Entrevista con Judith Shamian
“Cuando salgáis de la crisis las necesitaréis y no estarán”
La presidenta del Consejo Internacional de Enfermería alerta sobre los recortes indiscriminados
Es la primera vez que Judith Shamian (Canadá, 1950) visita España como presidenta del Consejo Internacional de Enfermería (ICN). Tiene previsto escaparse a visitar Toledo —se lo han recomendado—, pero su principal objetivo es a dejar claro que los recortes presupuestarios en sanidad a costa de puestos de trabajo especializados tienen consecuencias. Irreversibles en algunos casos. La llamada de atención va dirigida al Ministerio de Sanidad, a las comunidades, pero también a los ciudadanos, dice. “Hay que valorar el trabajo de la enfermería”.
Pregunta. ¿Qué lección puede aprender España de la crisis económica que sufrió Canadá en los noventa?
Respuesta. La principal sería: no perdáis vuestros recursos humanos, vuestras enfermeras, porque cuando salgáis de la crisis económica las necesitaréis y ya no las tendréis.
P. ¿Qué dicen los estudios que sucede cuando se recorta en personal de enfermería?
R. Hay muchas investigaciones que muestran que cuando tu plantilla no tiene la cantidad adecuada de enfermeras tituladas, la morbilidad y la mortalidad de los pacientes aumentan.
P. Usted, siendo jefa de enfermeras en Canadá, tuvo que tomar decisiones en plena crisis. ¿Qué hizo y con qué resultado?
R. Eliminé puestos de auxiliares y solo me quedé con enfermeras tituladas. Reorganizamos el trabajo para ser más eficientes. Mantuvimos una buena ratio enfermera / paciente y, al mismo tiempo, conseguí recortar el presupuesto. Años después, evaluamos los efectos. No éramos más caros que los hospitales que despidieron enfermeras y nuestros resultados clínicos eran mejores.
P. ¿Las enfermeras que se fueron de Canadá no volvieron al terminar la crisis?
R. En los noventa muchísimas emigraron, sobre todo a EEUU. Estudiamos ese fenómeno y vimos que, cuando pasó la crisis, los hospitales trataron de volver a contratarlas, pero la mayoría ya no volvieron. Me suelo encontrar en mis viajes a supervisoras, profesoras y líderes de la profesión que me saludan: ‘Soy canadiense’. Pero son americanas.
P. ¿Debería preocuparnos el hecho de que la ratio de enfermeras por paciente sea de las más bajas de Europa?
R. Absolutamente. Si no tienes suficientes enfermeras, quizá no te vas a poner peor, pero no estarás tan bien como podrías estar, y está comprobado que la mortalidad aumenta. Las enfermeras están con el paciente 24 horas, son el sistema de vigilancia; no se limitan a tomarte la tensión. Una enfermera entra en una habitación, oye que algo no va bien, da la voz de alerta y actúa. Pero si no son suficientes para ir entrando en las habitaciones...
P. ¿Está diciendo que podríamos arrepentirnos de las decisiones que tomamos en plena crisis?
R. Nada de condicional. Os vais a arrepentir de las decisiones que se toman en materia de sanidad, porque habrá gente que sufrirá por su causa. Las enfermeras sufren: sueldos bajos, pérdida de estatus. Puede que no te importen como colectivo, pero te tiene que importar el ciudadano.
P. En España se ha firmado un acuerdo entre ministerio, sindicato y organización profesional. ¿Cree que servirá para algo o se quedará en el papel?
R. Incluso aunque no se llegara a poner en marcha, el hecho de que el sindicato y la profesión sigan trabajando juntos es importante, porque dan voz a las enfermeras. Me parece bien el acuerdo con el Gobierno, pero si solo es un papel y no hay trabajo posterior será un día triste para España.
Pregunta. ¿Qué lección puede aprender España de la crisis económica que sufrió Canadá en los noventa?
Respuesta. La principal sería: no perdáis vuestros recursos humanos, vuestras enfermeras, porque cuando salgáis de la crisis económica las necesitaréis y ya no las tendréis.
P. ¿Qué dicen los estudios que sucede cuando se recorta en personal de enfermería?
R. Hay muchas investigaciones que muestran que cuando tu plantilla no tiene la cantidad adecuada de enfermeras tituladas, la morbilidad y la mortalidad de los pacientes aumentan.
P. Usted, siendo jefa de enfermeras en Canadá, tuvo que tomar decisiones en plena crisis. ¿Qué hizo y con qué resultado?
R. Eliminé puestos de auxiliares y solo me quedé con enfermeras tituladas. Reorganizamos el trabajo para ser más eficientes. Mantuvimos una buena ratio enfermera / paciente y, al mismo tiempo, conseguí recortar el presupuesto. Años después, evaluamos los efectos. No éramos más caros que los hospitales que despidieron enfermeras y nuestros resultados clínicos eran mejores.
P. ¿Las enfermeras que se fueron de Canadá no volvieron al terminar la crisis?
R. En los noventa muchísimas emigraron, sobre todo a EE
P. ¿Debería preocuparnos el hecho de que la ratio de enfermeras por paciente sea de las más bajas de Europa?
R. Absolutamente. Si no tienes suficientes enfermeras, quizá no te vas a poner peor, pero no estarás tan bien como podrías estar, y está comprobado que la mortalidad aumenta. Las enfermeras están con el paciente 24 horas, son el sistema de vigilancia; no se limitan a tomarte la tensión. Una enfermera entra en una habitación, oye que algo no va bien, da la voz de alerta y actúa. Pero si no son suficientes para ir entrando en las habitaciones...
P. ¿Está diciendo que podríamos arrepentirnos de las decisiones que tomamos en plena crisis?
R. Nada de condicional. Os vais a arrepentir de las decisiones que se toman en materia de sanidad, porque habrá gente que sufrirá por su causa. Las enfermeras sufren: sueldos bajos, pérdida de estatus. Puede que no te importen como colectivo, pero te tiene que importar el ciudadano.
P. En España se ha firmado un acuerdo entre ministerio, sindicato y organización profesional. ¿Cree que servirá para algo o se quedará en el papel?
R. Incluso aunque no se llegara a poner en marcha, el hecho de que el sindicato y la profesión sigan trabajando juntos es importante, porque dan voz a las enfermeras. Me parece bien el acuerdo con el Gobierno, pero si solo es un papel y no hay trabajo posterior será un día triste para España.
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