viernes, 20 de septiembre de 2013

Jóvenes libres de humo


Primavera sin tabaco

Jóvenes libres de humo

El Instituto Nacional de Cáncer junto al Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación proponen este 21 de septiembre una primavera libre de humo. El objetivo es comenzar a generar un cambio cultural en los jóvenes para promover nuevos valores, contrarios a los instalados por la industria tabacalera.

“Primavera sin Tabaco”, “Fumar ya fue”, “Fumar apesta”. Éstas son algunas de las consignas que lanza el Instituto Nacional del Cáncer (INC) para este 21 de septiembre, que junto al Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación se proponen llegar a los más jóvenes, un sector etario al que las tabacaleras han apuntado fuertemente con sus estrategias de marketing.

En Argentina aproximadamente el 22% de los jóvenes de entre 13 y 15 años fuma tabaco, y la edad de inicio en el tabaquismo es entre los 12 y 13 años. Pero 6 de cada 10 fumadores actuales quieren dejar de fumar y el 83,6% de los adolescentes está a favor de la prohibición de fumar dentro de espacios públicos cerrados. Por otra parte, muchos de los jóvenes, fumadores o no, están expuestos al humo de tabaco ajeno en el hogar (47,5%) y en espacios públicos cerrados (52,5%). Éstos son algunos de los datos que arroja la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes en el capítulo argentino, llevada a cabo por el Ministerio de Salud de la Nación en 2012. En este sentido, Jonatan Konfino, coordinador del Programa comentó que “la encuesta de tabaquismo en jóvenes es la cuarta realizada en el país y nos permite contar con información actualizada para seguir de cerca el consumo de tabaco en los jóvenes”, al tiempo que agregó: “este estudio nos da la posibilidad de diseñar políticas orientadas a los jóvenes y evaluar su impacto, es destacable que en los últimos 4 años 30 mil jóvenes dejaron de fumar”.

La incidencia del tabaquismo en los adolescentes y la precocidad en el inicio están fuertemente influenciadas por las estrategias de marketing que las tabacaleras desarrollaron durante años dirigidas a los jóvenes, instalando estereotipos positivos en torno al hecho de fumar. Según señala un estudio realizado por investigadores de Argentina y Estados Unidos -publicado en la revista Tobacco Control-, parte de estas estrategias consistía en realizar perfiles psicográficos de los jóvenes argentinos para dirigir sus campañas publicitarias a esa franja etaria y lograr el aumento del consumo de sus productos. “Con un método similar al utilizado en otros países, Philip Morris y la British American Tobacco (BAT) -las dos compañías que dominan el mercado del tabaco en la Argentina- estudiaron las actitudes de los jóvenes, sus estilos de vida, valores y aspiraciones y los clasificaron como progresistas o conservadores. Esta segmentación del mercado joven les sirvió para dirigirse con mensajes más eficaces”, señala el doctor Raúl Mejía, uno de los responsables de la investigación y coordinador del Área de Tabaco del INC del Ministerio de Salud de la Nación.

La investigación analizó documentos desclasificados de la industria tabacalera y publicidades aparecidas en revistas y diarios argentinos. Entre el material analizado, los investigadores hallaron que se promocionaba Lucky Strike entre los ‘‘progresistas’’ utilizando películas de Hollywood en sus publicidades y promoviendo las libertades individuales y un estilo de vida más liberal. Y para dirigirse al segmento “conservador” se utilizaron en las campañas publicitarias de Marlboro valores más de tipo “nacionalistas” y asociados a la familia.

Claro que el escenario en Argentina cambió con la promulgación y reglamentación de Ley 26.687 -de “Regulación de la publicidad, promoción y consumo de los productos elaborados con tabaco”- en relación a la etapa que cubría la investigación, ya que para la misma se tomaron documentos del periodo 1995-2004. “La prohibición de la publicidad dispuesta por la ley y la obligatoriedad de los espacios libre de humo son medidas que ayudan a disuadir a las personas de fumar y hace que haya menos estímulos para que los jóvenes se inicien -reconoce Mejía- Pero todavía es necesario contrarrestar los estereotipos positivos que la industria ha instalado, como que al fumar se es más canchero o más sexy, por ejemplo”.

Asimismo, desde el Programa Nacional de Control de Tabaco se está trabajando para concientizar a la población y vehiculizar las denuncias por infracciones a la ley a través del 0800-999-3040, por correo electrónico a controldetabaco@msal.gov.ar  y en  la página web www.msal.gov.ar/tabaco. ”Si bien falta mucho por hacer y la encuesta  de tabaquismo en jóvenes muestra que estos aún se encuentran expuestos al humo de tabaco ajeno, creemos que con la implementación de la ley va a mejorar la situación, estamos trabajando para empoderar a los jóvenes para que hagan valer sus derechos y realicen denuncias”, agregó Konfino.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prohibición integral de la publicidad y la promoción reduce el consumo de tabaco en alrededor de un 7%, con independencia de otras intervenciones (como la obligatoriedad de espacios libres de humo, por ejemplo). Con este tipo de restricción en algunos países se han registrado disminuciones del consumo de hasta el 16%.

Sin embargo, la ley nacional no se ocupa del aumento de precio de los cigarrillos vía impuestos, un aspecto fundamental para combatir la epidemia del tabaquismo. Aumentar el precio minorista de los productos del tabaco aplicando impuestos más elevados es la medida que por sí sola resulta más eficaz para disminuir el consumo y alentar a los consumidores a abandonar el tabaco. Investigaciones de la OMS muestran que en los países de ingresos altos, un incremento de los precios del tabaco en un 10% puede provocar una reducción del consumo en un 4% aproximadamente. Es probable que el efecto de las subidas de precios en la reducción del consumo sea más marcado en los países de ingresos bajos y medianos.

En esta línea, el Ministerio de Salud se encuentra trabajando con el Ministerio de Economía, para generar una política de aumento de impuestos, que va a tener un impacto positivo, tanto en la salud de la población, como en la recaudación impositiva.

Si bien  todavía quedan muchas cuestiones pendientes, los jóvenes se hallan protegidos en varios aspectos con la nueva ley de Argentina. Es importante trabajar en el aspecto cultural para generar nuevos valores que desalienten a los jóvenes de fumar. “Por eso resulta fundamental conocer la forma en que la industria del tabaco ha ampliado los mercados tradicionalmente orientados a los jóvenes”, señala Mejía.


Cifras del tabaquismo en la Argentina
          200.000 personas enferman anualmente por motivos atribuibles al tabaco: EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), Enfermedades Cardíacas, Neumonía, ACV (Accidente Cerebro Vascular) y Cáncer.
          Mueren 40.000 personas por año por consumo de tabaco, de las cuales 6.000 no son fumadoras sino que se ven afectadas por el humo ambiental de tabaco.
          18.991 personas son diagnosticadas de un cáncer provocado por  el tabaquismo  anualmente.
          Cada año se pierden 926.878 años de vida por muerte prematura y discapacidad.
          El tabaquismo genera un costo directo anual de aproximadamente 21 mil millones de pesos. Esto representa aproximadamente el 1% del producto bruto interno (PBI) y el 12% del monto que Argentina gasta en salud cada año.
          4 encuestas mundiales de tabaquismo en jóvenes.
          30 mil jóvenes dejaron de fumar en los últimos 4 años.






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