Valorar la ciencia sea cual sea su responsable

La biotecnología, parte importante de la ciencia, ha perdido un ministerio y ha ganado una secretaría de Estado; si la ex-ministra Cristina Garmendia estaba íntimamente ligada al sector, lo mismo sucede con la secretaria de Estado, Carmen Vela. La biotecnología tiene nombre en la política científica, pero no termina de calar; los recortes anunciados en I+D+i preocupan más que el nombre de la institución que gobierne la ciencia en España.

José A. Plaza | 10/01/2012 00:00

No se puede negar que la biotecnología se abre hueco en la política. Un hecho, más anecdótico que trascendente, da fe de ello: quienes lideran la política científica en España lo hacen viniendo de este sector.

La secretaria de Estado de Investigación, Innovación y Desarrollo España, Carmen Vela, ha llegado al cargo como presidenta de la Sociedad Española de Biotecnología (Sebiot) y de la compañía biotecnológica Ingenasa; un camino muy parecido al que siguió Cristina Garmendia, que llegó a ser ministra de Ciencia e Innovación tras dejar la presidencia de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio) y de la empresa biotecnológica Genetrix.

José María Valpuesta: "En los últimos años la biotecnología no ha recibido ningún trato de favor, ni se espera que lo reciba ahora"

La eliminación de la cartera de ciencia y la creación de la secretaría de Estado de I+D+i no han dejado indiferente al sector. Aunque hay que dejar tiempo para comprobar lo acertado de ambas decisiones, tres personas directamente vinculadas con la biotecnología han comentado a Diario Médico sus impresiones al respecto; hay expectación y preocupación.

José Luis García López, predecesor de Vela en la dirección de la Sebiot, cree que la transformación del ministerio de Ciencia en la nueva Secretaria de Estado "no debería afectar al desarrollo de la biotecnología en España, ni en lo que concierne al avance de la investigación académica ni en lo que respecta al desarrollo del sector empresarial".

Jaime del Barrio: "¿Ministerio o secretaría de Estado? Lo que interesa de verdad es seguir apoyando la investigación sanitaria"

Sin tratos de favor
García López, que desarrolla su labor en el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), ve el haz y el envés de la situación y no tiene del todo claro que la biotecnología haya calado en la política científica. A su juicio, durante los últimos años "no recibió ningún trato de favor por el anterior ministerio, ni se espera que lo tenga desde la nueva secretaría de Estado, puesto que el Plan Nacional de I+D+I se ha prorrogado tal cual y, por lo tanto, no hay cambio de objetivos". De hecho, señala que la Acción Estratégica de Biotecnología, contemplada como objetivo prioritario en el anterior Plan Nacional de I+D+I, "nunca llegó a desarrollarse y, de facto, hace tiempo que había desaparecido su referencia en la propia página web del extinto Ministerio de Ciencia".

Por su parte, Jaime del Barrio, director general del Instituto Roche, advierte de que "la controvertida medida de eliminar el ministerio y crear una secretaría de Estado supone, en principio, únicamente un gesto simbólico que puede ser interpretado de diferentes formas según el prisma desde el que se mire". Del Barrio, consejero de Sanidad en Cantabria hace años, sugiere centrar el debate: "Discutir a este respecto está hurtando el protagonismo a lo que verdaderamente interesa: que se siga respaldando de forma clara y decidida la investigación sanitaria en nuestro país". Según cree, el lugar desde el que se lleve a cabo esta labor es lo de menos: "Lo trascendental es que se le otorgue contenido a esta política sanitaria y que se diseñen unas líneas maestras de actuación que permitan a España ocupar el lugar que le corresponde a nivel internacional".

No poner puertas al campo

A su juicio, la investigación sanitaria y biotecnológica "no debe ser una parcela acotada y no puede circunscribirse únicamente al ámbito de actuación de una secretaría de Estado o, incluso, de un ministerio". La coyuntura económica, la instauración de una eficiente red de centros investigadores y la capacidad demostrada por los científicos españoles "invitan a apostar decididamente por extender y ampliar las iniciativas biotecnológicas de I+D+i, situándolas como un pilar estratégico de la acción del Gobierno".

José María Valpuesta: "La nueva secretaría de Estado es una incógnita; Vela conoce la ciencia y tiene ganas de hacer cosas por ella"

Se esperan tiempos (más) duros. García López observa que el crecimiento experimentado por el sector en los últimos años "se ha producido esencialmente gracias a su propio efecto tractor en la economía nacional y mundial". La biotecnología se verá afectada por los anunciados recortes en la inversión en I+D+I en la medida que afecten a la economía española, aunque hay espacio para el optimismo: "En lo que se refiere al mundo académico, todas las disciplinas científicas los sufrirán, con especial protagonismo de las que necesitan de grandes infraestructuras, que no es el caso de la biotecnología". Sin embargo, el sector empresarial biotecnológico lo ve más negro, ya que "está soportado por empresas pequeñas de base tecnológica que necesitan más del apoyo a la I+D+i".

El investigador del CIB ve probable que muchas empresas biotec, sobre todo las spin-off universitarias, desaparezcan a corto plazo debido a los recortes, "ya que en buena parte su actividad se nutre de esta inversión estatal en I+D+i y su competitividad depende del desarrollo de tecnologías punteras que necesitan inversiones que rinden y dan fruto a medio y largo plazo". Por ello, el ámbito empresarial biotecnológico "debería recibir un apoyo especial por parte del Ministerio de Economía y Competitividad".García López apunta hacia acciones concretas. "El sector biotecnológico espera que la Secretaría de Estado de I+D+i, que tiene la misión de desarrollar las estrategias y planes junto con las dos nuevas agencias estatales que les darán cobertura, "sea sensible al papel prioritario que la biotecnología juega como motor fundamental del desarrollo de la Bioeconomía del siglo XXI".

Un espectador de lujo
El Centro Nacional de Biotecnología, que cumple este año su 25 aniversario, lleva mucho tiempo contemplando cómo la política científica no acaba de despegar en España. José María Valpuesta, director del CNB, confiesa que, por el momento, "la nueva secretaria de Estado es una incógnita. Carmen Vela es una empresaria que conoce el mundo de la ciencia y me consta que tiene ganas de hacer cosas".

Pero no vale sólo con eso: "También prometía nuestra antigua ministra y luego los resultados no fueron los que se esperaban". En cualquier caso, las noticias no son halagüeñas: "Los recortes en el presupuesto dedicado a la I+D+i no ayudarán a que España invierta para cambiar su modelo productivo". La suerte está echada, pero aún se puede influir sobre ella.

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