TRIBUNA
La salud, un derecho ¿universal?
Las migraciones han sido parte inherente de la historia de la humanidad. Todas las personas hemos sido, somos o podemos llegar a ser migrantes. La globalización, la actual crisis económica y las políticas de recortes han precipitado que las políticas migratorias se hayan convertido en un reto de primer orden en Europa.
Europa no puede ser una fortaleza blindada al exterior con vallas, concertinas y fuerza disuasoria. No puede permanecer indiferente ante las injusticias y dramas humanos que acontecen en los países de origen y destino, ni en los trayectos migratorios.
Al mismo tiempo, las minorías étnicas siguen estando expuestas a situaciones de discriminación, racismo y desigualdad socioeconómica.
Ésta no es nuestra Europa. Necesitamos políticas inteligentes y justas de migración, equidad social, diversidad cultural y reconocimiento de los derechos de las personas migrantes y de las minorías étnicas.
En el contexto de la actual crisis económica y sistémica se está produciendo un deterioro en derechos sociales y un aumento de las desigualdades. Asistimos con preocupación a un avance de discursos excluyentes, racistas y xenófobos, en demasiados casos retroalimentados por partidos políticos, instituciones e incluso gobiernos. Y esto es inaceptable. Conocemos bien lo que pasa en Europa cuando se persigue a personas de la comunidad gitana o judía, migrantes u otros grupos de población.
Hablamos de un reto que hay que abordar desde una imprescindible gobernanza global. Necesitamos con urgencia un gran pacto europeo en políticas migratorias integrales e inclusivas, sustanciado en el Parlamento y otras Instituciones Europeas, con la participación activa de la sociedad civil. Un acuerdo transversal y multisectorial que aborde las causas estructurales desde una responsabilidad compartida, en la mejor tradición europea de protección de los Derechos Humanos.
En el pacto del que hablamos, debe garantizarse “el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”,establecido en el Pacto Internacional de Derechos Sociales, Económicos y Culturales. Dicho acuerdo debería incluir también el compromiso de trabajar hacia la cobertura pública de la atención sanitaria y el acceso en igualdad de condiciones para todas las personas que conviven en un país.
La Europa de los Derechos Humanos y de la justicia social es la que tenemos que seguir construyendo desde un concepto de ciudadanía europea cosmopolita, de múltiples identidades, adhesiones y filiaciones.
Carlos Artundo Purroy, Amets Suess, Daniel López Jaramillo, Ainhoa Ruiz Azarola, Olga Leralta Piñán y Ainhoa Rodríguez García de Cortázar, miembros del Comité organizador en la Escuela Andaluza de Salud Pública del 5º Congreso Europeo de Migraciones, Minorías Étnicas y Salud
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