martes, 24 de septiembre de 2013

La alarma social no logra mejorar las becas escolares de comedor | Sociedad | EL PAÍS

La alarma social no logra mejorar las becas escolares de comedor | Sociedad | EL PAÍS

La alarma social no logra mejorar las becas escolares de comedor

Hay comunidades que no han pagado las ayudas del curso pasado y otras quelas suben un 5%, pero recortaron un 20%

La Plataforma por la educación pública inicia una consulta ciudadana sobre el estado de la educación. / Carlos Rosillo

 
Los platos no rebosan en muchas casas este curso. Tanto o más que el pasado. Así que las familias piden que las administraciones tomen cartas en el asunto y no permitan que sus alumnos pasen hambre. Pero su reacción no es en bloque. Mientras Canarias y Andalucía –con una población muy empobrecida y las tasas de paro más altas- prosiguen hasta en verano con sus programas gratuitos de desayunos y comidas (y en algunos casos bolsa con la cena) , en la Comunidad Valenciana y Baleares deben dinero de las ayudas aún del curso  pasado o en Madrid, Castilla La-Mancha o Galicia miles de niños se han quedado sin una cuchara gratuita. Visto el cariz dramático que han tomado los acontecimientos y de los que se hacía eco las ONGs, en Cataluña y en Valencia la partida de comedores ha crecido entorno a un 5% pero, como en los últimos años esta se había encogido un 20% y un 11% (respectivamente), sigue siendo más rácana que antes de la crisis.
Más de tres euros separan el menú escolar más barato (Canarias y Andalucía) del catalán (6,20 euros). Una disparidad de precios que para Jesús María Sánchez, presidente de Ceapa –la federación de asociaciones de padres que asocia a 11.000 ampas- resulta "inaceptable y sangrante”. Debería ser gratuito por ser un "aspecto educativo dentro del horario escolar". Se pregunta: “¿Cómo puede ser que cueste más comer en un colegio que el menú del día de muchas provincias o el doble que comer en el Parlamento?” Y reclama que el precio sea el mismo para toda España. Algo que, a ojos de la consejera asturiana de Educación, Ana González, es una quimera. “Las competencias están transferidas a las comunidades y no se puede comparar el nivel de vida, la cesta de la compra, de Cataluña con la de Asturias”.

La Federación de Asociaciones Dedicadas a la Restauración Social (FEADRS) achaca la diferencia de los menús al precio de los productos y el de la mano de obra. Se necesita un vigilante por cada 20 niños de infantil o 30 de primaria. Por eso, en colegios que quedan un puñado de alumnos a raíz de la crisis, optan por juntarse con los comensales de un centro vecino. En la Comunidad Valenciana el sindicato CSFI ha denunciado que la Consejería obliga a los maestros de educación especial a ejercer de monitores de comedor. Y a la los directores de los centros les escama que en la instrucción de este año no conste que la Generalitat va a pagar 1,45 euros por cada uno de los comensales, cantidad que se emplean en pagar monitores y comida. “Nos da miedo que se baje la calidad o que no se cuide bien a los niños”, se alarman los padres de la asociación Gonzalo Anaya. Fuentes del Gobierno aseguran que se abonará.

Los padres de Valencia proponen que haya menús gratis en secundaria

Este curso se beneficiarán de una beca en Cataluña entre 2.000 y 4.000 niños más que el año pasado, tras ampliarse esta partida 1,8 millones para no dejar de atender a todo menor con "privaciones alimentarias". Un cuarto año de recortes no era asumible y menos a 6,20 euros el menú. Con eso comen dos canarios o asturianos y sobran 20 céntimos. El Marco Unitario de la Comunidad Educativa, que agrupa a sindicatos, docentes y familias, cree que aun así 10.000 niños quedarán desasistidos.

En la Comunidad Valenciana, como en Cataluña, los alumnos de centros concertados podrán solicitar la beca. Así que parte de los cuatro millones de euros que sube la partida de comedor –para 80.000 comensales, aunque hay 130.000 solicitudes- se gastarán en ellos. La Gonzalo Anaya está de acuerdo en que la ayuda llegue también a la concertada, “no somos tan insolidarios”, pero recuerda que los institutos no cuentan con comedores (a diferencia de los privados) y, por tanto, sus alumnos no se pueden beneficiar. “Pedimos que hubiese comidas en las cantinas gratuitas para los necesitados de Secundaria, pero no nos han hecho caso”, se lamentan.

Y falta saber cuándo llegará en la Comunidad Valenciana la ayuda para el comedor de 2013-2014, porque no se ha pagado a los monitores del año pasado y las becas de comedor a las empresas desde enero. En Islas Baleares más de lo mismo. Se acaba de publicar la convocatoria de ayudas del año pasado. En la consejería aseguran que “es retroactivo porque hay que demostrar que se ha utilizado el comedor el 70% de los días” y recuerdan que antes del verano terminaron de saldar su deuda de comedor que se remontaba al curso 2008-2009. ¿Y qué pasa con los que no tienen para adelantar ese dinero?”, se plantean las familias. El comedor es uno de los motivos por los que docentes y alumnos de Baleares están en huelga desde el inicio del curso. Apenas se dan 1.000 ayudas cuando en primaria en la pública hay 41.000 alumnos.

Canarias y Asturias, con los precios más bajos, apuestan por el mercado local

En Castilla-La Mancha reconocen que se ha perdido un 30% de los comensales, pero precisan que su consejería no ha cerrado ningún comedor. “Han sido los centros los que, por falta de demanda, han tomado la decisión de cerrar”. Según la Ceapa, en Guadalajara se han clausurado 14 comedores, tras bajar los usuarios un 47% al reducirse las ayudas un 89%, pasando de becarse a 3.600 a 381 chicos.

La patronal de la restauración colectiva recuerda que hasta este septiembre han estado cobrando con una demora media de 240 días en el sector educativo. El nuevo plan de proveedores de este septiembre está suponiendo cierto respiro aunque "todos" los Gobieros autonómicos les achuchan para que no encarezcan los menús. “Tenemos que agradecer a las empresas canarias el esfuerzo tan grande que han hecho para no subir los precios”, alaba Georgina Molina, directora general de ordenación educativa de Canarias. “¿Por qué precios bajos? Porque apostamos por productos del mercado local. Nuestra pesca, nuestras verduras... Y por una gestión directa con las empresas que son pequeñas y con una gran responsabilidad social”. La consejera asturiana apunta la misma estrategia: “Hay que fomentar la educación sana en muchos aspectos”.
La ley de educación obliga a que todo alumno que estudie lejos de su casa reciba gratis transporte. Ello supone un ingente desembolso de millones en regiones con zonas rurales muy dispersas -como Asturias, Castilla y León y Aragón- donde la gran subida del precio del carburante para los autobuses va a obligar a agrandar esa partida. “Cada vez que me acerco a una gasolinera tiemblo”, confiesa la consejera asturiana. En todas ellas el presupuesto para comedor no ha variado (si acaso subido algo), al igual que en La Rioja o Navarra. En Aragón ya no ofertan medias becas porque las familias, por falta de medios para pagar el 50%, renunciaban a ellas.

Andalucía y Canarias, donde la situación es más dramática,  dar de comer es prioridad absoluta
En Galicia, con la misma dispersión, al final del curso pasado se estableció el copago y 20.000 familias se quedaron sin gratuidad para un menú que ha subido su precio un 40%. Su intención, señalan fuentes de la consejería gallega, es ayudar por renta y no por proximidad o lejanía al centro (antes cualquier niño que viviese a más de dos kilómetros recibía el menú gratis). "La educación gratuita que garantiza la Constitución no contempla el servicio de comedor porque no lo considera un elemento integrador", se defiende el secretario general de la Conserjería de Educación, Jesús Oitavén. Su Gobierno asegura que este curso cuenta con una partida de comedores de 27,8 millones, 3,8 millones más que el pasado año.

La otra cara de la moneda son Andalucía y Canarias, donde la situación es tan dramática que dar de comer a los alumnos es prioridad absoluta. El curso en Andalucía arranca con 11 comedores más y el 50% de los alumnos tienen la gratuidad total del comedor, frente al 19,4% de hace cuatro cursos. La tendencia es la contraria en Madrid, donde han pasado de dar 112.000 becas en 2010 a cubrir un tercio y ahora tan solo las de extrema necesidad. No hay cifras del número de beneficiarios ni de su presupuesto. Su intención de cambiar menús por tarteras (3,80 euros diarios por llevarla) ha sido un auténtico fracaso. Más allá de su desproporcionado precio, la patronal FEADRS lo explica: “Se necesita personal que recepcione las tarteras por la mañana, que las etiquete y luego las distribuya y vigile. También tener instalaciones y unas medidas higiénicas muy estrictas para que no pueda haber contaminación alimentaria. Por eso en pocos centros se llevan tarteras. Hemos calculado que si un monitor calienta en cuatro microondas, el niño número 15 empieza a comer 20 minutos después que el resto”.

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