Expertos denuncian la falta de registros y de investigación en el tratamiento de largos supervivientes oncológicos
Madrid (27/11/2013) - Silvia C. Carpallo
Durante la jornada sobre largos supervivientes, cronicidad y selección de tratamientos en cáncer, organizada por la Fundación Bamberg y Amgen, varios expertos han coincidido en que sigue siendo fundamental tener un registro de pacientes y tumores a nivel nacional, así como hacer mayor investigación en el tratamiento de largos supervivientes, ya que estos nuevos crónicos comienzan a ser también un conflicto en la actual organización del sistema
Es un problema emergente pero para el que hay que empezar a dar soluciones. El largo superviviente oncológico es un nuevo prototipo de paciente crónico, y si en España se estima que rondan el millón y medio, la realidad es que es difícil saberlo, porque no existe ninguna información real ni cuantitativa, ni cualitativa al respecto. Este era uno de los temas que salía a relucir durante la jornada sobre largos supervivientes, cronicidad y selección de tratamientos en cáncer, organizada por la Fundación Bamberg y Amgen. En la misma intervenía Juan Jesús Cruz, expresidente de la Sociedad de Oncología Médica, que si insistía en esta necesidad de realizar registros nacionales que estipulen no sólo el número de pacientes, sino también el tipo de tumor, y la supervivencia del mismo, para poder trabajar con estos parámetros, también aquejaba de la falta de "investigación en este tipo de patología, o expatología, al igual que son necesarias líneas de formación".
En concreto, según algunas encuestas, los que reclaman mayor formación no son sólo los oncólogos sino también los médicos de Atención Primaria, sobre todo en temas como el cáncer hereditario, los marcadores tumorales, y la patología de los pacientes oncológicos crónicos.
Otro de los temas de debate es quién debe hacerse cargo de estos largos supervivientes, puesto que al no sufrir ya de una patología oncológica, no deben ser tratados a largo plazo por el oncólogo. Una de las propuestas del debate era la de la creación de la figura del "oncólogo enlace", al menos de forma transitoria, para poder tratar a este tipo de pacientes por un especialista, pero fuera del entorno hospitalario, lo que supone no solo un menos coste, sino también una disminución de las listas de espera y menor ansiedad para el paciente. Otra de las propuestas era hecha por Juan Cruz, que veía en la figura del internista la clave para el seguimiento de los pacientes más complejos que no pudieran ser abordados por la Atención Primaria. En todo caso, Ignacio Para, presidente de la Fundación Bamberg, lo que quería dejar claro era la necesidad de una mayor continuidad asistencial, clave en el tratamiento de los largos supervivientes. Por su parte, y sea cual sea el modelo, Pilar Garrido, actual presidenta de la SEOM, insistía en la necesidad de "defender que lo que hagamos sea igual en todos los lados", para no crear una nueva desigualdad territorial.
Medicina personalizada
Otro de los temas abordados en esta jornada era el futuro de los tratamientos oncológicos, orientados a la Medicina personalizada, que permita ser no sólo más coste efectivos, sino sobre todo más eficientes y dar una mayor seguridad al paciente.
En este sentido, José Ramón Yagüe, director de relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, aportaba que hay "un progresivo incremento en el número de medicamentos aprobados por agencias evaluadoras con biomarcadores específicos", mientras que Ángel María Martín, representante de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, explicaba que es necesario "poner criterios de calidad" para la aprobación de estos marcadores, teniendo en cuenta que pueden dirigirse a múltiples casos, y que por lo tanto también es conveniente "la creación de guías clínicas".
Con una visión mucho más futurista, Alejandro Tres Sánchez, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, explicaba que la visión del tratamiento del cáncer tendrá que cambiar, para no tratarlo según el órgano afectado, "sino según los drivers del tumor". Igualmente, apostaba por un futuro en el que cada paciente lleve consigo en su historia clínica toda su información genética.
En concreto, según algunas encuestas, los que reclaman mayor formación no son sólo los oncólogos sino también los médicos de Atención Primaria, sobre todo en temas como el cáncer hereditario, los marcadores tumorales, y la patología de los pacientes oncológicos crónicos.
Otro de los temas de debate es quién debe hacerse cargo de estos largos supervivientes, puesto que al no sufrir ya de una patología oncológica, no deben ser tratados a largo plazo por el oncólogo. Una de las propuestas del debate era la de la creación de la figura del "oncólogo enlace", al menos de forma transitoria, para poder tratar a este tipo de pacientes por un especialista, pero fuera del entorno hospitalario, lo que supone no solo un menos coste, sino también una disminución de las listas de espera y menor ansiedad para el paciente. Otra de las propuestas era hecha por Juan Cruz, que veía en la figura del internista la clave para el seguimiento de los pacientes más complejos que no pudieran ser abordados por la Atención Primaria. En todo caso, Ignacio Para, presidente de la Fundación Bamberg, lo que quería dejar claro era la necesidad de una mayor continuidad asistencial, clave en el tratamiento de los largos supervivientes. Por su parte, y sea cual sea el modelo, Pilar Garrido, actual presidenta de la SEOM, insistía en la necesidad de "defender que lo que hagamos sea igual en todos los lados", para no crear una nueva desigualdad territorial.
Medicina personalizada
Otro de los temas abordados en esta jornada era el futuro de los tratamientos oncológicos, orientados a la Medicina personalizada, que permita ser no sólo más coste efectivos, sino sobre todo más eficientes y dar una mayor seguridad al paciente.
En este sentido, José Ramón Yagüe, director de relaciones con las Comunidades Autónomas de Farmaindustria, aportaba que hay "un progresivo incremento en el número de medicamentos aprobados por agencias evaluadoras con biomarcadores específicos", mientras que Ángel María Martín, representante de Farmacia del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, explicaba que es necesario "poner criterios de calidad" para la aprobación de estos marcadores, teniendo en cuenta que pueden dirigirse a múltiples casos, y que por lo tanto también es conveniente "la creación de guías clínicas".
Con una visión mucho más futurista, Alejandro Tres Sánchez, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, explicaba que la visión del tratamiento del cáncer tendrá que cambiar, para no tratarlo según el órgano afectado, "sino según los drivers del tumor". Igualmente, apostaba por un futuro en el que cada paciente lleve consigo en su historia clínica toda su información genética.
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