Ignorancia punible
Condena penal por no observar un protocolo
La Audiencia de Valencia dicta penas de cárcel e inhabilitación a cuatro sanitarias que suministraron una sobredosis de quimioterapia mortal.
S.V. Madrid | soledad.valle@unidadeditorial.es | 12/09/2013 19:05
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a una farmacéutica, dos enfermeras y una auxiliar a pagar 102.500 euros a la viuda de un paciente que falleció por una sobredosis mortal de quimioterapia en un hospital de Valencia y 8.500 euros a cada uno de sus dos hijos. Además, condena a penas de cárcel e inhabilitación de un año y tres meses para la farmacéutica y un año para cada una de las enfermeras.
Los hechos
El fallecido tenía un tumor de páncreas, que se consideró irresecable e imposible de extraer. En el Servicio de Oncología del hospital de Valencia donde le estaban tratando se le pautaron ciclos de quimioterapia cada seis semanas, con dos medicamentos, uno de ellos basado en el principio activo estreptozocina, muy tóxico y no comercializado en España, y que se obtuvo mediante una petición especial que se gestionó a través del Ministerio de Sanidad.
El paciente recibió los dos primeros ciclos de la medicación oncológica sin problemas y pudiendo realizar una "vida cotidiana normal". Para el tercer ciclo, la farmacéutica plasmó correctamente en la hoja de recogida la dosis de 900 miligramos pero se produjo "un error al transcribir el número de viales", ya que en vez de uno, como las veces anteriores, escribió nueve. La presentación de este medicamento es en viales que contienen un gramo cada una, de modo que con la indicación de 9 se estaba apuntando una dosis más de nueve veces mayor que la indicada por el oncólogo.
La auxiliar retiró los medicamentos y se los entregó a la enfermera para aplicar la dosis al paciente. Las dos sanitarias ajustaron su actuación a lo indicado por la farmacéutica.
Al día siguiente, se efectuó la misma operación, en esta ocasión por la otra enfermera condenada, y cuando se percataron de que no había viales suficientes para una nueva administración, saltó la alarma. El oncólogo llamó al paciente informándole de la sobredosis que había recibido. Fueron 18 gramos de medicación en dos días, cuando la prescripción indicaba era de 1,8 gramos.
Falleció al mes
El paciente ingresó en el hospital el 15 de septiembre, asintomático, y falleció el 17 de octubre, tras someterle a varios tratamientos, por "distress respiratorio, sin haber recuperado la función renal".
La sentencia destaca que en el hospital existía un protocolo "a disposición de los distintos profesionales encargados del manejo de medicamentos citostáticos", en el que se detallan las funciones que corresponden a farmacéuticos, enfermeros y auxiliares en la dispensación de estos medicamentos. "Las respectivas funciones actuaban a su vez como mecanismo de control y validación en la cadena de transmisión hasta su dispensación", apunta el fallo. Además, la Sala destaca que en las indicaciones del prospecto del medicamento de alta toxicidad, se advierte que una sobredosis puede ser mortal y que no se conocía ningún antídoto.
Ignorancia punible
La Audiencia afirma que "tanto la farmacéutica, como la auxiliar y las enfermeras deberían haber respetado el protocolo en vigor, e igualmente conocer la toxicidad y riesgo que se asumía con el suministro de la sustancia de alta toxicidad, según aparece en el prospecto de la misma y del que disponían".
Ante estos hechos, la sentencia recoge una condena a la farmacéutica y a las enfermeras por un delito de imprudencia grave con resultado de muerte, con la atenuante de dilaciones indebidas, y a la auxiliar, como responsable de una falta de imprudencia leve con resultado de muerte.
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