“Algunos gobiernos no tienen las enfermedades crónicas en la cima de sus agendas políticas”

Bruselas (05-07/04/2014) - Manuel Ruiz Rico

• El comisario europeo de Salud, Tonio Borg, alerta del coste humano y del impacto económico de estas patologías y pide a los estados hacer más

• Borg llama a reforzar la prevención y la innovación y alerta de que las enfermedades crónicas suponen en la UE un coste de 700 millones de euros al año

"Algunos países de la Unión Europea no han puesto las enfermedades crónicas en la cima de sus agendas políticas sanitarias", ha alertado el comisario de Salud europeo, el maltés Tonio Borg, durante la primera Cumbre Europea sobre Enfermedades Crónicas, que se celebra en Bruselas los días 3 y 4 de abril. Borg llamó a hacer más en prevención de estas patologías (mencionó especialmente la diabetes) siendo consciente de que "en un contexto económico como el actual el futuro pasa por ser más creativos y por hacer más eficientes y sostenibles los sistemas sanitarios en todos los países de la UE".

Borg celebró que el progreso sanitario ha llevado a vivir cada vez más, si bien el reto ahora "es vivir cada vez con mejor calidad de vida", y es en este contexto en el que la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas se vuelve crucial puesto que éstas "tienen un elevado coste social, para el paciente y su familia, y económico, por el gasto sanitario que suponen y por la pérdida de productividad de una persona con una enfermedad crónica que, en muchos casos, además, puede ser prevenida o cuyos efectos pueden ser reducidos", aseguró Borg.

La envergadura de esta cuestión no es baladí. Según las cifras puestas sobre la mesa por el comisario europeo de Salud, "las enfermedades crónicas supondrán, globalmente, unas pérdidas acumuladas en el PIB mundial del 4 por ciento para el año 2030. En cuanto a la UE", abundó, "suponen entre el 7 y el 8 por ciento del gasto sanitario europeo, unos 700 millones de euros al año".

Estas cifras y, por lo tanto, la repercusión social y económica de las enfermedades crónicas, pueden reducirse ampliamente mediante dos vías. Por un lado, las estrategias de prevención; por otro, "haciendo los sistemas sanitarios más eficientes, creativos y, por lo tanto, sostenibles", dijo Borg.

En cuanto a lo primero, tanto Borg como varios ministros de Salud que participaron en el evento llamaron (sobre todo los de Grecia, Adonis Georgiadis; e Irlanda, James Reilly) a emplear más recursos a la prevención "puesto que apenas se emplea el 3 por ciento del presupuesto sanitario, lo cual resulta claramente insuficiente", señaló Georgadis, quien explicó que "con la prevención se puede hacer mucho por evitar ictus, diabetes y ciertos tipos de cáncer".

En cuanto a lo segundo, las ideas más lanzadas en la Cumbre fueron: potenciar la detección temprana así como mejorar la coordinación entre atención primaria y secundaria, sobre todo, como señaló Reilly, "para que desde primaria se pueda hacer un mejor seguimiento en el tratamiento y cuidado del paciente crónico". Según Reilly, esto evitará un elevado número de hospitalizaciones, "que es uno de los factores que generan un mayor gasto sanitario".

Por su parte, Mercedes Vinuesa, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, la representante del Gobierno español en el evento, aseguró que en España, las enfermedades crónicas "suponen el 80 por ciento en atenciones en Atención Primaria y la mayor parte de ingresos de alto coste en hospitales".

Por ese motivo, defendió, "el Gobierno español comenzó en 2012 a emprender reformas y una reorganización del sistema para ofrecer servicios sanitarios de calidad y garantizar la sostenibilidad, atendiendo a grupos vulnerables y fortalecer al mismo tiempo la competitividad económica".

Vinuesa destacó los logros en España sobre la historia clínica digital y la receta electrónica, ambos "elementos con un gran impacto en la reducción de tareas administrativas para los profesionales, lo que se traduce en menos costes". Según detalló Vinuesa, entre enero de 2012 y marzo de 2014, "se han emitido electrónicamente de un 30 a un 70 por ciento de las recetas médicas y se ha conectado de 6 millones a 21 millones de registros".