Asturias: "Ausencia total de control" en la actividad concertada

La derivación de actividad sanitaria a centros concertados en Asturias (a los hospitales Jove, Cruz Roja, Fundación de Avilés y Sanatorio Adaro) evidencia, según la Sindicatura de Cuentas, "una ausencia total de control". La Consejería promete mejoras, pero defiende la evaluación actual.

José A. Plaza | 05/05/2015 12:54

La Sindicatura de Cuentas del Principado de Asturias ha publicado un informe de fiscalización de los conciertos de su servicio de salud (Sespa) en 2013 con entidades privadas, que se ciñe a la actividad concertada con los hospitales Jove, Cruz Roja, Fundación de Avilés y Sanatorio Adaro, entidades sin ánimo de lucro integradas desde 2002 en la red sanitaria pública del Principado.

Precisamente con este proceso de integración arranca la Sindicatura su informe, señalando la falta de documentación de este traspaso de competencias, que se hizo por el Insalud. La primera conclusión sobre la ejecución de los convenios con estas cuatro entidades (que el año pasado recibieron el 64 por ciento de los fondos destinados a conciertos en Asturias) da una idea de la opinión del organismo fiscalizador: "Se evidencia ausencia total de control tanto sobre la facturación de los convenios como sobre la aplicación de tarifas y actividades".

¿Cinco meses sin soporte legal?
Acto seguido, la Sindicatura dice que "los procesos realizados desde el 1 de enero hasta el 8 de mayo de 2013 carecen de soporte legal". Aunque los convenios se firmaron en mayo, con efecto retroactivo a enero, "el convenio carece de toda eficacia y no produce efectos" durante esos cinco meses, ya que ambas partes "no manifestaron expresamente su consentimiento" hasta el mes de mayo.

Añade que ninguno de los convenios fue modificado conforme a la normativa contractual, "como era preceptivo caso de no cumplir lo contenido", y que en los cuatro convenios se facturó "un importe superior al autorizado". En concreto, Jove superó un 9 por ciento lo establecido de inicio; Cruz Roja, un 6,6; Adaro un 6,2, y Avilés un 1,3, lo que deja una media de un 7,45 por ciento por encima del gasto acordado de inicio.

Carencias informáticas para evaluar
A estas trabas se suman otras. La facturación emitida por los centros, excepto en el caso de Cruz Roja, no incluye códigos para cada proceso médico, "lo que dificulta su control"; no existe un sistema informático "que permita la gestión integrada del procedimiento de derivación", no hay ("pese a lo dispuesto en los convenios") comisiones trimestrales de evaluación y seguimiento, y no se han realizado "informes de auditoría, inspección o verificación específicos" por parte del Sespa.

Recomendaciones de la Sindicatura
Tras localizar los que, a su juicio, son los principales problemas, la Sindicatura añade recomendaciones en su informe. Pide, caso de integrarse en la red pública un nuevo hospital privado, utilizar la vía del concierto, y que las facturas "identifiquen claramente los procedimientos facturados y constatar la efectiva prestación". Insiste en la necesidad de mejorar el sistema informático para evaluar el proceso, y reclama modificar los convenios para que "identifiquen qué procesos se incluyen (...), lo que aumentaría el control de la actividad". Finalmente, solicita que los convenios se publiquen en el Boletín Oficial del Principado "como medida adicional de control.

Respuesta de la Consejería: alegaciones al informe

Junto al informe de fiscalización, la Sindicatura ha publicado el documento de alegaciones, que incluye la respuesta tanto de los cuatro centros como de la Consejería de Sanidad. El Sespa niega la ausencia de control sobre la aplicación de los convenios y su facturación, defendiendo la existencia de un "circuito cerrado con completo control de derivaciones, control mensual de las facturas generadas y labor de contraste de facturas".

En cuanto a la no especificidad de los procesos concertados, mediante códigos de identificación, la Consejería admite que no se lleva a cabo este proceso, y que esto "podría dificultar el control de la facturación", aunque matiza: "No impide el control interno" del proceso de concertación. También reconoce la carencia de un sistema informático que permita la gestión integrada de las derivaciones y de la tramitación contable de las facturas", pero dice que el Sespa sí dispone de una herramienta informática, distinta a la que reclama la Sindicatura, para evaluar el proceso, y añade: "Se está trabajando para desarrollar esta herramienta para lograr una mayor coordinación entre la parte económica y la parte asistencial del proceso. Mientras, el Sespa ya dispone de "listados de ejecución que permiten un mayor seguimiento", y trabaja en "herramientas y desarrollos alternativos que permitan una integración total del proceso".

Finalmente, la Consejería admite no haber creado Comisiones de Evaluación y Seguimiento ad hoc para evaluar los convenios singulares con estos cuatro centros, pero dice que esta carencia evaluadora se suple con "reuniones y visitas periódicas", y con el citado seguimiento mensual en los centros.