La telemedicina como camino eficiente para adecuar recursos a la demanda

Que los pacientes crónicos necesitan una asistencia diferente a la que se está brindando es ya un grito habitual en el sistema sanitario. La cronicidad es cada vez más prevalente, y el necesario cambio de cómo se hacen las cosas no sólo beneficiará a estos pacientes sino al conjunto del sistema, que en caso contrario se vería desbordado.

David Rodríguez Carenas | 23/01/2012 00:00

"Todo está cambiando". La frase no ha sido dicha en una película por un actor que mira con gravedad a la cámara. La ha pronunciado Javier Aspa, director médico del Hospital de La Princesa, en Madrid, consciente de la realidad, que implica "hacer los proyectos sostenibles, algo que interesa tanto a la sociedad como a la industria".

Durante la jornada Reorientación del Sistema Sociosanitario ante el reto de la Cronicidad, organizada por La Princesa, su instituto de investigación biomédica y el laboratorio farmacéutico MSD, se han analizado diferentes iniciativas que buscan centrarse más en los pacientes crónicos. "Como toda tecnología debe testarse, los proyectos se pueden iniciar con apoyo empresarial, pero luego tienen que tener la fuerza administrativa suficiente como para que no los sustenten sólo los profesionales", dice José Vivancos, jefe del Servicio de Neurología del hospital.

El servicio de Vivancos está inmerso en varios proyectos. En la Unidad de Demencia se han planteado, entre otras cosas, la necesidad del enfoque multidisciplinar: "Hay que colaborar con otros servicios, como Reumatología, pero sobre todo con atención primaria, sobre la que recaerá mucha carga". Aunque los resultados son temporales, han logrado reducir la demanda de consulta presencial por parte de estos pacientes.

Otra área en la que están trabajando es la enfermedad de Parkinson inicial. Con un actígrafo -Somnowatch- que registra el movimiento y un sensor que diferencia entre día y noche, han logrado reducir un 32 por ciento el tiempo en el que se alcanza la dosis máxima en el tratamiento del paciente. La intención es usarlo también en Parkinson avanzado.

Además están inmersos en un proyecto de la unidad de enfermedades desmielinizantes, "la segunda causa más frecuente de discapacidad en jóvenes tras los accidentes de tráfico". Aquí han puesto en marcha una consulta telemática y telefónica diaria para consultas médicas, de enfermería y administrativas. Según un estudio preliminar, han logrado "un importante ahorro de visitas, un mejor control de la enfermedad y una mayor satisfacción del paciente".

EPOC

La telemedicina también es la protagonista del proyecto Promete, de telemonitorización domiciliaria en enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que busca evaluar la efectividad del sistema de telemonitarización en cuanto a agudización, ingresos hospitalarios y exitus, según Gonzalo Segrelles, facultativo especialista de área del Servicio de Neumología de La Princesa.

Gracias a un estudio aleatorizado y con 60 pacientes comenzado el pasado mes de octubre, por el momento han concluido que "la asistencia a los pacientes crónicos debe y está cambiando y las tecnologías de la información y la comunicación son fundamentales y no suponen un engorro para el paciente". Además, en lo que se refiere a satisfacción del paciente, Segrelles ha adelantado que la conformidad de los enfermos ha sido total y que las urgencias, los ingresos y los días de estancia se han reducido a alrededor de la mitad de los registrados en el curso anterior.

Muchas veces se ha acusado a la telemedicina de no terminar de despegar, pero Vivancos y Segrelles están convencidos de su futuro. Las razones del primero radican en el acceso que permite a datos de calidad y a que "hay que adecuar recursos a demanda, y la telemedicina permite tratar a más pacientes con menos recursos". Segrelles la ha defendido porque "podemos controlar mejor al paciente. Se adaptan bien pese a ser mayores. No obstante, se puede perfilar mejor el paciente que puede tratarse así".

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