Los nuevos actores de la tecnología médica

El Iphone ya sirve para auscultar gracias a una funda que recoge los sonidos de baja frecuencia. EL MUNDO

Google con Android y sus dispositivos; Apple -con el IOS- y Iphones y Ipads; más Samsung con los Galaxy, unas buenas tabletas, apoyados también por el sistema Android, se van a convertir indefectiblemente en los reyes de la tecnología médica del siglo XXI. Y habrá más compañías parecidas a estas con el paso del tiempo. Serán empresas con mucha más importancia en ese área que los actores clásicos que han monopolizado la mayor parte del sector en las últimas décadas. Los fabricantes de escáneres, resonancias, robots, catéteres y el resto de aparataje médico tendrán menos relevancia cuando se hable de tecnología que la que van a tener los teléfonos móviles. La razón de ese cambio de paradigma hay que buscarla en la versatilidad que tiene un smartphone o un tablet para modular un nuevo concepto sanitario al que han bautizado con el nombre de m-health.

Por eso es muy probable que con frecuencia la información que se hace sobre salud y medicina se centre precisamente en lo que se está consiguiendo en el campo de la llamada salud móvil.

Por ejemplo: ¿Cúanto darán de sí en Medicina las Google Glass?El artilugio, que dentro de poco estará disponible para el público en EEUU -a casi 1.000 dólares cada uno- puede que se convierta en algo imprescindible al menos para algunas especialidades médicas. Una de ellas será la cirugía. Los que las han probado en el quirófano reconocen que pueden dar de sí más de lo que se pensaba. Sobre todo para pedir en tiempo real una segunda opinión, en caso de dudas sobre la operación que se está realizando, a cirujanos muy cualificados pero que están lejos del campo operatorio. Al parecer el reconocimiento de voz funciona muy bien, con lo que la interacción con el cacharro es magnífica, y su uso no interfiere con la visión general del cirujano.

Las Google Glass también serán muy buena ayuda en lo que en medicina se conoce como "triage" de catástrofes y accidentes severos, atendidos en un primer momento por profesionales paramédicos. Será un aparato formidable para que los especialistas que aguardan la llegada de enfermos al hospital conozcan el estado de los pacientes que tienen que atender con más urgencia.

Hay escépticos que opinan que las Google Glass son una solución en busca de un problema pero también hay muchos optimistas que creen que se popularizarán en el entorno médico.

¿Será el Iphone el nuevo fonendoscopio? Probablemente sí. En este blog se ha dicho en un par de ocasiones que la ecografía cardiaca realizada con un miniaparato que quepa en un bolsillo ya da bastante más información de la que se consigue auscultando los latidos cardíacos. Más tarde o más temprano, los pequeños ecógrafos serán algo común. En algunas facultades de medicina su aprendizaje es una asignatura más.

Sin embargo, de acuerdo con algunos expertos, oír el corazón o los pulmones no debe pasar de moda totalmente. Ahora el Iphone también va a servir para auscultar. Ya existe (y está siendo revisado por la FDA en EEUU para su autorización futura) una funda muy simple (fabricada con una impresora 3D) -Steth IO- que recoge los sonidos de baja frecuencia cuando se aplica al tórax y los manda al micrófono del Iphone a través de un entramado de tubos. Una app en el teléfono transforma los sonidos en una gráfica clara (un fonocardiograma) que puede compartirse con otros especialistas de inmediato y afinar el diagnóstico de la auscultación clásica.

¿Un electrocardiógrafo de bolsillo? Se acaba de publicar un estudio australiano en el que se ha evaluado el uso de Iphone con la carcasa Alivecore en las farmacias como forma de chequeo rutinario de fibrilación auricular (FA) en los pacientes que acuden a estos establecimientos. La FA es el trastorno de ritmo más frecuente con una prevalencia de al menos 10% en los mayores de 65 años. Después de observar con la ayuda de Iphone+Alivecore una tira de electrocardiograma de casi 1.000 personas de más de 65 años se pudo comprobar que 87 de ellos estaban en FA. Y en 18 casos no se sabía nada. Los expertos estiman que este dispositivo llegará a ser valioso y con un coste-efectividad muy ajustado para diagnosticar de forma generalizada al menos los trastornos del ritmo más frecuentes y también para monitorizar el tratamiento de buena parte de los pacientes que padezcan fibrilación auricular.