martes, 2 de mayo de 2017

'Hacer Medicina es aprender un idioma' - DiarioMedico.com

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ENTREVISTA A JOAQUÍN POCH

"Hacer Medicina es aprender un idioma"

Joaquín Poch es el presidente de la RANM, analiza el diccionario médico panhispánico, una obra en elaboración, que se presenta en junio en Harvard para buscar apoyos en EEUU.
Francisco Goiri. Madrid | fjgoiri@diariomedico.com   |  02/05/2017 00:00
 
 
Joaquín Poch
Joaquín Poch (José Luis Pindado)
La Real Academia Nacional de Medicina (RANM), que preside Joaquín Poch, está embarcada en un ambicioso y magno proyecto: la edición del Diccionario panhispánico de términos médicos (DPTM), una obra, elaborada con la Asociación Latinoamericana de Academias de Medicina (Alanam), que recogerá unos 80.000 términos médicos, con las variantes lingüísticas y de uso de cada país hispanoablante. Tomando como base el Diccionario de términos médicos, publicado en 2011 por la RANM, el objetivo es que el DPTM esté listo en 2023. El 1 y 2 de junio, la Academia organiza en la Universidad de Harvard un foro sobre el español médico para presentar la obra a las instituciones norteamericanas y ofrecerles la posiblidad de sumarse al proyecto.
PREGUNTA. Por volumen y objetivos, el DPTM pretende ser el corpus lingüístico de la Medicina en español. ¿No es un objetivo excesivamente ambicioso? 
RESPUESTA.
 Ambicioso, pero muy necesario. Yo a veces lo comparo con una ascensión al Himalaya, porque la concepción de fondo es que esto no es sólo un diccionario, sino un libro de Medicina. Además de recoger el lenguaje técnico, estrictamente médico, se debe mantener el espíritu del uso común o habitual del castellano. Los lenguajes técnicos son bastante universales en todos los idiomas, pero en Medicina, además del uso técnico, está el que hace la gente a diario, porque a todo el mundo le duele algo alguna vez y tiene necesidad de expresarlo. Eso implica que hay que estar muy atentos a las variantes textuales de un país a otro.
  • El DPTM reunirá 80.000 términos y sus variantes en cada país hispanoablante, y el objetivo es terminarlo en 2023
  • Poch destaca el apoyo económico del capital privado y el “decidido” respaldo institucional de varios ministerios
P. ¿En qué fase están los trabajos de elaboración?
R.
 El trabajo oficial se inició en octubre de 2015, pero teníamos ya un punto de partida fundamental: el diccionario de la RANM de 2011, que reúne nada menos que 52.000 términos y que es la base del DPTM. El calendario prevé una primera fase de 5 años [hasta 2020], donde se elaborará una versión digital de unos 65.000 vocablos, más el uso de cada uno de ellos en todos los países, y una segunda fase, de otros 3 años, que alumbrará sendas ediciones, digital e impresa, con 80.000 entradas. A estas alturas se ha revisado ya más de un 25 por ciento de la base de datos que sirvió para elaborar el diccionario de 2011.
P. ¿No son muy optimistas esos plazos para un proyecto de tanta enjundia y que implica a tanta gente?
R. 
Creo que están ajustados a la realidad. Esta Academia hizo un diccionario de nueva planta, partiendo de cero y con 52.000 términos médicos, en ocho años.
P. Además de compleja, una obra así ha de ser especialmente cara. ¿Qué respaldo económico tiene?
R. 
Muy cara. Sin el patrocinio de la industria privada [fundaciones AMA, Iberdrola, Mapfre y Ramón Areces] sería inviable. En cuanto al apoyo económico del Estado es pequeño y muy específico. Los acuerdos que tenemos con la Real Academia Española (RAE) y el Instituto Cervantes son institucionales, no lucrativos.
P. ¿Está más mentalizado el capital privado que el público de la necesidad e importancia de esta obra?
R.
 No creo que sea un tema de mentalización o de sensibilidad, sino que probablemente tiene que ver con las enormes restricciones de gasto público en los últimos años. Además, el respaldo de ministerios como los de Sanidad, Educación o Industria, es decidido.
P. El inglés es la lengua de comunicación científica y médica por antonomasia ¿Hasta qué punto puede ayudar el DPTM a posicionar mejor al español?
R. 
Actualmente hay más de 900.000 médicos y profesionales biosanitarios que ejercen la Medicina y se comunican, entre sí y con sus pacientes, en español. Además, en los países muy bilingües, como Estados Unidos, tener redes léxicas muy amplias, que se adaptan al habla y al uso idiomático de todos los países hispanoamericanos, ayudan a trasladar fielmente la forma y el fondo de esa comunicación básica entre médico y paciente.
  • "No percibo una 'cruzada' contra el español médico en el EEUU de Trump, por la pujanza del idioma en todos los ámbitos y la creciente presencia de hispanoablantes"
P. ¿Ese bilingüismo y la creciente presencia de hispanoablantes son argumentos suficientes para convencer a Estados Unidos de que se implique en la promoción y difusión del diccionario panhispánico?
R.
 Estados Unidos es uno de los países que más consulta la edición digital del diccionario de la Academia, y muchas instituciones norteamericanas se han interesado por el DPTM. Aun así, no podemos obviar que ahora el país está en un momento de fuerte reivindicación del inglés. Es curioso que, en algunos idiomas, son los propios inmigrantes los que se niegan a utilizar su lengua vernácula, pero esto no se percibe en el caso del español, por su pujanza en todos los ámbitos y el elevado número de hablantes.
P. ¿Deduzco de sus palabras que, pese a algunas declaraciones de Trump, no percibe una cruzada contra el uso del español?
R. 
Desde luego, en el caso del lenguaje médico, no. De hecho, todas las grandes instituciones sanitarias norteamericanas tienen su web también en español; en todos los grandes hospitales hay interpretes de español, y en las facultades de Medicina de universidades como Chicago u Ohio se dan clases de español médico, a diferencia de lo que pasa aquí, donde no se estudia específicamente terminología, sino que el alumno la asimila a medida que avanza en la carrera. De hecho, se suele decir, y creo que es cierto, que la carrera de Medicina es aprender un idioma: hay unos 4.000 ó 5.000 términos que son de uso prácticamente corriente, y los entiendes o no.

Una obra "de referencia" y muy colectiva

La unidad de terminología médica de la RANM (tres lexicógrafos, un informático, una asesora médica y varios colaboradores) coordina la redacción del DPTM y recibe consultas diarias de todo el mundo sobre terminología. Pero por muy loable que sea su trabajo (comparada con la de la RAE, su estructura es mínima), esa unidad no hace el diccionario. Joaquín Poch recuerda que "el DPTM lo hacen los académicos, que aportan el contenido científico. Y lo hacen todos ellos, españoles e hispanoamericanos, correspondientes y de número, individual o entre varios, porque ésta no es una obra de autor, sino colectiva".

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