“Las enfermedades crónicas suponen el 80% de las consultas de AP”
Lo ha señalado el Dr. Benjamín Abarca, ex presidente de SEMG y miembro del grupo de Cronicidad de esta sociedad científica
A. Villajos | 26 - Mayo - 2017 15:15 h.
Las enfermedades crónicas pueden prevenirse y retrasar su progresión. Tienen unos efectos económicos muy importantes tanto para los familiares, para la sociedad y para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Benjamín Abarca, ex presidente de SEMG y miembro del Grupo de Cronicidad de esta sociedad científica, en el XXIV Congreso Nacional de Medicina General y de Familia celebrado en San Sebastián.
“Los mayores de 65 años tienen una media de cuatro enfermedades crónicas. El coste de un paciente con más de una enfermedad crónica llega a multiplicarse por seis en relación a los que tienen una o ninguna”, ha explicado. Además, ha señalado, las enfermedades crónicas suponen “el 80 por ciento de las consultas de Atención Primaria y el 60 por ciento de los ingresos hospitalarios”.
El problema, apunta el ex presidente de SEMG, es que “nuestro sistema sanitario sigue muy centrado en las patologías agudas y valora poco los aspectos preventivos”. También se produce una “falta de perspectiva de cuidados de los propios pacientes sobre ellos mismos y una falta de coordinación e ineficiencia en la provisión y desarrollo de servicios que no se están prestando en los niveles más adecuados”.
Las prioridades en el abordaje de la cronicidad, según el Dr. Abarca, pasa, por tanto, por “el fortalecimiento de la AP en su conjunto y la reorganización de la atención e implicación de los pacientes”.
El paciente, eje del sistema sanitario
Nerea Gutiérrez, directora de Enfermería de la OSI de Araba, hacía referencia a que cada vez un porcentaje mayor de personas debuta en una enfermedad crónica a una edad inferior. “Más del 45 por ciento de los mayores de 16 años tiene una enfermedad crónica y el 22 por ciento presenta dos o más. Hay que ampliar el espectro de atención a la patología crónica hacia una población más joven”.
Gutiérrez considera que el paciente tiene que ser el eje del sistema sanitario, lo que supone que “cualquier estrategia, cambio o iniciativa a poner en marcha tiene que ser consensuada y creada con los ciudadanos”.
Otra de las líneas importantes en el abordaje de la cronicidad, apunta, sería la consideración de todas las patologías. “Nos centramos muy frecuentemente en aquellas más relacionadas con la mortalidad, como la insuficiencia cardiaca o la diabetes…pero hay otras que no hay que perder de vista, como las enfermedades raras”.
En su opinión, la AP tiene que ser el eje de atención a las personas con patología crónica. “Hay que potenciar el liderazgo de la Primaria, sacar el mayor partido a cada uno de los profesionales teniendo en cuenta los nuevos roles: enfermera gestora de casos, médico internista de referencia, coordinador entre Atención Primaria y Hospitalaria, etc.”.
Otra de las líneas a tener en cuenta en el abordaje de estos pacientes es la sostenibilidad. “Cambiar la idea de ahorro por la de eficiencia. Analizar lo que hacemos y ver que lo que hacemos tiene un impacto en la salud, y definir indicadores que sean medidos para poder hacer una evaluación y ver si es eficiente o no”.
Integración clínica del paciente
Por su parte, la Dra. Fátima Santolaya, del Grupo de Cronicidad de SEMG, explicaba que “cada vez necesitamos una mayor integración clínica del paciente”. El Ministerio establece la Estrategia Nacional de Cronicidad y a su vez hay estrategias de cronicidad en marcha en trece de las diecisiete CC.AA. “Además, solo tres comunidades autónomas tienen una estrategia con una línea sociosanitaria desarrollada”.
Esto provoca que el papel del médico de familia en el abordaje de la cronicidad no esté bien definido y cambie según la Comunidad de la que se trate. “En unas comunidades los médicos de AP están subordinados a los internistas, en otras son gestores de casos, y en otras están manos de la Enfermería…”.
Lo más llamativo de todo esto, indica, “es que no se está informando a la población de lo que va a suponer este cambio. Se va a limitar el acceso de los sanos, ya que esto requiere de mucho tiempo y mucha dedicación, por lo que el médico de familia tendrá que dejar de hacer alguna cosa, ya que no hay más recursos y tenemos que cambiar nuestra forma de actuar para conseguir que el sistema siga siendo sostenible”.
Unos de los principales problemas que advierte la doctora es que no se establece una adecuada correlación con los Servicios Sociales. “Es fundamental que todos los crónicos tengan un cuidador, sea formal o informal, sino la atención sanitaria no puede llevarse a buen puerto”.
Paciente empoderado
El Dr. Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP), explicaba que el modelo ideal en el que se aborde la cronicidad tiene que ser proactivo, preventivo, con nuevas tecnologías y con una estrategia común a nivel nacional.
Los actores de este “modelo ideal” tienen que ser la Administración pública, el personal sanitario, la industria farmacéutica, los pacientes y asociaciones, y los medios de comunicación. “El paciente debe ser el protagonista y se debe apostar por él. El paciente empoderado consigue mayor adherencia al tratamiento, está muy motivado, mejora su calidad de vida, tiene menos complicaciones, y supone un ahorro para el SNS”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario