Células madre: impulsan una ley regulatoria

Especialistas en medicina regenerativa que asesoran al Ministerio de Ciencia y Tecnología se reunieron ayer en el Senado.

Por:
Yésica De Santo

Los científicos argentinos trabajan en un proyecto de ley que regule la investigación y los tratamientos con células madre. Se reunieron ayer en el Salón Azul del Senado, donde se realizó un seminario internacional organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a través de su Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa.
Al inaugurar la jornada, el ministro Lino Barañao indicó que esa comisión "trabaja en la elaboración de un proyecto de ley que contemple la situación de las células madre, desde el punto de vista científico, ético y regulatorio. Esperamos en el futuro contar con la legislación que ponga al país en el contexto internacional y que dé al ciudadano la garantía necesaria para que estas tecnologías sean aplicadas bajo las normas más estrictas y éticamente controladas."
En los últimos años, se dieron a conocer muchos casos de personas que se vuelcan a la misión desesperada de conseguir dinero para costear tratamientos experimentales con células madre, comúnmente realizados en China, como última "opción" frente a las enfermedades que aquejan a algún familiar. Pero los tratamientos ofrecidos no forman parte de investigaciones científicas, sus resultados no son compartidos en la comunidad científica y, en consecuencia, sus efectos "positivos" no están comprobados científicamente, lo que puede provocar consecuencias sumamente negativas a corto, mediano o largo plazo. A la estafa moral de prometer la cura a un público cautivo por el anhelo de seguir viviendo, se suma la estafa económica, al pedir altas sumas de dinero no contempladas en ningún tipo de investigación experimental, que debe ser gratuita y contar con un consentimiento informado del paciente. La falta de legislación impide clausurar esos centros que prometen "cura" con células madre. Y la falta de información de pacientes desesperados, crea el ambiente propicio para esa doble estafa. «