TECNOLOGÍA | Con fines médicos
EEUU revisará las apps que puedan suponer un riesgo para la salud
- La FDA regulará las aplicaciones que funcionen como un dispositivo médico
- Insiste en que se trata de aquéllas cuyo mal funcionamiento puede ser un riesgo
- Se calcula que existen en el mercado alrededor de 17 millones de apps médicas
La agencia estadounidense del medicamento (FDA) trata de adaptarse a las nuevas tecnologías y ha elaborado un reglamento para prevenir los posibles riesgos para la salud relacionados con aplicaciones médicas a través de teléfonos móviles y tabletas. Según ha aclarado este organismo en un comunicado, pondrá el foco sobre todo en aquellas apps que puedan suponer un riesgo para la salud de los consumidores, que deberán tener su visto bueno antes de salir al mercado.
La agencia del medicamento aclara que la mayoría de apps son inocuas para el consumidor, pero sí tendrá que dar el visto bueno a aquellas otras que se vayan a utilizar con los mismos fines que un dispositivo médico (como un medidor del ritmo cardiaco) y que serán sometidos a los mismos controles que estos.
La FDA aclara que "no regulará la venta de dispositivos como teléfonos o tabletas, de la misma manera que no regula a los distribuidores de aplicaciones" como iTunes o Google Play Store. Sin embargo, sí ha subrayado que pondrá todo su énfasis en aquellas apps que pretendan transformar los teléfonos de última generación en dispositivos médicos, éstos sí regulados por la FDA (como electrocardiogramas o medidores de glucosa).
Los analistas del sector calculan que existen más de 17.000 aplicaciones médicas en el mercado, desde contadores de calorías a supuestos detectores de lunares malignos. La FDA admite que la mayoría de ellas no suponen ningún riesgo para la salud de los usuarios, pero sí está preocupada por aquellas que se 'extralimitan' en sus funciones tecnológicas.
"Las apps tienen el potencial de transformar la asistencia sanitaria permitiendo a los pacientes diagnosticar a pacientes con enfermedades graves fuera de un entorno sanitario tradicional; ayudando al consumidor a llevar un mejor control de su salud o accediendo a información útil en cualquier momento", aclara Jeffrey Shuren, director de la oficina tecnológica de la FDA.
El borrador inicial de la FDA publicado en julio de 2011 ha recibido 130 comentarios hasta llegar a la versión definitiva que se acaba de presentar. "Hemos trabajado duro para lograr el equilibrio, revisando únicamente las apps que pueden suponer un riesgo para la salud del consumidor en caso de que no funcionen apropiadamente", concluye la nota. "Nuestra nueva política sobre aplicaciones médicas les da a los desarrolladores la claridad que necesitan para seguir desarrollando estos importantes productos".
La agencia del medicamento aclara que la mayoría de apps son inocuas para el consumidor, pero sí tendrá que dar el visto bueno a aquellas otras que se vayan a utilizar con los mismos fines que un dispositivo médico (como un medidor del ritmo cardiaco) y que serán sometidos a los mismos controles que estos.
La FDA aclara que "no regulará la venta de dispositivos como teléfonos o tabletas, de la misma manera que no regula a los distribuidores de aplicaciones" como iTunes o Google Play Store. Sin embargo, sí ha subrayado que pondrá todo su énfasis en aquellas apps que pretendan transformar los teléfonos de última generación en dispositivos médicos, éstos sí regulados por la FDA (como electrocardiogramas o medidores de glucosa).
Los analistas del sector calculan que existen más de 17.000 aplicaciones médicas en el mercado, desde contadores de calorías a supuestos detectores de lunares malignos. La FDA admite que la mayoría de ellas no suponen ningún riesgo para la salud de los usuarios, pero sí está preocupada por aquellas que se 'extralimitan' en sus funciones tecnológicas.
"Las apps tienen el potencial de transformar la asistencia sanitaria permitiendo a los pacientes diagnosticar a pacientes con enfermedades graves fuera de un entorno sanitario tradicional; ayudando al consumidor a llevar un mejor control de su salud o accediendo a información útil en cualquier momento", aclara Jeffrey Shuren, director de la oficina tecnológica de la FDA.
El borrador inicial de la FDA publicado en julio de 2011 ha recibido 130 comentarios hasta llegar a la versión definitiva que se acaba de presentar. "Hemos trabajado duro para lograr el equilibrio, revisando únicamente las apps que pueden suponer un riesgo para la salud del consumidor en caso de que no funcionen apropiadamente", concluye la nota. "Nuestra nueva política sobre aplicaciones médicas les da a los desarrolladores la claridad que necesitan para seguir desarrollando estos importantes productos".
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