miércoles, 23 de abril de 2014

“Nos hemos incorporado más tarde que el resto de Europa, pero la cultura de la calidad asistencial ya es vox populi en la Sanidad española” :: El Médico Interactivo :: El presidente de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), Emilio Ignacio García, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

:: El Médico Interactivo :: “Nos hemos incorporado más tarde que el resto de Europa, pero la cultura de la calidad asistencial ya es vox populi en la Sanidad española”



“Nos hemos incorporado más tarde que el resto de Europa, pero la cultura de la calidad asistencial ya es vox populi en la Sanidad española”



Abril de 2014 - Iñaki Alonso

El presidente de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA), Emilio Ignacio García, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

En unos tiempos de crisis en los que todo el mundo se cuestiona la calidad asistencial, Emilio Ignacio García es un catedrático en la materia. Presidente de la Sociedad Española de Calidad Asistencial desde 2011, fue reelegido el pasado octubre, no sin antes mostrar que, más allá de fijarse en los recortes en la Sanidad, hace falta apostar por un cambio de modelo.
Hace 30 años que se fundó la sociedad, ¿qué ha cambiado en la concepción de la calidad asistencial?
La sociedad española se creó en 1984. Se creó por un grupo de profesionales que en aquel momento estaban preocupados por los temas de calidad asistencial porque en España no era una disciplina científica. Eran más unos profesionales preocupados en cómo se podía mejorar la calidad del sistema sanitario. Como todos los comienzos, no fueron fáciles, porque no había mucho conocimiento de la materia. Había incluso que explicar cuando uno decía que era técnico en calidad asistencial o responsable de calidad asistencial. En la actualidad, todo el mundo habla de calidad asistencial, todos los servicios autonómicos tienen sus estructuras, sus responsables y sus referentes y hoy en día la calidad es la razón de ser de los profesionales. El cambio ha sido tremendo.
¿Ha percibido ese cambio en la propia SECA?
La sociedad ha ido al unísono de estos cambios. Actualmente somos 1.200 socios en España, formado por profesionales de varios ámbitos. Hay gestores, responsables políticos, directores de calidad y, cómo no, profesionales sanitarios que atienden a sus pacientes como médicos, enfermeras, farmacéuticos o psicólogos. Además, tenemos federadas un total de 11 sociedades autonómicas, que están dentro de la estructura de la SECA, que es el paraguas de todas las sociedades.
¿Hay visos de alcanzar representación en las 17 comunidades autónomas?
Hay comunidades autónomas muy pequeñas, uniprovinciales, que son socios directos de la Sociedad Española de Calidad Asistencial y no le merece la pena montar una estructura específica, pero tenemos representación de todo el territorio nacional.
Ningún profesional se queda fuera. La sociedad está allí
Sí, para cualquier profesional que quiere entrar en este movimiento. Aquí puede entrar todo el mundo. De hecho, nuestro objetivo principal es difundir la cultura de calidad asistencial para todo el sistema sanitario, tanto público como privado. Lo que intentamos es comprometer a los sistemas sanitarios a través de sus profesionales para que incorporen en su quehacer diario sistemas de evaluación y mejora de la calidad.
Ha comentado que después estos 30 años todo el mundo habla de calidad asistencial, pero ¿existe esa cultura de llevarlo a la práctica o todavía estamos en fase de aprendizaje?
Hay diferentes velocidades dependiendo de comunidades autónomas o ciudades, pero en líneas generales puedo decir que la cultura en Sanidad ha impregnado la calidad asistencial. A lo mejor nos hemos incorporado más tarde que otras áreas del conocimiento. El medir la calidad de productos o empresas quizá sólo por la necesidad de la eficiencia y los resultados a corto plazo se ha incorporado un poco antes. Pero, a fecha de hoy, no hay ningún hospital ni centro sanitario que, en mayor o menor medida, no tenga su programa de calidad asistencial.
¿Hemos ido tal vez más lento que el resto de Europa?
Tenemos relaciones con la Sociedad Europea de Calidad Asistencia (ESQH) así como con la internacional (ISQua) y puedo afirmar que a fecha de hoy estamos en sintonía y en algunas áreas incluso más avanzados que otros países. Tal vez nos hemos incorporado algo más tarde, pero la cultura ha impregnado tan rápidamente que en España hablar de calidad y de la seguridad de los pacientes ya se ha convertido en vox populi. Está en la cultura.
Llegado a este trigésimo aniversario, ¿cuáles son los retos de la SECA para 2014?
Estamos en colaboración con varias sociedades científicas como la Sociedad Española de Medicina de Familia (semFYC), la Sociedad de Retina y Vítreo, la Sociedad de Oncología Médica, la Sociedad de Dermatología, y la Sociedad de Farmacia Hospitalaria. Con ellas tenemos una relación muy intensa para que la calidad no quede solo, como en años anteriores, en los aspectos macro, de gestión de centros sanitarios, sino que ya derive a cuestiones concretas de la atención al paciente. En 2014, tenemos muchos proyectos de investigación colaborativos que estamos intentando plasmar en documentos y en libros la atención de los pacientes. Por poner un ejemplo, hemos realizado el proceso de atención al paciente con melanoma, estamos diseñando el proceso de atención al paciente con todas las patologías de retina, estamos abordando proyectos con los nuevos anticoagulantes orales, estamos elaborando el proyecto con una patología abandonada como la del intestino irritable. Todo ello en estrecha colaboración con las sociedades científicas específicas de estos proyectos y los profesionales.
Además de estas colaboraciones, ¿qué otros proyectos están abordando?
Otro proyecto es una herramienta llamada Sequalita, que es un software on line que tenemos en nuestra página web (http://www.calidadasistencial.es/) que permite al profesional tener todas las herramientas tanto cualitativas como cuantitativas de calidad para gestionar sus datos y que su actividad asistencial y los resultados puedan ser así analizados. Por supuesto, se reserva la privacidad de estos datos. Este software permite gestionar todos los indicadores y que le hagan las gráficas y  facilita al profesional que tenga controlado desde el punto de vista estadístico y metodológico los datos de su calidad asistencial en todo momento.
¿Desde cuándo está esta herramienta?
Desde 2012. La terminamos y, desde entonces, está siendo muy utilizada. Es una plataforma on line gratuita. Sólo hace falta que el profesional se de de alta y a partir de ahí dispone de las técnicas que se usan en calidad para facilitarle la gestión de sus datos. Posteriormente, esto les puede ayudar para presentar sus resultados en los congresos y en las diferentes ponencias o comunicaciones que realicen.
Cuando se está esforzando más en lo micro, ¿es porque han percibido esa necesidad por parte de los profesionales de la salud?
Estamos abiertos a la demanda de las diferentes sociedades para darles lo que sabemos, que es gestionar sus datos, darles cobertura metodológica para medir lo que quieren medir en relación a la calidad. Muchas sociedades firman convenios de colaboración y, a veces, se recurre a la industria farmacéutica para que le de cobertura económica al proyecto, pero trabajamos más a demanda de las sociedades.
Desde que llegó a la presidencia, en el año 2011, ¿qué cambios ha podido impregnar usted y la candidatura con la que concurrió en estos años?
Hemos conseguido darle una mayor visibilidad a la SECA, fundamentalmente a través de esta cantidad de proyectos y de publicaciones que hemos realizado. En 2013 hemos difundido al menos siete u ocho libros donde se constata cómo debería ser la calidad de la atención a las diferentes enfermedades. Esto ha supuesto un hito es el fomento de una línea de investigación para apoyar a las sociedades científicas y a los profesionales para realizar guías de prácticas clínicas, diseño de procesos, confeccionar un pool de indicadores que permitan medir la calidad de las enfermedades que los profesionales nos han demandado. El otro gran avance ha sido el software on line, que había sido muy demandado por los profesionales, que no tenían tiempo para gestionar estadísticas o no tiene conocimiento en esas materias porque después de todo son médicos.
¿Cómo van las relaciones con todas las administraciones?
Las relaciones con el Ministerio de Sanidad y las consejerías de salud, con todas las sociedades científicas ha sido otro gran avance. Hemos consolidado con ello las tres actividades científicas que realizamos a lo largo del año: una reunión de coordinadores de calidad de todo el Sistema Nacional de Salud (SNS), que la SECA financia todos los gastos y reúne a todos los técnicos que se dedican en exclusiva a la calidad. Luego hemos consolidado unas jornadas de seguridad de pacientes que realizamos conjuntamente con la semFYC en el que, desde hace seis años, reunimos a los profesionales de Atención Primaria y que es un campo que está ahora en vanguardia y que, conforme el sistema sanitario es más sofisticado y las tecnologías son mayores, las posibilidades de error y los beneficios también lo son. La última actividad,  y es la más importante, es el congreso anual, que cada año va a una ciudad diferente de este país y que reúne a entre 700 y 800 profesionales de la salud para debatir las estrategias relacionadas con la calidad que se han hecho a lo largo de este año en los difetrente hospitales y centros de Atención Primaria.
¿Y qué ha faltado por limar?
Hay que intentar implicar a cada vez más profesionales para que participen y unan al quehacer diario de atención al paciente con la monitorización y la evaluación del impacto de los trabajos que desempeñan. Tenemos que dar el paso para que la cultura de calidad sea inherente a la cultura directa al paciente y asistencial. Hay una línea de mejora importante. Quizás también habría que aumentar nuestra visibilidad al resto del mundo. Es una sociedad que aún no tiene el reconocimiento que sí se han granjeado otras sociedades más específicas. Tendríamos que darnos más a conocer y ponernos a disposición de la gente para que esta disciplina científica pueda llegar cada vez a más profesionales y personas.
El congreso, que se celebrará en Madrid en octubre aún queda lejos, pero ¿puede avanzarnos algo?
El congreso se celebrará en el Palacio de Congresos de Madrid del 15 al 17 de octubre. Hemos tenido reuniones con el Ministerio de Sanidad y, en concreto, con la secretaria general de calidad asistencial, que formará parte de la organización. También hemos estado con la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid. Una de las líneas principales de este congreso serán cómo las nuevas tecnologías, como la telemedicina, la asistencia on line o las app para paciente, se pueden poner al servicio de los profesionales. Otra línea será la seguridad del paciente y la última estará relacionada con la gestión sanitaria, la gobernanza y sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y esas van a ser las líneas nucleares del congreso.
En el último congreso, indicó que el sistema sanitario estaba en una encrucijada, ¿cómo están afectando los recortes en Sanidad para los profesionales que velan por la calidad?
Como todas las crisis, y esta es una de las mayores crisis de las últimas décadas, los recortes que se están introduciendo en Sanidad lógicamente pueden tener su impacto. Yo hablé en su momento que el gasto sanitario en este país se ha mermado en torno al 10 por ciento de media entre todas las comunidades autónomas. A fecha de hoy, el presupuesto sanitario es de 52.000 millones de euros, cuando en el pasado llegamos a disponer millones a tener esto. Esto tiene su impacto en la asistencia sanitaria. En una visión global, si te vas a la lista de espera quirúrgica, éstas han aumentado. Hay 571.395 pacientes en listas de espera, lo que supone un aumento significativo con años precedentes. De manera absoluta eso está ahí, pero también deberíamos profesionalizar la información sanitaria que se suministra a la población para no alarmarla. Deberíamos ser más transparentes y publicar la información de las listas de espera en función de patologías y gravedad. Si estamos atendiendo en tiempo y forma las patologías más graves, en tiempos de crisis y recortes, es bueno difundirlo para tranquilizar a la población.
Entonces, ¿es una situación más grave o menos grave con los recortes?
La opinión de la SECA es clara. En términos absolutos hemos aumentado la espera quirúrgica y diagnóstica. Pero si somos capaces de trasladarle a la población que lo grave, lo que no puede esperar, se está atendiendo perfectamente, se sería, por un lado, más transparente y, por otro, mejoraría mucho más la imagen del sistema sanitario público que como siga así lo vamos a hundir cuando ahora tenemos de los sistemas sanitarios mejores del mundo. Los recortes afectan, pero falta ese hilo conductor para trasladar que no están desatendidos. Aunque las cifras en listas de espera han aumentado, si viéramos la información segregada en relación con la urgencia de la espera y le transmitiríamos que lo verdaderamente necesario se está haciendo, porque entre otras cosas en un sistema sanitario público las esperas son inevitables. Un sistema público no puede atender al momento toda la demanda sanitaria porque ésta es incalculable e insaciable. Cuanto más se atiende más se genera. Un sistema sanitario público tiene que sopesar los recursos que tiene, necesita y le quita a otras áreas como Educación, Empleo o Dependencia. Hay que utilizar de manera eficiente los recursos.
Todos señalamos con el dedo a la crisis, ¿es la única culpable de esta encrucijada del SNS?
El sistema sanitario tiene el problema por la crisis y los recortes, pero tiene que introducir mayores criterios de eficiencia. Todavía arrastramos muchos costes de no calidad que se podrían abordar y mejorar, como adecuar las estancias a los procesos y a las enfermedades. Hago referencia a toda la política de medicamentos o costes de problemas inherentes al sistema sanitario que podríamos mejorar.
La SECA se ofreció a las administraciones a colaborar con una reforma, ¿se ha llegado a una primera toma de contacto?
Tan directo no. Mantenemos reuniones periódicas con el Ministerio de Sanidad. Nosotros trasladamos cuál es nuestra posición y orientaciones para el sistema sanitario. Las relaciones son muy buenas pero no tenemos por ahora ninguna capacidad de influencia ni se ha fijado un marco de colaboración para estos asuntos específicos.
Ha citado las nuevas tecnologías, ¿la Sanidad se está sabiendo adaptar a esta revolución o aún estamos gateando?
Las nuevas tecnologías lo inundan todo y la asistencia sanitaria cada vez cuenta más con la telemedicina, con la que se hacen más diagnósticos, sobre todo dermatológicos y radiológicos, de forma que viaja la imagen y no el paciente. Hay especialidades que se han desarrollado bastante. La teleasistencia facilita la gestión, y la cita al paciente on line está suponiendo un pilar fundamental para dar una actividad más eficiente y más ahorradora en recursos.
Pero también puede ser un arma de doble filo...
Internet es una herramienta potentísima, pero a su vez si no se utiliza de manera adecuada pueda ser problemática. Hay mucha literatura gris, que no está contrastada ni avalada por las sociedades científicas. Hay mucha intoxicación que no es conveniente. Por eso abogamos para que las páginas web acrediten la calidad de la información que dan y asesoren a los pacientes hacia los lugares más recomendables.
Como profesor universitario, ¿cree que la generación actual puede dar el salto definitivo en el uso de estas herramientas?
No tengo ninguna duda. Imparto clases a cientos de alumnos y considero que es la generación que tiene interiorizado desde pequeño el uso de las aplicaciones informáticas, de los móviles y de internet. Cuando estos profesionales de la salud se incorporen al mercado laboral, habrá un impacto exponencial. Será una herramienta inherente a su trabajo. Paralelamente, hay muchas universidades con asignaturas específicas sobre calidad asistencial y seguridad de los pacientes y los alumnos desde el primer año de carrera ya tendrán formación sobre estos asuntos.
Lo van a tener en el ADN...
De hecho, lo tendrán en su currículum de pregrado.
El año no ha arrancado mal para la SECA, con la concesión de un premio Avedis Donabedian, ¿qué sintió al recibirlo?
Estamos muy contentos y agradecidos a que una entidad de prestigio como Avedis Donavedian nos premien como la mejor sociedad científica en excelencia a la calidad del año 2014. Este premio es fruto de las líneas de investigación, las publicaciones y las colaboraciones con las entidades.
A lo mejor suena políticamente incorrecto, ¿ha estado suficientemente valorada al exterior?
Este premio es el primero que recibimos en reconocimiento a nuestra labor en 30 años. Nunca habíamos recibido nada. Esto ayudará a darnos mayor visibilidad, más allá de que tenemos que trabajar más desde la SECA en este campo. En ese campo, estamos confiados en que la revista de calidad asistencial, que dirige Susana Lorenzo con un equipo de editores y evaluadores, también nos ayudará a proyectarnos en el exterior.

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