Familia dice que la oferta MIR es ajena a las necesidades del SNS

La comisión pedía 2.154 plazas, 379 más que el año pasado, y RRHH ha ofertado 93 menos. Las sociedades de AP abogan por dar más peso a las especialidades "más generalistas".

Francisco Goiri. Madrid | fjgoiri@diariomedico.com | 13/09/2013 00:00

Verónica Casado, presidenta de la Comisión Nacional de Familia. ()

Un año más las aspiraciones que la Comisión Nacional de Familia y las sociedades científicas de primaria tenían puestas en el reparto de plazas MIR han chocado con la realidad de una oferta restrictiva. Mientras la comisión que preside Verónica Casado pedía que Familia tuviera 379 puestos más que el año pasado (hasta llegar al total de las 2.154 plazas acreditadas para la especialidad), la Comisión de Recursos Humanos del SNS ha aprobado finalmente 1.682 plazas para el curso 2013-2014, 93 menos que la convocatoria pasada.

Basora achaca las vacantes que Familia tiene cada año en la primera vuelta del MIR a la "política de un Gobierno que no hace nada por prestigiar a la especialidad"

La lectura que hace Casado de esta reducción de la oferta de Familia no puede ser más descorazonadora para la especialidad, "no sólo porque puede poner en peligro la tasa de reposición de médicos de Familia del sistema, sino también porque es un reflejo de la poca o nula inversión que se ha hecho en recursos humanos en primaria, y concretamente en Medicina de Familia".

Comisión y sociedades de primaria coinciden, además, en que la oferta docente de posgrado no se ajusta a las necesidades asistenciales reales de un sistema en el que, en palabras de Josep Basora, presidente de Semfyc, "predominan cada vez más los pacientes crónicos y una población progresivamente envejecida, que requieren cuidados de especialistas con conocimientos más generalistas". En este contexto, Basora aboga por un replanteamiento general de la distribución de plazas MIR, "dando más peso a especialidades más generales, como la propia Familia, Interna e Intensiva, y quitándoselo a cirugías o superespecialidades que, además, piden cada año que no aumente su número de plazas". José Luis Llisterri, presidente de Semergen, coincide con Basora, en que los criterios que presiden cada año esa distribución de plazas "tienen más que ver con las necesidades internas de funcionamiento de los hospitales que con la realidad asistencial del sistema. Cardiología, Urología, Digestivo o Dermatología, por poner algunos ejemplos, tienen excedentes de plazas en comparación con Medicina de Familia", recuerda el presidente de Semergen.

La presidenta de la Comisión Nacional se remite a los datos del propio Ministerio para avalar con cifras ese desequilibrio entre primaria y hospitales. "El informe anual del Observatorio del SNS revela que en los últimos 10 años, de cada 100 euros de gasto sanitario público corriente, alrededor de 14 se han dedicado a los servicios de primaria, con un crecimiento medio en ese periodo de 0,31 puntos. Por contra, en ese mismo periodo, de cada 100 euros gastados, más de 51 se han dedicado a los servicios hospitalarios, lo que representa que en los últimos nueve años esta proporción ha crecido nada menos que 5 puntos", afirma Casado.

Aparente contradicción
Basora no ve contradicción alguna entre la reiterada petición de incremento de plazas que hacen comisión y sociedades científicas y el hecho de que los puestos de Familia estén habitualmente entre los pocos que quedan vacantes tras la primera vuelta de la elección MIR (243 plazas sin ocupar tras la primera ronda de la pasada convocatoria). El presidente de Semfyc achaca ese problema a la "errática política de un Gobierno que no hace nada por prestigiar a la especialidad asistencial, docente e investigadoramente". Como ejemplo, recuerda que "aún no hay profesores titulares de Familia en la Universidad y que sociedad y Gobierno siguen magnificando la labor de los centros de alto rendimiento y olvidan la investigación básica, pegada a la necesidad del paciente".