"Hay que retomar la reforma del CSIC, vía agencia o buscando otro modelo"

Sabe dónde se mueve; Emilio Lora-Tamayo ya presidió el CSIC hace años, aunque ahora la situación es más difícil para la ciencia. Seguir reformando el CSIC, buscando más flexibilidad en su gestión, es un reto ante el que ve diversas salidas: se puede seguir como agencia o estudiar otras vías. Tocar al personal será su último recurso al gestionar los recortes.

José A. Plaza | 27/01/2012 00:00

Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC por segunda vez, en su despacho. (Mauricio Skrycky)

Emilio Lora-Tamayo está donde ya estuvo: presidiendo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Tras una primera etapa entre 2003 y 2004, el reencuentro llega en una situación complicada para la ciencia. Coincide con su predecesor, Rafael Rodrigo (ver DM del 12-XII-2011) en solicitar más evaluación y flexibilidad y tiene claro su objetivo: "Sin perder de vista la proyección exterior del consejo, quiero mirar hacia dentro para mejorar la eficiencia de la gestión interna". La carga burocrática es "uno de los problemas endémicos de nuestro sistema", pero no el único: "Falta capacidad de gestión, algo que emana de una falta de flexibilidad en las estructuras y metodologías de trabajo, que están obsoletas".

Esta cuestión ya fue motivo de debate en su anterior presidencia: "Planteábamos una reestructuración del CSIC; hicimos un borrador de preproyecto para solucionar lo que nos ponía, y nos pone, en inferioridad de condiciones en relación con otros centros nacionales e internacionales, que tienen más facilidad de gestión".

Como hasta ahora, ¿o no?
El plan se paró, se retomó y, años después, se estructuró bajo la forma de Agencia Estatal. Desde entonces se han dado pasos, "pero no el fundamental: el contrato de gestión de la agencia, que permitiría tener auténtica capacidad de gestión, sobre todo en recursos humanos". Es algo aún pendiente, en fase de hibernación debido a las restricciones actuales, pero Lora-Tamayo quiere retomarlo a la mínima: "Hay que continuar la reforma, aunque no sé exactamente si por la vía de agencia o por otra. Hemos de valorar qué conviene: seguir intentándolo como hasta ahora y completar el desarrollo de la agencia, que está coja y padece problemas de antaño, o buscar algo distinto, más eficiente y acorde con el momento en el que estamos".

"Mientras la investigación sea flexibles y excelente, me da igual que el CSIC tenga más dependencia o independencia jerárquica "

El CSIC debe ser un organismo más eficiente que "coordine esfuerzos, evitando solapamientos". La evaluación debe regir su día a día: "El científico está acostumbrado a que le evalúen. Pero no hay criterios universales; no es lo mismo evaluar la investigación básica que la aplicada". Con respecto a la Ley de Ciencia, aduce que "se ha criticado que concreta poco, pero lo que debe ser concreto no es la norma, sino su desarrollo".

Sobre la independencia del CSIC, compara la situación con la de la futura Agencia Estatal de Investigación: "Quiero creer que irá en este sentido: independizar este negociado de estructuras puramente ministeriales". ¿Debe ser el CSIC independiente? El presidente parte de que esta cualidad "es inherente a la investigación" y no se cierra puertas: "Soy partidario de cualquier vía que garantice la estabilidad de planteamientos y desarrollo del sistema de I+D+i. Me da igual que el CSIC tenga dependencia o independencia jerárquica mientras la investigación y la financiación sean flexibles y estén ligadas a la excelencia".

Al menos, no se va a peor
Le gustaría decir que los políticos confían en la ciencia, pero duda: "Lo creen más ahora que hace diez años, pero estamos lejos de una clase política que crea firmemente en ello como motor económico y social. Hay un discurso bien elaborado, pero poco más: al menos no vamos a peor". Basándose en ver el vaso medio lleno, se consuela de igual manera en cuanto a las carencias en transferencia tecnológica y traslación de conocimientos: "Estamos mejor que hace años, pero falta mucho".

Si pudiera pedir algo, y conseguirlo, tiene claro qué sería: "A corto plazo, un presupuesto que permita mantener una situación sin riesgos"; a medio, flexibilizar el consejo sin inventar nada nuevo: "Hay ejemplos de gestión adecuada no sólo fuera, sino dentro de España". A buen entendedor...

A por nuevas vías; vida más allá del modelo funcionarial

El presidente del CSIC cree en la coexistencia de una carrera científica funcionarial con una basada en otro modelo: "Si no aprovechamos la flexibilidad que aporta una sucesión de contratos, basada en una buena evaluación y con exigencias de calidad y excelencia [un tenure track, como ya sugería Rodrigo a DM en diciembre], estamos haciendo un flaco servicio". Incorporar investigadores sin necesidad de vincularlos a plazas limitadas o a ofertas de empleo público es un camino que agrada a Lora-Tamayo y que, en principio, pavimenta la Ley de Ciencia: "Esta reforma es ahora inabordable. La vía funcionarial es endémica; no estoy en su contra, pero en paralelo hay que desarrollar otra distinta".

Tocar al personal, "lo mejor del CSIC", es la última opción

El CSIC sufre desde 2008 una continua reducción presupuestaria: "En 2009 la financiación menguó, en 2010 aún más y en 2011 se mantuvieron los recortes; el déficit acumulado no para de crecer". El Consejo deberá encajar qué parte le toca de la reducción de recursos económicos que el sistema padece: "Nos va a afectar, pero el reto es que se note lo menos posible". ¿Qué significa esto? Lora-Tamayo cree que "podemos congelar grandes inversiones y la compra de nuevos equipos sin que el sistema padezca de forma notable". Un siguiente paso sería tocar al personal: "Lo mejor del CSIC es su gente; hay que atrincherarse para protegerlos. No sé si van a padecer más, pero sí que será mi última opción".

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