La Diputación de Valencia remitirá al Consell a sus pacientes mentales
La diputada Amparo Mora dice que se busca “regularizar” la situación del hospital de Enfermos Mentales de Bétera
EFE Valencia 23 ENE 2012 - 22:53 CET2
La Diputación de Valencia redistribuirá los enfermos mentales ingresados en el hospital de Bétera bajo la tutela de la Generalitat a residencias de la Consejería de Bienestar Social y estudiará de forma “personalizada” con el resto de pacientes el pago de tasas, en función de su situación familiar. Así lo explicó a Efe la diputada de Bienestar Social en la Diputación de Valencia, Amparo Mora, quien destacó que se busca “regularizar” la situación del hospital de Enfermos Mentales de Bétera, que también podría cambiar su denominación.
La Corporación inició este proceso con la aprobación de una ordenanza provincial en la que se fijaba una tasa de 2.196 euros al mes por la prestación de sus servicios a los 53 enfermos mentales internados, cantidad que la Diputación bonificará a las familias en función de las ayudas que perciban y su nivel de renta, en una cantidad que no ha podido precisar. El importe fijado en la ordenanza es el estipulado por Bienestar Social para la prestación de servicios en sus residencias, a las que ya se han trasladado cinco de los pacientes que hasta ahora estaban hospitalizados en Bétera.
La Diputación está ahora “hablando personalmente” con cada una de las familias de los residentes para comunicarles que deberán pagar “una cantidad u otra, según los requisitos que reúna esa familia”, para recibir los servicios que hasta ahora obtenían los enfermos de forma gratuita. “Las familias tendrán que decidir si quieren continuar en Bétera”, dijo Mora, quien aseguró que no debe generarse “ninguna alarma social”, ya que la Diputación cuenta con recursos suficientes para mantener las prestaciones actuales.
Mora aclaró que no se va a privatizar el hospital, que sigue bajo la tutela de la Generalitat, aunque aseguró que adaptar el centro a la nueva situación “llevará un tiempo”. Además, considera que “habrá que cambiar el nombre” del centro porque “en sí ya no es un hospital psiquiátrico. Eso ya no existe”.
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