Los científicos piden reanudar el estudio de la gripe aviar para evitar una pandemia
Yoshihiro Kawaoka asegura que es “irresponsable y peligroso” no continuar con los experimentos por miedo al bioterrorismo
Agencias / El País Madrid 26 ENE 2012 - 16:56 CET
El jefe de investigación de uno de los estudios que han demostrado que el virus de la gripe aviar (H5N1) puede ser transmitido a través de gotas en el aire, Yoshihiro Kawaoka, ha solicitado hoy reanudar sus ensayos clínicos, interrumpidos después de que el Gobierno de Estados Unidos pidiera a las revistas científicas Science y Nature que no publicaran los detalles de la investigación "para que no sean usados por bioterroristas".
Kawaoka, de la Universidad de Tokio (Japón) y de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), aceptó de forma voluntaria retrasar durante 60 días la publicación de su investigación para dar tiempo al debate sobre la seguridad o el riesgo que pueda suponer hacer público su trabajo. También lo hizo Ron Fouchier, virólogo del Centro Médico Universitario Erasmus, jefe de otro equipo que también ha hallado las mutaciones que harían contagiosa la gripe aviar. Pero ahora, en declaraciones a Nature, el japonés ha decidido subrayar la importancia del estudio y asegura que detenerlo sería "irresponsable y peligroso", ya que el virus de la gripe aviar es mortal y "puede causar pandemias".
Kawaoka cita como ejemplo de la peligrosidad de este virus al brote que hubo en España durante la segunda década del siglo pasado. "Mató a un número estimado de entre 20 y 50 millones de personas en todo el mundo", mantiene. En su morfología actual solo se puede contraer a través de un contacto cercano con patos, pollos u otras aves que porten el virus, y en ningún caso puede ser traspasado a través de personas infectadas. Pero según la investigación de Kawaoka, hay tres mutaciones inducidas por el virus que pueden volverse transmisibles a través del aire entre hurones, que son considerados buenos modelos de cómo funciona la gripe en los humanos. Si esas mutaciones llegaran a transmitirse entre humanos, “podría desatarse una pandemia letal”, advierte el científico.
Desde Holanda, el virólogo Ron Fouchier defiende también la necesidad de publicar estas investigaciones. “Si no compartimos la información con el resto de la comunidad científica, será difícil prevenir una posible pandemia”, afirmó a EL PAÍS la semana pasada. “Trabajamos en condiciones de máxima seguridad biológica y hay riesgos, claro que sí. Pero es mayor el beneficio que supone prevenir una posible pandemia de gripe aviar. Estas trabas entorpecen el desarrollo científico. En EE UU, sin embargo, el peligro de bioterrorismo les parece enorme”, añadió.
Kawaoka, de la Universidad de Tokio (Japón) y de Wisconsin-Madison (Estados Unidos), aceptó de forma voluntaria retrasar durante 60 días la publicación de su investigación para dar tiempo al debate sobre la seguridad o el riesgo que pueda suponer hacer público su trabajo. También lo hizo Ron Fouchier, virólogo del Centro Médico Universitario Erasmus, jefe de otro equipo que también ha hallado las mutaciones que harían contagiosa la gripe aviar. Pero ahora, en declaraciones a Nature, el japonés ha decidido subrayar la importancia del estudio y asegura que detenerlo sería "irresponsable y peligroso", ya que el virus de la gripe aviar es mortal y "puede causar pandemias".
Kawaoka cita como ejemplo de la peligrosidad de este virus al brote que hubo en España durante la segunda década del siglo pasado. "Mató a un número estimado de entre 20 y 50 millones de personas en todo el mundo", mantiene. En su morfología actual solo se puede contraer a través de un contacto cercano con patos, pollos u otras aves que porten el virus, y en ningún caso puede ser traspasado a través de personas infectadas. Pero según la investigación de Kawaoka, hay tres mutaciones inducidas por el virus que pueden volverse transmisibles a través del aire entre hurones, que son considerados buenos modelos de cómo funciona la gripe en los humanos. Si esas mutaciones llegaran a transmitirse entre humanos, “podría desatarse una pandemia letal”, advierte el científico.
Desde Holanda, el virólogo Ron Fouchier defiende también la necesidad de publicar estas investigaciones. “Si no compartimos la información con el resto de la comunidad científica, será difícil prevenir una posible pandemia”, afirmó a EL PAÍS la semana pasada. “Trabajamos en condiciones de máxima seguridad biológica y hay riesgos, claro que sí. Pero es mayor el beneficio que supone prevenir una posible pandemia de gripe aviar. Estas trabas entorpecen el desarrollo científico. En EE UU, sin embargo, el peligro de bioterrorismo les parece enorme”, añadió.
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