lunes, 2 de enero de 2012

"Nuestros dioses en Semicyuc son la calidad y la seguridad" - DiarioMedico.com

defiende el nivel de españa en este campo

"Nuestros dioses en Semicyuc son la calidad y la seguridad"

Las infecciones cero en un hospital seguirán siendo territorio de ciencia ficción. Pero el hecho de aceptarlo no impide tratar de minimizarlas lo máximo posible. En España estamos en esa senda, según reconocen José Cuñat y Lluís Blanch, de la Semicyuc.
David Rodríguez Carenas   |  02/01/2012 00:00

Muchas veces se ha comparado el peligro de morir en el hospital por una infección nosocomial con el de los accidentes en carretera. Desde la publicación de To err is human coincidiendo con el cambio de siglo, la conciencia sobre los riesgos en las unidades de cuidados intensivos ha aumentado progresivamente. Hoy las cosas están bastante mejor si nos atenemos a las 66 muertes evitadas con el trabajo español Bacteriemia Zero (ver DM del 28-X-2011).

"En España la Medicina Intensiva ha evolucionado. No tratamos enfermos terminales sino críticos con posibilidades de vivir. Lo hacemos bien, pero sólo se habla de cuando los pacientes retornan a la sociedad con problemas y no de los que, tras cuatro meses en la UCI, vuelven sanos a sus puestos de trabajo. Nuestros dos dioses son la calidad y la seguridad", explica a Diario Médico José Cuñat, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), como balance de la situación en nuestro país. "Las cosas se han hecho bien y hay que seguir así. Por eso el modelo se exporta, por ejemplo, a los países latinoamericanos".

Uno de los datos que según Cuñat ilustra la buena salud de las UCI españolas es su presencia internacional: "En el congreso europeo siempre somos los primeros o los segundos con más presentaciones, y en el americano siempre hay ponentes españoles". Además, el SCImago Journal & Country Rank -de 2007- sitúa a España en el quinto puesto por publicaciones de Medicina Intensiva.

Los reconocimientos siguen con el tema de los indicadores, donde el trabajo español ha sido reconocido en todo el mundo, según Lluís Blanch, vicepresidente de la Semicyuc. "Nuestros anteriores indicadores -más de cien- eran de 2007, y ahora hemos ajustado -no cambiado- quince o dieciseis a causa de nuevas evidencias científicas obtenidas gracias al benchmarking o para buscar eficiencia". Entre las modificaciones están las tasas de infección y los indicadores de calidad. La comparación siempre será una de las mejores formas de evolucionar, y para ello hay que adaptar los indicadores constantemente. Blanch reconoce que es difícil comparar; "por eso estamos intentando homologar".

Mejoras con un límite
Presentados los datos de Bacteriemia Zero queda patente la mejoría, pero "no nos podemos detener aquí", señala el vicepresidente de la Semicyuc. Por eso propone seguir algunas de las medidas sencillas que defiende el iniciador del Bacteriemia Zero original, en Estados Unidos, Peter Pronovost, como el lavado de manos. Eso sí, "la bacteriemia cero como tal, igual que la infección cero, es una utopía, y la gente lo tiene que saber".

Por eso el futuro pasa por "implantar medidas de mejora y formar sobre ellas. Además, habrá que ver si el descenso en los incidentes se mantiene o hay que hacer reciclaje. La seguridad global tiene que ser precisamente eso, global, es decir, también para celadores, enfermeras...", apunta Cuñat.

Investigación y eficiencia

Entre los retos del futuro, en la Semicyuc se plantean mantener o aumentar los estandares en materia de I+D. "La investigación española es puntera, a pesar de contar con un porcentaje del PIB dedicado a la Sanidad más bajo que en otros lugares", defiende José Cuñat, presidente de la sociedad. "Nos movemos en un entorno muy tecnológico, dependiente de los sistemas de información. Hay que aprovechar las oportunidades de trabajar para entrar en temas de transferencia tecnológica y buscar junto a la industria los problemas de los profesionales", añade Cuñat. También se han adaptado a los tiempos: "Hace años se oficializó que los intensivos eran muy caros. Nos hemos preocupado por costes y por la gestión clínica", concluye Lluís Blanch, vicepresidente de la Semicyuc.
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