Jóvenes libres de humo
El
Instituto Nacional de Cáncer junto al Programa Nacional de Control del Tabaco
del Ministerio de Salud de la Nación proponen este 21 de septiembre una
primavera libre de humo. El objetivo es comenzar a generar un cambio cultural
en los jóvenes para promover nuevos valores, contrarios a los instalados por la
industria tabacalera.
“Primavera
sin Tabaco”, “Fumar ya fue”, “Fumar apesta”. Éstas son algunas de las consignas
que lanza el Instituto Nacional del Cáncer (INC) para este 21 de septiembre,
que junto al Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud de
la Nación se proponen llegar a los más jóvenes, un sector etario al que las
tabacaleras han apuntado fuertemente con sus estrategias de marketing.
En
Argentina aproximadamente el 22% de los jóvenes de entre 13 y 15 años fuma
tabaco, y la edad de inicio en el tabaquismo es entre los 12 y 13 años. Pero 6
de cada 10 fumadores actuales quieren dejar de fumar y el 83,6% de los
adolescentes está a favor de la prohibición de fumar dentro de espacios
públicos cerrados. Por otra parte, muchos de los jóvenes, fumadores o no, están
expuestos al humo de tabaco ajeno en el hogar (47,5%) y en espacios públicos
cerrados (52,5%). Éstos son algunos de los datos que arroja la Encuesta Mundial
de Tabaquismo en Jóvenes en el capítulo argentino, llevada a cabo por el
Ministerio de Salud de la Nación en 2012. En este sentido, Jonatan Konfino,
coordinador del Programa comentó que “la encuesta de tabaquismo en jóvenes es
la cuarta realizada en el país y nos permite contar con información actualizada
para seguir de cerca el consumo de tabaco en los jóvenes”, al tiempo que
agregó: “este estudio nos da la posibilidad de diseñar políticas orientadas a
los jóvenes y evaluar su impacto, es destacable que en los últimos 4 años 30
mil jóvenes dejaron de fumar”.
La
incidencia del tabaquismo en los adolescentes y la precocidad en el inicio
están fuertemente influenciadas por las estrategias de marketing que las
tabacaleras desarrollaron durante años dirigidas a los jóvenes, instalando
estereotipos positivos en torno al hecho de fumar. Según señala un estudio
realizado por investigadores de Argentina y Estados Unidos -publicado en la
revista Tobacco Control-, parte de estas estrategias consistía en realizar
perfiles psicográficos de los jóvenes argentinos para dirigir sus campañas
publicitarias a esa franja etaria y lograr el aumento del consumo de sus
productos. “Con un método similar al utilizado en otros países, Philip Morris y
la British American Tobacco (BAT) -las dos compañías que dominan el mercado del
tabaco en la Argentina- estudiaron las actitudes de los jóvenes, sus estilos de
vida, valores y aspiraciones y los clasificaron como progresistas o
conservadores. Esta segmentación del mercado joven les sirvió para dirigirse
con mensajes más eficaces”, señala el doctor Raúl Mejía, uno de los
responsables de la investigación y coordinador del Área de Tabaco del INC del
Ministerio de Salud de la Nación.
La
investigación analizó documentos desclasificados de la industria tabacalera y
publicidades aparecidas en revistas y diarios argentinos. Entre el material
analizado, los investigadores hallaron que se promocionaba Lucky Strike entre
los ‘‘progresistas’’ utilizando películas de Hollywood en sus publicidades y
promoviendo las libertades individuales y un estilo de vida más liberal. Y para
dirigirse al segmento “conservador” se utilizaron en las campañas publicitarias
de Marlboro valores más de tipo “nacionalistas” y asociados a la familia.
Claro que
el escenario en Argentina cambió con la promulgación y reglamentación de Ley
26.687 -de “Regulación de la publicidad, promoción y consumo de los productos
elaborados con tabaco”- en relación a la etapa que cubría la investigación, ya
que para la misma se tomaron documentos del periodo 1995-2004. “La prohibición
de la publicidad dispuesta por la ley y la obligatoriedad de los espacios libre
de humo son medidas que ayudan a disuadir a las personas de fumar y hace que
haya menos estímulos para que los jóvenes se inicien -reconoce Mejía- Pero
todavía es necesario contrarrestar los estereotipos positivos que la industria
ha instalado, como que al fumar se es más canchero o más sexy, por ejemplo”.
Asimismo,
desde el Programa Nacional de Control de Tabaco se está trabajando para
concientizar a la población y vehiculizar las denuncias por infracciones a la
ley a través del 0800-999-3040, por correo electrónico a
controldetabaco@msal.gov.ar y en la página web www.msal.gov.ar/tabaco. ”Si
bien falta mucho por hacer y la encuesta
de tabaquismo en jóvenes muestra que estos aún se encuentran expuestos
al humo de tabaco ajeno, creemos que con la implementación de la ley va a
mejorar la situación, estamos trabajando para empoderar a los jóvenes para que
hagan valer sus derechos y realicen denuncias”, agregó Konfino.
Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la prohibición integral de la
publicidad y la promoción reduce el consumo de tabaco en alrededor de un 7%,
con independencia de otras intervenciones (como la obligatoriedad de espacios
libres de humo, por ejemplo). Con este tipo de restricción en algunos países se
han registrado disminuciones del consumo de hasta el 16%.
Sin
embargo, la ley nacional no se ocupa del aumento de precio de los cigarrillos
vía impuestos, un aspecto fundamental para combatir la epidemia del tabaquismo.
Aumentar el precio minorista de los productos del tabaco aplicando impuestos
más elevados es la medida que por sí sola resulta más eficaz para disminuir el
consumo y alentar a los consumidores a abandonar el tabaco. Investigaciones de
la OMS muestran que en los países de ingresos altos, un incremento de los
precios del tabaco en un 10% puede provocar una reducción del consumo en un 4%
aproximadamente. Es probable que el efecto de las subidas de precios en la
reducción del consumo sea más marcado en los países de ingresos bajos y
medianos.
En esta
línea, el Ministerio de Salud se encuentra trabajando con el Ministerio de
Economía, para generar una política de aumento de impuestos, que va a tener un
impacto positivo, tanto en la salud de la población, como en la recaudación
impositiva.
Si
bien todavía quedan muchas cuestiones
pendientes, los jóvenes se hallan protegidos en varios aspectos con la nueva
ley de Argentina. Es importante trabajar en el aspecto cultural para generar
nuevos valores que desalienten a los jóvenes de fumar. “Por eso resulta
fundamental conocer la forma en que la industria del tabaco ha ampliado los
mercados tradicionalmente orientados a los jóvenes”, señala Mejía.
Cifras del tabaquismo en la Argentina
• 200.000 personas enferman anualmente
por motivos atribuibles al tabaco: EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva
Crónica), Enfermedades Cardíacas, Neumonía, ACV (Accidente Cerebro Vascular) y
Cáncer.
• Mueren 40.000 personas por año por
consumo de tabaco, de las cuales 6.000 no son fumadoras sino que se ven
afectadas por el humo ambiental de tabaco.
• 18.991 personas son diagnosticadas de
un cáncer provocado por el
tabaquismo anualmente.
• Cada año se pierden 926.878 años de
vida por muerte prematura y discapacidad.
• El tabaquismo genera un costo directo
anual de aproximadamente 21 mil millones de pesos. Esto representa
aproximadamente el 1% del producto bruto interno (PBI) y el 12% del monto que
Argentina gasta en salud cada año.
• 4 encuestas mundiales de tabaquismo en
jóvenes.
• 30 mil jóvenes dejaron de fumar en los
últimos 4 años.
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