CANADÁ Iniciativa para dejarlas
Ancianos 'enganchados' a las pastillas para dormir
EL MUNDO
Alivian el insomnio, sí, pero también aumentan el deterioro cognitivo, provocan pérdidas de memoria y pueden estar detrás de algunas caídas. Los problemas de las benzodiacepinas -uno de los tratamientos más populares para conciliar el sueño- son bien conocidos, sin embargo, se calcula que entre el 5% y el 32% de las personas mayores de 65 años recurre a estas pastillas. Una innovadora iniciativa canadiense acaba de demostrar que cuando los pacientes conocen bien el perfil de seguridad de estos medicamentos son capaces de desengancharse.
Se calcula que las benzodiacepinas (fármacos como el zolpidem, comercializado en España como Stilnox) son responsables de casi el 25% de las prescripciones innecesarias en la tercera edad, según datos de una iniciativa denominada Choosing Wisely que apuesta por desmedicalizar a la población. Y a pesar de que los riesgos de estos fármacos (desde caídas a declive cognitivo o adicción e inclusomayor mortalidad) son bien conocidos en la literatura médica, un 50% de los médicos sigue recetándoselos a sus pacientes mayores.
Un sencillo experimento realizado en Canadá por la Universidad de Montreal con más de 300 personas de 65 a 95 años ha demostrado que los pacientes son capaces de desengancharse de las pastillas para dormir cuando están bien informados. El perfil de los participantes era el de muchas personas mayores habituales en la farmacia, polimedicados (más de 10 pastillas diarias para diversas patologías) y enganchados a los somníferos desde hacía una década. El trabajo se acaba de publicar en la revista JAMA Internal Medicine.
La mitad de ellos recibió información en su farmacia habitual (con varias páginas de material didáctico en el que se abordaban los riesgos de estos medicamentos). Pasados sólo seis meses, un 27% de ellos había dejado las pastillas para dormir, frente a sólo el 5% en los ancianos que no había participado en las charlas informativas con el farmacéutico. Además, otro 11% de las personas en el grupo donde se llevó a cabo la intervención redujeron la dosis diaria de benzodiacepinas.
Según la Sociedad Americana de Geriatría, los somníferos se encuentran en una lista de 53 medicamentos que deberían evitarse en las personas mayores. Además, ya el año pasado, la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA) recomendó que se redujese a la mitad la dosis de zolpidem en mujeres, porque el fármaco tiene en ellas un efecto mucho más potente debido a su inferior peso corporal.
"Los resultados son increíbles", asegura la doctora Cara Tannerbaum, una de las autoras del estudio. "Muchos ancianos están enganchados a los somníferos durante años, pero hemos demostrado queempoderando al paciente se puede poner la seguridad de su medicación en sus propias manos. Sólo porque tomes unas pastillas durante mucho tiempo no significa que no puedas dejarlas".
Tannerbaum reconoce que en el futuro habrá que seguir indagando en algunas de las cuestiones que surgieron al analizar los datos de los participantes. Algunos de ellos, admite, relataron que fueron sus propios médicos quienes les desanimaron a dejar las pastillas ("muchos especialistas siguen valorando los beneficios de estos fármacos por encima de sus beneficios"). "En otros casos, las benzodiacepinas fueron sustituidas por otro tipo de hipnóticos igualmente peligrosos", añaden.
A su juicio, es importante destacar que no se puede infravalorar la capacidad de los pacientes para tomar decisiones informadas en lo que respecta a su propia salud. "Y en una época de pacientes polimedicados, con terapias cada vez más caras, la información directa al consumidor se está demostrando una buena estrategia para subrayar el riesgo del sobretratamiento y reducir los riesgos de algunos fármacos", concluyen.
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