Sanidad aboga por regular el cigarrillo electrónico igual que el tabaco
En una respuesta parlamentaria, el Gobierno reconoce que es "un producto problemático"
España carece de una normativa específica, pero la UE apuesta por equiparlo con el tabaco
E. G. S. Madrid 12 DIC 2013 - 20:45 CET
¿El principio del fin del limbo jurídico en el que descansan los cigarrillos electrónicos? El Ministerio de Sanidad aboga por regular estos productos y equipararlos al tabaco, según una respuesta parlamentaria a la diputada de CiU en el Congreso Lourdes Ciuró, que los nacionalistas catalanes han dado a conocer hoy. El cigarrillo electrónico es un producto controvertido, puesto que aún no hay mucha información sobre sus efectos en la salud y no está regulado, pese a las numerosas peticiones de distintos organismos y grupos políticos.
Al no estar regulado, estos aparatos --funcionan con una pequeña resistencia eléctrica en su interior que, al apretar un botón, calienta un líquido hasta generar el vapor que se aspira-- se pueden vender en cualquier parte y los pueden comprar los menores de edad. El Gobierno reconoce en su respuesta que son "productos considerados problemáticos al no haber sido evaluados por las autoridades en ningún país". La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja su uso “hasta que no haya datos que demuestren que son productos seguros, eficaces y de calidad aceptable, y que esto esté certificado por un organismo regulador nacional competente”.
Ya el mes pasado la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, afirmó en una entrevista en Los desayunos de TVE que España estaba trabajando con la Unión Europea en un futuro marco normativo que regule los cigarrillos electrónicos. "Es una cuestión que tenemos que regular", aseguró. "Ahora mismo hay abierto un debate en trono a ello", añadió, pero no aclaró si la norma iba a ir en la misma línea que en Cataluña, que ha decidido equiparar los cigarrillos electrónicos con los preceptos de la vigente ley antitabaco. "Hay que verlo, algunas personas lo consideran un medicamento otros un producto de consumo y otros un producto de tabaco, al final lo importante es buscar un punto de equilibrio y hacerlo en todos lo países de la Unión Europea por igual", señalaba entonces.
Según la respuesta a CiU, el Gobierno habría decidido tomar el mismo camino que Cataluña, que no ha querido esperar a que la UE y el Ministerio regulen este producto y se ha adelantado. El Govern ha anunciado que prohibirá el uso de los cigarrillos electrónicos en todas sus dependencias (colegios incluidos), y en los hospitales y centros de atención primaria públicos.
Unos días después del anuncio de la Generalitat, Andalucía también se sumó a la regulación de los cigarrillos electrónicos. La Consejería de Salud adelantó su intención de prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en centros sanitarios y educativos y la propuesta de un acuerdo al Consejo de Gobierno para pedir su regulación. La titular de Salud, María José Sánchez Rubio (PSOE) anunció también que su departamento está estudiando reforzar las inspecciones sobre la publicidad de los cigarrillos electrónicos para evitar que se vendan como una terapia válida para dejar de fumar.
La diputada Ciuró había preguntado qué medidas prevé el Ministerio de Sanidad para proteger a los consumidores de este tipo de productos, especialmente a los menores de edad. El Parlamento Europeo aprobó en octubre pasado que los cigarrillos electrónicos deben regularse como productos de tabaco en la nueva directiva que está elaborando sobre esta materia.
Al no estar regulado, estos aparatos --funcionan con una pequeña resistencia eléctrica en su interior que, al apretar un botón, calienta un líquido hasta generar el vapor que se aspira-- se pueden vender en cualquier parte y los pueden comprar los menores de edad. El Gobierno reconoce en su respuesta que son "productos considerados problemáticos al no haber sido evaluados por las autoridades en ningún país". La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja su uso “hasta que no haya datos que demuestren que son productos seguros, eficaces y de calidad aceptable, y que esto esté certificado por un organismo regulador nacional competente”.
Ya el mes pasado la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Ana Mato, afirmó en una entrevista en Los desayunos de TVE que España estaba trabajando con la Unión Europea en un futuro marco normativo que regule los cigarrillos electrónicos. "Es una cuestión que tenemos que regular", aseguró. "Ahora mismo hay abierto un debate en trono a ello", añadió, pero no aclaró si la norma iba a ir en la misma línea que en Cataluña, que ha decidido equiparar los cigarrillos electrónicos con los preceptos de la vigente ley antitabaco. "Hay que verlo, algunas personas lo consideran un medicamento otros un producto de consumo y otros un producto de tabaco, al final lo importante es buscar un punto de equilibrio y hacerlo en todos lo países de la Unión Europea por igual", señalaba entonces.
Según la respuesta a CiU, el Gobierno habría decidido tomar el mismo camino que Cataluña, que no ha querido esperar a que la UE y el Ministerio regulen este producto y se ha adelantado. El Govern ha anunciado que prohibirá el uso de los cigarrillos electrónicos en todas sus dependencias (colegios incluidos), y en los hospitales y centros de atención primaria públicos.
Unos días después del anuncio de la Generalitat, Andalucía también se sumó a la regulación de los cigarrillos electrónicos. La Consejería de Salud adelantó su intención de prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en centros sanitarios y educativos y la propuesta de un acuerdo al Consejo de Gobierno para pedir su regulación. La titular de Salud, María José Sánchez Rubio (PSOE) anunció también que su departamento está estudiando reforzar las inspecciones sobre la publicidad de los cigarrillos electrónicos para evitar que se vendan como una terapia válida para dejar de fumar.
La diputada Ciuró había preguntado qué medidas prevé el Ministerio de Sanidad para proteger a los consumidores de este tipo de productos, especialmente a los menores de edad. El Parlamento Europeo aprobó en octubre pasado que los cigarrillos electrónicos deben regularse como productos de tabaco en la nueva directiva que está elaborando sobre esta materia.
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