CESM espera tener a final de mes su documento con los criterios mínimos sobre lo que debe ser la gestión clínica

Madrid (08/11/2013) - Antonio Pais

• Tomás Toranzo, coordinador del grupo de trabajo formado por la Confederación, incide en que ésta "apoya la gestión clínica, como es natural, pero no los modelos que se están implantando en diferentes comunidades"

• Voluntariedad, mantenimiento de la relación y del estatus jurídico del médico, financiación suficiente con incentivos económicos y no de otro tipo y participación de los profesionales tanto en la elección del director de la unidad como en su propia gestión, líneas clave

El grupo de trabajo que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha formado en materia de gestión clínica, ha dado un "avance importante" en la elaboración del documento en el que quiere determinar su posición, establecimiento "criterios mínimos" en materia de gestión clínica. Tras una reunión a la que, junto al coordinador del grupo de trabajo, Tomás Toranzo, han acudido representantes de los sindicatos médicos de Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Comunidad Valencia, el doctor Toranzo ha matizado que CESM "apoya la gestión clínica, un objetivo desde hace mucho tiempo de la organización, pero no puede apoyar los diferentes modelos de unidades de gestión clínica que se están planteando en diferentes autonomías", ha dicho.
Dicho de otro modo: CESM apoyará las unidades de gestión clínica que se propongan desde el Ministerio de Sanidad y desde las distintas consejerías autonómicas siempre que estos modelos respeten unos mínimos; si no lo hacen, CESM lejos de apoyar estará en contra.
"Lo fundamental en la gestión clínica, para mejorar la eficiencia y la calidad del sistema y una vez que es uno de las pocos recursos en materia de gestión que quedan por explorar, dado el fracaso de las fórmulas exploradas, pues lo fundamental es la implicación en ella de los profesionales. Tanto para los propios profesionales como para los pacientes, el sistema no mejorará su eficiencia y será sostenible sin criterios gracias a los cuales, porque lo ve atractivo, el profesional se implique; sin eso, no hay gestión clínica posible", resalta Toranzo.
Por eso, el coordinador del grupo de trabajo que CESM ha creado en esta materia ha solicitado por ello "ir con tiento, con cautela y adoptando las garantías necesarias; porque lo que es cierto es que el modelo de gestión clínica posibilita de su sucesiva implantación: permite que los profesionales se vayan sumando a este modelo una vez que hayan comprobado sus bondades y tenga su confianza", explica.
Criterios mínimos
Y para ello será necesario, en opinión de CESM, que el modelo de gestión clínica que se adopte tenga unos criterios mínimos. En primer lugar, debe quedar fuera de dudas la voluntariedad por parte de los profesionales para sumarse a él, y también el mantenimiento tanto de la relación jurídica del personal como del estatus jurídico que éste tenía antes de incorporarse a la unidad.
Por otra parte, explica el doctor Toranzo, la unidad de gestión clínica debe tener "una financiación suficiente, diseñada en función de la catrera de servicios que realice". Y en este punto, CESM resalta que los incentivo que perciban los profesionales de la unidad "no pueden ser de otro tipo que incentivos económicos, marcados en el presupuesto inicial de la unidad y no derivados del posible ahorro habido".
Lo que rechaza de plano CESM es que los incentivos puedan ser, por poner un ejemplo que se está queriendo introducir, facilitar la formación continuada del profesional, pues eso, "ya va en beneficio del propio funcionamiento de la unidad. Aquí se debe hablar del cumplimiento de objetivos, de discriminar entre quienes lo hacen mejor y quienes lo hacen peor; y el incentivo debe ser económico", señala.
Y otro punto importante es el de la elección del director de la UGC. Éste debe ser siempre un médico "que no venga impuesto a dedo desde las respectivas gerencias, sino un médico que tenga lo que se necesita para ser el líder de la unidad: el reconocimiento de sus compañeros. Donde hay pacientes, quien atiende es un médico; y eso se debe trasladar a la gestión clínica. Los profesionales deben participar tanto en la elección del director de la unidad como en la propia gestión de ésta, que debe llevar un equipo de forma participativa; y el médico debe asumir la responsabilidad de tomar decisiones", resume.