Las farmacias alertan de que el dinero de la Generalitat para pagar medicamentos se agotará en julio
Salud ha reducido el 26% la partida destinada al gasto farmacéutico para 2012
Ferran Balsells Barcelona 25 ENE 2012 - 18:39 CET
Los presupuestos del Departamento de Salud han vuelto a disparar las alarmas en el sector farmacéutico. La Federación de Asociaciones de Farmacias de Catalunya (Fefac), entidad que reúne a las cuatro patronales de titulares de farmacia de Cataluña, ha alertado hoy de que la partida que la Generalitat destinará para el gasto farmacéutico de la sanidad se agotará apróximadamente durante el mes de julio. Ello implica que la Generalitat se verá obligada a aplazar el pago a las farmacias ya a mediados de este año, denuncia la patronal.
El consejero de Salud, Boi Ruiz, recordó ayer en el Parlament que el Gobierno catalán reducirá el 26% el gasto destinado a la compra de medicamentos con receta de la Seguridad Social. El ahorro, de unos 336 millones de euros, dejará a las farmacias sin fondos. La Fefac ha tachado de "grave e irreal" este ajuste. "No podemos decir a la población que a partir del mes de agosto no se puede poner enferma", ha lamentado con sorna el presidente de Fefac, Josep Esteve.
Desde 2009, el presupuesto en farmacia se ha disminuido en el 44%, según Esteve. Con los nuevos datos, la farmacia representaría el 11,16% del total de presupuesto de Salud, cuando en 2011 suponía el 14% y en 2008 el 19%.
El descontento del sector se suma al rechazo de la tasa de un euro que Salud pretende aplicar a los usuarios de la sanidad pública por cada medicamento. El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ha criticado en reiteradas ocasiones que en el plan diseñado por el Gobierno catalán los farmacéuticos tengan que ejercer de recaudadores de esta tasa.
Este copago, que aún debe negociarse en el Parlament, se ha diseñado con carácter universal: afectará por igual a pensionistas, jubilados y enfermos crónicos, que deberán pagar por cada medicamento lo mismo que, por ejemplo, el presidente Artur Mas, que cobra un sueldo base anual de 144.000 euros, dietas aparte.
Ruiz, sin embargo, pretende pactar algún tipo de límite que se determinará durante la negociación parlamentaria. Este techo se fijaría previsiblemente alrededor de los 61 euros anuales por persona, según fuentes del Gobierno catalán, que tampoco concretan la fecha en que la tasa entrará en vigor ya que aún debe tramitarse la ley. CiU, en todo caso, confía en aplicarla antes del mes de abril pese a que el PSC y ERC reclamaron más equidad en el copago.
El copago permitirá recaudar 102 millones de euros, según cálculos de la Generalitat. La ley lo define como una tasa de expedición de recetas para burlar la normativa estatal, que no otorga a los Gobiernos autónomos competencias para aplicar tasas a la sanidad pública y gratuita. Los usuarios deberán abonar la cantidad directamente a las farmacias, que, posteriormente, la descontarán de la factura que remitan al Departamento de Salud para cobrar los medicamentos.
El colegio de farmacéuticos lamenta que esta medida no sirva para atenuar los retrasos que sufren con relación a las cantidades que les debe la Administración por proporcionar medicamentos a los usuarios de la sanidad pública.
El consejero de Salud, Boi Ruiz, recordó ayer en el Parlament que el Gobierno catalán reducirá el 26% el gasto destinado a la compra de medicamentos con receta de la Seguridad Social. El ahorro, de unos 336 millones de euros, dejará a las farmacias sin fondos. La Fefac ha tachado de "grave e irreal" este ajuste. "No podemos decir a la población que a partir del mes de agosto no se puede poner enferma", ha lamentado con sorna el presidente de Fefac, Josep Esteve.
Desde 2009, el presupuesto en farmacia se ha disminuido en el 44%, según Esteve. Con los nuevos datos, la farmacia representaría el 11,16% del total de presupuesto de Salud, cuando en 2011 suponía el 14% y en 2008 el 19%.
El descontento del sector se suma al rechazo de la tasa de un euro que Salud pretende aplicar a los usuarios de la sanidad pública por cada medicamento. El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona ha criticado en reiteradas ocasiones que en el plan diseñado por el Gobierno catalán los farmacéuticos tengan que ejercer de recaudadores de esta tasa.
Este copago, que aún debe negociarse en el Parlament, se ha diseñado con carácter universal: afectará por igual a pensionistas, jubilados y enfermos crónicos, que deberán pagar por cada medicamento lo mismo que, por ejemplo, el presidente Artur Mas, que cobra un sueldo base anual de 144.000 euros, dietas aparte.
Ruiz, sin embargo, pretende pactar algún tipo de límite que se determinará durante la negociación parlamentaria. Este techo se fijaría previsiblemente alrededor de los 61 euros anuales por persona, según fuentes del Gobierno catalán, que tampoco concretan la fecha en que la tasa entrará en vigor ya que aún debe tramitarse la ley. CiU, en todo caso, confía en aplicarla antes del mes de abril pese a que el PSC y ERC reclamaron más equidad en el copago.
El copago permitirá recaudar 102 millones de euros, según cálculos de la Generalitat. La ley lo define como una tasa de expedición de recetas para burlar la normativa estatal, que no otorga a los Gobiernos autónomos competencias para aplicar tasas a la sanidad pública y gratuita. Los usuarios deberán abonar la cantidad directamente a las farmacias, que, posteriormente, la descontarán de la factura que remitan al Departamento de Salud para cobrar los medicamentos.
El colegio de farmacéuticos lamenta que esta medida no sirva para atenuar los retrasos que sufren con relación a las cantidades que les debe la Administración por proporcionar medicamentos a los usuarios de la sanidad pública.
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