que los médicos ejercen una "Medicina defensiva", en la que para evitar litigios mandan infinidad de pruebas que pueden producir daño en el paciente y, por tanto, un impacto en la financiación.
Por otra parte, para el Dr. del Llano la intervención en la educación para la promoción de la salud, de los 3 a los 6 años, es "consistentemente" útil, asegurando que no lo es en determinadas edades en las cuales, aunque se enseñe al paciente una imagen con las arterias coronarias deterioradas, no se modifican los hábitos.
Calidad y no cantidad
En definitiva, el reto es la calidad y no la cantidad, el objetivo, como ha manifestado el experto, "no es tener más financiación, sin más, ni tampoco gastar menos, el desafío es definir rigurosamente las prestaciones cubiertas, con evidencias contrastadas, afinando por indicaciones, y gastando mejor. Hacer las cosas correctas, de forma correcta".
Asegurando que si se dejaran de hacer intervenciones clínicas que no aportan valor, se ahorrarían millones de euros, el Dr. del Llano ha apostado por "desinvertir en lo que no añade salud, pero sin dañar estructuras del sistema que merezca la pena que sobrevivan", a lo que ha añadido que hace falta una "modernización estructural bastante profunda", porque el modelo sanitario que tenemos "no funciona bien".
Así pues, el futuro pasa por "reducir la opacidad y mejorar en transparencia para corregir los errores", puesto que como ha informado, existen países, como Reino Unido donde los ciudadanos ven on-line el nivel de los hospitales y sus datos de output, y también la línea de cambio viene, como ha añadido, por "pagar en el margen de los resultados de salud, es decir, pagar más a aquellos que eviten los reingresos y el empeoramiento de los procesos crónicos", argumentando además que "más gastos médicos no producen más salud".
Citando al economista Antonio Cabrales, el Dr. del Llano ha recordado que como es probable que el gasto sanitario aumente, incluso sin ineficiencias, es necesario buscar alternativas tales como reorientar las prioridades en la financiación; pensar en positivo y hacer cosas que antes no se han hecho; renovar profundamente hábitos y comportamientos; hacer cosas más creativas; hacer partícipes a pacientes, educándolos; a profesionales, brindándoles guías; a gestores, con incentivos financieros; y a las administraciones; abogar por un liderazgo clínico; llegar a acuerdos entre organizaciones... En definitiva, "es necesaria una revolución sanitaria que genere un cambio de valores", ha apuntado el Dr. del Llano.
Por lo tanto, al margen de "tijeretazos", como apunta el doctor, hay que apostar por métodos de garantía de calidad que han demostrado ser efectivos en disminuir la variabilidad, tales como las auditorías médicas, entendidas como procesos formativos; la investigación de resultados en salud; la elaboración de guías clínicas, protocolos y vías; los métodos de búsqueda de excelencia (benchmarking); la evaluación económica en asistencia sanitaria; la creación de registros; el uso inteligente de tecnologías de la información y comunicación...
Falta de liderazgo
Por su parte, el Dr. Jesús Ángel Sánchez, director de Forum Trainers y ponente del PRAMI, ha señalado que existe un fuerte problema de falta de liderazgo en el sistema sanitario, a lo que ha añadido que es difícil que exista porque entre los profesionales no hay un reconocimiento.
En este sentido, asegurando que el "divorcio" entre gestores y clínicos "sigue vivo", el Dr. Sánchez ha subrayado que la falta de confianza entre médicos y enfermeras, entre médicos y pacientes y entre médicos y gestores, unido a "que nos miramos de reojo los unos a los otros", como ha matizado, hace que sea dificultoso tomar decisiones y ejecutarlas.
"Existe una inconsciencia generalizada de cuáles son las consecuencias de nuestros actos más allá de las consultas", concluye el doctor, por lo que "es urgente que los profesionales participen en las decisiones y además reciban la información correspondiente", a lo que ha añadido que "la labor de los gestores y directivos es propiciar y promover escenarios en los centros de trabajo para que los profesionales analicen sus resultados, se puedan comparar con otros y vean lo que necesitan".
Para concluir, el Dr. Sánchez ha asegurado que, de cara al futuro, es necesario que pilares como la "responsabilidad, exigencia y generosidad" se den para poder poner decisiones en marcha.
Racionalizar los medios
En otro orden de cosas, para el Dr. Antonio Burgueño, director general de hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), el futuro pasa porque el sistema prestador busque todos los recursos posibles, como hace cualquier industria; y porque el médico recupere la relación de vocación médico-paciente. "El médico debe hacerse responsable de la enfermedad de sus pacientes, sin ser ajeno al momento que vive y sabiendo de qué dispone, ajustándose, es decir, racionalizando los medios que nos han dado porque todos sabemos que son muy caros", ha declarado el Dr. Burgueño.
Además, el Dr. Burgueño ha señalado que "los profesionales sanitarios, como colectivo, son los que pueden liderar el cambio, siempre a través de una colectivización racional, no sindicalista".
Ya en el debate, surgieron temas como el copago, ante el cual el Dr. Burgueño ha asegurado que "no es disuasorio, tan sólo reduce la libertad y no supone una entrada financiera para el sistema"; el de los recortes, sobre el que el Dr. del Llano ha apuntado que "a tenor de los datos del CIS, el Gobierno se pensará mucho dónde meter la tijera"; la manera de "penalizar", para discriminar comportamientos, a aquellos pacientes que no acuden a las consultas, provocando el aumento de las listas de espera; o el papel de los medios de comunicación en la promoción de la salud, entre otros.
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