"Urgente
necesidad de unificar el menú
prestacional bioquímico"
En
un contexto realmente difícil, donde el orden es un bien tan preciado
justamente por su ausencia, es que la actividad bioquímica, ante la
necesidad de asegurar su subsistencia y no meramente por un capricho de
quienes la ejercemos sino por su rol trascendental en el equipo de salud, necesita
justamente encarrilarse en un contexto más ordenado.
Como
es bien sabido hace algo más de 2 décadas, comenzó una vorágine
distorsiva, de la cual somos cómplices y se llamo “NOMENCLADOR MENOS…
%”.
Esta
mala praxis, sin duda aprovechada por obras sociales y más
contundentemente por empresas de medicina prepaga, nos sumió por años en
un chaleco de fuerza del que nos es muy difícil escapar.
Tan
mala praxis es que echó por tierra el espíritu del ya viejo y obsoleto
Nomenclador Nacional, que en cierto modo ordenaba y valorizaba la práctica
bioquímica.
En
su reemplazo, “expertos auditores de obras sociales y
prepagas” se dedicaron a confeccionar nomencladores propios. Más
aún subnomencladorers
propios según el plan del beneficiario. Que obviamente abonan más
o menos según la categoría del plan.
Tan
ridículo suena como pensar que hay pacientes caros y baratos, o glucemias
caras y baratas. Y tan baratas que podemos cobrarlas ¡hasta 4 meses más
tarde! Como en el caso de muchas prepagas de primer nivel,
pero de primer nivel al momento de cobrar la cuota a sus beneficiarios, ya
que al momento de pagar la prestación están el subsuelo.
Más
allá de la catarsis, y concretamente, después de trabajar arduamente y
evaluar herramientas para volver a ordenar la actividad con un mecanismo
similar al viejo INOS actualizado al siglo XXI, el sector adopta la
herramienta que de hecho se
utiliza prácticamente en todo el país por la mayoría de obras sociales
y prepagas: El NBU elaborado por
la Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina.
El
mencionado NBU nació en el seno de CUBRA, conjuntamente entre el Comité
Ejecutivo y el aporte de todas las entidades bioquímicas provinciales de
todo el país, sumando la activa participación de las instituciones
nacionales representativas del sector.
Es
muy difícil establecer un valor unificado de Unidad Bioquímica, no por
desconocimiento de costos sino por la heterogeneidad de laboratorios y por
el basto territorio de que abarca nuestro país con un laboratorio en cada
rincón. Aún así, el mismo definido en base a estudio de costos en el área
metropolitnana (CABA y GBA) es de 6.
No
existe duda que trabajar por debajo de ese valor (al día de hoy) es poner
en riesgo la calidad y/o la subsistencia de nuestras Empresas. No es
casualidad que se hace cada vez más difícil conseguir personal en
general y profesionales en particular que se vuelcan a la industria entre
otros sectores, por los sueldos magros que se retribuyen. Y esto es
consecuencia del deterioro de los aranceles.
Tampoco
es casual que particularmente
las prepagas que más resisten a la implementación del NBU son aquellas
que peores aranceles reconocen y cuyo único objetivo es
perseguir su incremento económico. La calidad parece ser un detalle
prescindible.
EL
SECTOR BIOQUÍMICO RECLAMA ADOPTAR EL NBU, ESTABLECIENDO POR ESTUDIO DE
COSTOS EL VALOR MÍNIMO DE 6 PARA ÁREA METROPOLITANA, SIN PERJUICIO DE
QUE POR DIVERSIDAD GEOGRÁFICA EXISTAN REGIONES DONDE SE DEBE TRABAJAR MUY
POR ENCIMA DEL VALOR NBU X 6 PARA ASEGURAR LA CALIDAD Y SUBSTANCIA DEL
SECTOR.
COMISIÓN
DIRECTIVA
CALAB
CALAB
Prensa
CALAB - 23/08/13
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