África no es un país
"Salvo por el nombre geográfico, África no existe", decía Ryszard Kapucinski. Y sí, desde Europa, acostumbramos a simplificar su realidad hasta hacerla una y pobre, catastrófica y dependiente. Pero África es un continente: 55 países, mil millones de personas, multiplicidad de mundos, etnias, voces, culturas... África heterogénea y rica contada desde allí y desde aquí. Un blog coral creado y coordinado por Lola Huete Machado.
El VIH infecta a 50 jóvenes cada hora
Cada hora 50 jóvenes del sureste de África contraen el VIH. En total, cada año hay 430.000 infectados nuevos. Con esta progresión, se calcula que en la región 2,6 millones de personas entre los 15 y 24 años conviven con el virus del sida, según un estudio que la Unesco ha presentado hace unas semanas en Johannesburgo con datos de 21 países.
Puesto móvil de información sobre enfermedades de transmisión sexual en Livingstone (Zambia). Foto de L.H.M.
Puesto móvil de información sobre enfermedades de transmisión sexual en Livingstone (Zambia). Foto de L.H.M.
A pesar de los esfuerzos de los Estados por implementar políticas de educación y concienciación sobre el uso del preservativo, hoy continúa siendo la gran asignatura pendiente. Patricia Machawira, responsable de Unesco en la región, admite que cada vez hay más relaciones protegidas y que el retraso en el inicio sexual o la reducción del número de parejas son factores que ayudan a que poco a poco se frenen las nuevas infecciones.
Una de cada cinco africanas menores de 17 años ya se ha estrenado en la maternidad en seis de esos países. En relación a estos altos índices, la Unesco alerta de que los problemas en el embarazo o el parto son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes y de que provoca una altísima tasa de abandono escolar.
“Hay que hacer que el condón sea considerado atractivo” para aumentar el porcentaje de su uso, señala Sheila Tlou, directora de la agencia para el sida de la ONU en la región. En el sureste africano, la media se sitúa en el 45% de los chicos y el 34% de las mujeres, aunque sorprende el insignificante 3% de Madagascar, por el 74% de Namibia.
“Tengo que reconocer que es un coñazo el preservativo”. Quien habla es Sithembiso, voluntario de la organización Love Life que trata precisamente de cambiar hábitos entre los más jóvenes. Su confesión deja con la boca abierta a sus compañeras pero el chico se aviene a explicarse: “Tienen que hacerlos más interesantes, con todos los sabores que imagines y así todos querrán ponérselo”.
No sólo hace falta convertir el preservativo en un bonito reclamo sino también que las generaciones mayores acaben por aceptarlo como algo positivo. Nkulee, que trabaja en la misma asociación en un township de Johannesburgo y acaba de estrenar la veintena, pregunta cómo puede “educar” a sus padres para que no la riñan cuando le vean un condón en su casa. “¿Cómo se puede recortar esta distancia generacional, esta manera de percibir la sexualidad entre la juventud que quiere sexo seguro y mi madre que no lo entiende?”, se pregunta.
Tanto Nkulee como Sithembiso coinciden en que las campañas gubernamentales o de instituciones internacionales son poco efectivas. “Está muy bien hablar de sexualidad, riesgo, salud reproductiva pero si me lo dice la enfermera o un señor y una señora me recuerdan a mis padres. Eso no funciona bien”, se explica la chica.
“Los jóvenes saben qué es el sida y el VIH, que hay que usar el condón pero fallan las formas de cómo se da esa información y no van a buscar un preservativo a una clínica o un supermercado”, sostiene el voluntario
Lo mejor, sigue Nkulee, es que sean los propios jóvenes “los embajadores anti sida y pro condones”. A su lado Sithembiso asiente y admite que cuando va a las escuelas a dar talleres los adolescentes le reciben mejor porque habla “el mismo idioma” que la audiencia.
En las casas se tiende a evitar tratar las cuestiones de sexo y menos de sexo seguro. Tampoco en la escuela hay buenas asignaturas de salud sexual o reproductiva e incluso, alguna ONG ha criticado que los profesores utilicen eufemismos para referirse al sexo o a los órganos reproductivos. Así, poca educación. Además, los voluntarios admiten que en muchas ocasiones los equipos directivos de las escuelas son reacios a que den charlas y mucho menos repartan condones.
Desde Unesco también dan un toque de alerta a los Gobiernos para que faciliten el acceso a los métodos de prevención. En el sureste de África sólo el 50% de los jóvenes encuentran fácilmente condones o pastillas anti conceptivas. La situación es mucho peor en las áreas rurales, puntualizan desde Love Life. Nkulee apuesta, además, por promocionar el preservativo femenino porque así las chicas “deciden sobre su sexualidad y no tienen que dar explicaciones ni perder el tiempo convenciendo al chico”.
Algo está cambiando en África, después de que en la década de los 80 y 90 algunos Gobiernos minimizaran el impacto brutal del VIH. En Sudáfrica, por ejemplo, las críticas de inoperancia y pasotismo se lo llevan el presidente Nelson Mandela y, sobretodo, su predecesor, Thabo Mbeki, en el cargo desde 1999 hasta 2008. La pasividad política ha supuesto la pérdida de una generación ya que no fue hasta 2003 en que se garantizó el acceso gratuito a los fármacos anti retrovirales. Además, se calcula que casi 1,3 millones de menores son huérfanos por culpa del sida.
Con todo, la Unesco señala que estos fármacos llegan sólo a entre el 60-80% de la población de Sudáfrica, Kenia, Malaui y Zimbabue. Por debajo del 40% se sitúan Sudán del Sur, Angola, Mauricio o Madagascar. Machawira se muestra satisfecha de que hoy en día ya pocos infectados recurran a la medicina tradicional africana. “El impacto del VIH y el sida ha sido tan grande en la región que todo el mundo tiene un pariente o un amigo infectado o muerto y ahora ya nadie niega que se trata de una enfermedad que no es una broma”, se felicita esta responsable de la Unesco en la región sureste de África.
Una de cada cinco africanas menores de 17 años ya se ha estrenado en la maternidad en seis de esos países. En relación a estos altos índices, la Unesco alerta de que los problemas en el embarazo o el parto son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes y de que provoca una altísima tasa de abandono escolar.
“Hay que hacer que el condón sea considerado atractivo” para aumentar el porcentaje de su uso, señala Sheila Tlou, directora de la agencia para el sida de la ONU en la región. En el sureste africano, la media se sitúa en el 45% de los chicos y el 34% de las mujeres, aunque sorprende el insignificante 3% de Madagascar, por el 74% de Namibia.
No sólo hace falta convertir el preservativo en un bonito reclamo sino también que las generaciones mayores acaben por aceptarlo como algo positivo. Nkulee, que trabaja en la misma asociación en un township de Johannesburgo y acaba de estrenar la veintena, pregunta cómo puede “educar” a sus padres para que no la riñan cuando le vean un condón en su casa. “¿Cómo se puede recortar esta distancia generacional, esta manera de percibir la sexualidad entre la juventud que quiere sexo seguro y mi madre que no lo entiende?”, se pregunta.
Tanto Nkulee como Sithembiso coinciden en que las campañas gubernamentales o de instituciones internacionales son poco efectivas. “Está muy bien hablar de sexualidad, riesgo, salud reproductiva pero si me lo dice la enfermera o un señor y una señora me recuerdan a mis padres. Eso no funciona bien”, se explica la chica.
“Los jóvenes saben qué es el sida y el VIH, que hay que usar el condón pero fallan las formas de cómo se da esa información y no van a buscar un preservativo a una clínica o un supermercado”, sostiene el voluntario
Lo mejor, sigue Nkulee, es que sean los propios jóvenes “los embajadores anti sida y pro condones”. A su lado Sithembiso asiente y admite que cuando va a las escuelas a dar talleres los adolescentes le reciben mejor porque habla “el mismo idioma” que la audiencia.
Desde Unesco también dan un toque de alerta a los Gobiernos para que faciliten el acceso a los métodos de prevención. En el sureste de África sólo el 50% de los jóvenes encuentran fácilmente condones o pastillas anti conceptivas. La situación es mucho peor en las áreas rurales, puntualizan desde Love Life. Nkulee apuesta, además, por promocionar el preservativo femenino porque así las chicas “deciden sobre su sexualidad y no tienen que dar explicaciones ni perder el tiempo convenciendo al chico”.
Algo está cambiando en África, después de que en la década de los 80 y 90 algunos Gobiernos minimizaran el impacto brutal del VIH. En Sudáfrica, por ejemplo, las críticas de inoperancia y pasotismo se lo llevan el presidente Nelson Mandela y, sobretodo, su predecesor, Thabo Mbeki, en el cargo desde 1999 hasta 2008. La pasividad política ha supuesto la pérdida de una generación ya que no fue hasta 2003 en que se garantizó el acceso gratuito a los fármacos anti retrovirales. Además, se calcula que casi 1,3 millones de menores son huérfanos por culpa del sida.
Con todo, la Unesco señala que estos fármacos llegan sólo a entre el 60-80% de la población de Sudáfrica, Kenia, Malaui y Zimbabue. Por debajo del 40% se sitúan Sudán del Sur, Angola, Mauricio o Madagascar. Machawira se muestra satisfecha de que hoy en día ya pocos infectados recurran a la medicina tradicional africana. “El impacto del VIH y el sida ha sido tan grande en la región que todo el mundo tiene un pariente o un amigo infectado o muerto y ahora ya nadie niega que se trata de una enfermedad que no es una broma”, se felicita esta responsable de la Unesco en la región sureste de África.
Sobre los autores
Lola Huete Machado. Redactora de El País y El País Semanal desde 1993, ha publicado reportajes sobre los cinco continentes. Psicóloga y viajera empedernida, aterrizó en Alemania al caer el muro de Berlín y aún así, fue capaz de regresar a España y contarlo. Compartiendo aquello se hizo periodista. Un buen día miró hacia África, y descubrió que lo ignoraba todo. Por la necesidad de saber fundó este blog.
Chema Caballero. Llegó a África en 1992 y desde entonces su vida giró en torno a sus gentes, su color y olor, sus alegrías y angustias, sus esperanzas y ganas de vivir. Fue misionero javeriano y llevó a cabo programas de educación y recuperación de niñ@s soldado en Sierra Leona durante dos décadas, que fueron modelo.
José Naranjo. Freelance residente en Dakar desde 2011. Viajó al continente para profundizar en el fenómeno de las migraciones, del que ha escrito dos libros, 'Cayucos' (2006) y 'Los Invisibles de Kolda' (2009), que le llevaron a Marruecos, Malí, Mauritania, Argelia, Gambia, Cabo Verde y Senegal, donde aterrizó finalmente. Le apasiona la energía que desprende África.
Ángeles Jurado. Periodista y escritora. Trabaja en el equipo de comunicación de Casa África desde 2007. Le interesa la cultura, la cooperación, la geopolítica o la mirada femenina del mundo. De África prefiere su literatura, los medios, Internet y los movimientos sociales, pero ante todo ama a Ben Okri, Véronique Tadjo y Boubacar Boris Diop, por citar solo tres plumas imprescindibles.
Chido Onumah. Reputado escritor y periodista nigeriano. Trabaja como tal en su país y en Ghana, Canadá e India. Está involucrado desde hace una década en formar a periodistas y mejorar el conocimiento y uso de los medios de comunicación en África. Es coordinador del centro panafricano AFRICMIl (en Abuja), enfocado en la educación mediática de los más jóvenes. Su último libro se titula 'Time to Reclaim Nigeria' (Essays 2001-2011).
Akua Djanie. Así se hace llamar como escritora. Pero en televisión o en radio es Blakofe. Con más de tres lustros de carrera profesional, Akua es uno de los nombres sonados en los medios de su país. Residente en Reino Unido, fue en 1995, en uno de sus viajes a Ghana, cuando llegó su triunfo televisivo. Hoy vive y trabaja entre ambos países. La puedes encontrar en su página, Blakofe; en la revista New African, en Youtube aquí o aquí...