lunes, 8 de mayo de 2017

Biosimilares: evolucionar a otras indicaciones clínicas - DiarioMedico.com

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JORNADA DE LA AEMPS

Biosimilares: evolucionar a otras indicaciones clínicas

Junto a la gestión de su coste, la Aemps cita como reto a corto plazo en biosimilares la extrapolación de indicaciones, que aún genera mucho debate.
José A. Plaza   |  07/05/2017 00:00
 
 

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Belén Crespo
Belén Crespo, directora de la Aemps, en la jornada (DM)
  • Belén Crespo
  • Sol Ruiz
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) celebró la semana pasada una jornada sobre medicamentos biosimilares. Belén Crespo, directora de la Aemps, reconoció que su elevado coste puede ser un problema de acceso. El problema principal, admitió, es extrapolar los datos clínicos obtenidos para las indicaciones: "Hay que explicarlo muy bien a los profesionales". Con el primer biosimilar de rituximab aprobado, el pasado febrero, "es momento de fortalecer explicaciones y explicar los criterios para ampliar indicaciones".
El tema de la extrapolación protagonizó cada charla y debate de la jornada. Tras repasar algunos de los ejemplos aprobados en los últimos años, Sol Ruiz, jefa de la División de Productos Biológicos, Biotecnología y Terapias Avanzadas de la Agencia, dijo que la extrapolación de indicaciones "no es un concepto nuevo: lo llevamos utilizando en regulación muchos años y se utiliza en todos los medicamentos innovadores".

Novedad relativa

Según explicó, nunca se ha requerido el desarrollo clínico completo en un biosimilar para aprobar otra indicación (sí algunos estudios puente a veces). La idea es "reducir ensayos clínicos costosos y que llevan mucho tiempo", ha añadido.
Crespo recordó la existencia de numerosos medicamentos biosimilares aprobados, que incluyen diferentes principios activos tales como somatropina, eritropoyetina, filgrastim, o insulina, entre otros, y anticuerpos monoclonales como infliximab, rituximab y adalimumab.
La Aemps considera que en los últimos 10 años el uso de biosimilares ha ido creciendo, y que "tanto los profesionales sanitarios como los pacientes se han familiarizado con su desarrollo y el procedimiento regulatorio para su evaluación y autorización". La extrapolación de los datos clínicos obtenidos a todas las indicaciones que posee el medicamento de referencia "sigue siendo un aspecto controvertido".

Ensayos: tiempo y coste

Ruiz utilizó el caso del biosimilar de rituximab. Según explicó, nunca se ha requerido el desarrollo clínico completo en un biosimilar para aprobar otra indicación (sí se suelen realizar estudios puente ). La idea es "reducir ensayos costosos que llevan mucho tiempo".
La evidencia global del ejercicio de comparabilidad es la base para aprobar nuevas indicaciones, algo que aún genera desafíos: "Cuando hay diferentes sistemas de expresión celular, por ejemplo, o cuando hay medicamentos obtenidos en plantas, con los que hay menor experiencia de uso".
Ruiz también dijo que las compañías cada vez utilizan un número de lotes más elevado para desarrollar la comparabilidad, con datos tanto de la UE como de EEUU, con el objetivo de lograr, con un mismo dossier, la aprobación en ambos lugares. Los análisis estadísticos para demostrar comparabilidad son una de las herramientas que más se están utilizando, señaló.
En la jornada también participaron Marcos Timón y David Pérez, de la División de Productos Biológicos, Biotecnología y Terapias Avanzadas de la Agencia, y Jorge Camarero, jefe del Área de Oncología de la Aemps.

¿Sin ensayos?

Timón apuntó que el enfoque genérico "no es apropiado para comparar fármacos biológicos", y que la bioequivalencia por sí sola "no da una respuesta concluyente". A su juicio, si la biosimilitud se pudiera demostrar de forma fehaciente "incluso no haría falta un ensayo clínico".
Pérez Caballero puso el ejemplo de Mabthera y citó diversos estudios de comparabilidad sobre extrapolación de artritis reumatoide a otras indicaciones. Camarero aportó datos más clínicos de tres diferentes estudios de biosimilitud (farmacocinética, farmacodinámica, seguridad, beneficio-riesgo...).
En el debate, Emili Esteve, de Farmaindustria, recordó palabras de Timón, que dijo que un biosimilar puede ser más seguro incluso que el original, para preguntarse "cuál es entonces el futuro del fármaco de referencia". Timón respondió que la solución es la competencia entre medicamentos: "Siendo similar en todo lo demás, poco más diferente va a ser en cuanto a seguridad. No es motivo para no autorizar".

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