Las políticas de hoy... y la realidad de mañana

El indudable avance de las políticas de control del tabaquismo, cuyas repercusiones sanitarias, humanas y económicas son extraordinarias, y que serán sobre todo patentes en los próximos años.

Ildefonso Hernández. Presidente saliente de Sociead Española de Salud Pública (Sespas) y Beatriz G. Loópez-Valalcárcel. Presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública | 29/05/2017 18:05

Ildefonso Hernández, presidente de SESPAS. (DM)

Desde 1992 hasta ahora la esperanza de vida en España ha seguido creciendo, unos 5 años en mujeres y más de 6 años en hombres. Desde la visión de la salud pública hay al menos dos hechos destacables. El indudable avance de las políticas de control del tabaquismo cuyas repercusiones sanitarias, humanas y económicas son extraordinarias y que serán sobre todo patentes en los próximos años. Ha sido la medida de salud más benéfica en este cuarto de siglo.

En segundo lugar, ha ido calando en los profesionales, en las autoridades y en la población la concepción del estado de salud como el resultado de procesos sociales y políticos y, por tanto, de la oportunidad de avanzar en salud por medio de políticas dirigidas a los determinantes estructurales de la salud y el potencial de las normas como instrumento de la salud pública. Paralelamente, hemos asistido a un incremento en la calidad y profesionalidad de los servicios de salud pública que se han demostrado preparados para vigilar y dar respuesta a cualquier amenaza y de proporcionar excelentes servicios de protección, promoción y prevención.

Respecto a los próximos 25 años, el futuro está abierto porque depende de las políticas de hoy. El proyecto Fresher, financiado por la Unión Europea, está haciendo prospección a 50 años vista. Plantea cuatro escenarios, uno de continuidad inercial en el que los ricos serán los más sanos; el segundo (Healthy together) es un cuento de hadas con final feliz, la prioridad es promover la salud y equidad; en el tercero (We will health you), las tecnologías terminan ayudando a los dirigentes a controlar a la población, que se comportará mejor y será más sana porque la vigilan. El cuarto (Desolation health), es muy sombrío, con una UE rota y los países descoordinados navegando sin rumbo. La salud de las poblaciones y las desigualdades sociales en salud serán bien diferentes según el escenario que se dé en la realidad. Algunos elementos previsibles del futuro son la tendencia a seguir aumentando la esperanza y la calidad de vida gracias a mejoras tecnológicas, el empoderamiento del ciudadano en las decisiones de salud, y el avance del conocimiento organizativo y de cómo se traslada éste a las políticas.