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Institutos Nacionales de la Salud
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La violencia con armas de fuego se ha triplicado en las películas PG-13 desde 1985, halla un estudio
Pero los expertos afirman que la investigación no puede vincular la exposición con los crímenes de la vida real de los niños
Traducido del inglés: martes, 12 de noviembre, 2013
Eso no es todo, las escenas violentas con armas de fuego se han hecho más comunes en las películas PG-13, en que los niños de 13 años o menores solo pueden ver la película acompañados de uno de sus padres, que en las películas calificadas como R, añadieron los investigadores. Las películas con calificación R obligan a las personas menores de 17 años a ser acompañadas por un adulto.
Pero los expertos anotaron que los hallazgos no vinculan definitivamente una mayor exposición a la violencia con armas de fuego en la pantalla con una conducta más violenta entre los niños.
"Las armas de fuego se están haciendo más prevalentes en las películas, pero no hay evidencia que sugiera que esa presentación se relacione con la violencia en el mundo real", apuntó Patrick Markey, profesor asociado de psicología de la Universidad de Villanova, en Pensilvania.
Algo que complica el panorama es que otros estudios han mostrado que los homicidios, los robos y los tipos más graves de asalto en realidad han declinado en años recientes, al mismo tiempo que la investigación sugiere que la violencia con armas de fuego en las películas aumentó en el mismo periodo, añadió Markey, quien no participó en el nuevo estudio.
En el último estudio, los investigadores examinaron una base de datos que detalla las escenas violentas de 945 películas, todas seleccionadas de entre las 30 películas más rentables de cada año entre 1950 y 2012. Los investigadores hallaron que el 94 por ciento de las 420 películas producidas desde 1985, el año en que se introdujo la calificación de PG-13, incluían escenas definidas como violentas porque una persona intentaba hacer un daño físico a otra.
Entonces los investigadores contaron los incidentes de violencia con armas de fuego, que definieron como utilizar un arma manual que dispara balas o rayos de energía.
"Quizás las películas que muestran violencia con armas de fuego se deban calificar como R en lugar de PG-13", planteó el autor del estudio, Brad Bushman, profesor de comunicación y psicología de la Universidad Estatal de Ohio. "Se trata de una posible decisión política que se podría basar en este tipo de hallazgo".
La Asociación Cinematográfica de EE. UU. (Motion Picture Association of America, MPAA) ha recibido críticas en los últimos años por aceptar mucho más contenido violento en las películas que contenido sexual. Una vocera de la MPAA no quiso hacer un comentario para este artículo.
El estudio no describe el contexto de las escenas de violencia con armas de fuego ni aborda las consecuencias del uso de las armas de fuego, por ejemplo. Pero Bushman apuntó a investigaciones que sugieren que las personas se hacen más agresivas tras tan solo leer sobre las armas de fuego.
Sin embargo, más de 200 personas del mundo académico firmaron y enviaron una declaración a la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association) en septiembre diciendo que el grupo había confiado erróneamente en "una evidencia incoherente o débil" en su intento por conectar la violencia en los medios de comunicación con la violencia en la vida real.
"Hay poca evidencia sólida que vincule la violencia en los medios de comunicación con la violencia en la vida real", apuntó Chris Ferguson, catedrático del departamento de psicología de la Universidad de Stetson, en Florida, y uno de los firmantes de la declaración. "Yo mismo he realizado varios estudios y no he hallado evidencia que vincule la violencia en los medios de comunicación con la violencia real en los jóvenes. Estudios de otros grupos han mostrado lo mismo".
Ferguson añadió que "la violencia en los jóvenes está en su nivel más bajo en 40 años, sin importar la edad del niño del que hablamos".
Pero un estudio reciente sugirió que aunque es bastante raro que las salas de emergencias traten heridas de balas en los niños, el 8 por ciento de los niños que resultan heridos con armas de fuego mueren.
Ferguson afirmó que el nuevo estudio es "bastante alarmista", aunque cree que es probable que las películas de hecho sí se hayan hecho más violentas.
"Para mí, la pregunta es '¿y qué?'", comentó. "Ante los masivos declives en la violencia en nuestra sociedad, tengo problemas para ver el 'y qué'. No creo que los padres ni Hollywood tengan mucho de qué preocuparse".
El estudio aparece en la edición en línea del 11 de noviembre y en la edición impresa de diciembre de la revista Pediatrics.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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