Intensivistas reivindican la gestión de las unidades de cuidados intermedios para propiciar la continuidad asistencial
Madrid (20/11/2013) - Jorge Sánchez Franco
Lo ha señalado el doctor Lluís Blanch, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), a EL MÉDICO INTERACTIVO
Las unidades de cuidados intermedios "requieren una gestión integrada con los servicios de Medicina Intensiva con el fin de propiciar una continuidad asistencial", ha apuntado el doctor Lluís Blanch, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), en una entrevista concedida a EL MÉDICO INTERACTIVO. "Este modelo es el más arraigado en España, y se está adoptando con éxito en otros países de la Unión Europea", explica. La estancia media en estas unidades oscila entre uno y tres días. Asimismo, "la mortalidad apenas alcanza el 2 por ciento, ya que el paciente es derivado inmediatamente a la UCI en cuanto se intuye su agravamiento o éste se produce realmente".
Según datos de SEMICYUC, en nuestro país hay registradas 43 unidades de cuidados intermedios dependientes de servicios de Medicina Intensiva, aunque también hay camas de este tipo en algunos servicios de Urgencias, de Neumología o de Cardiología. El también director de Investigación e Innovación de la Corporació Sanitària Parc Taulí, de Sabadell, considera "clave" el carácter multidisciplinar de tales unidades, aunque "es el intensivista quien debe supervisar al paciente crítico durante, al menos, el 90 por ciento de su tiempo, puesto que la UCI va a ser el siguiente paso del proceso de derivación en caso de que se produzca un agravamiento en su estado de salud". Esta corriente es la que parece estar imponiéndose en Europa.
Con respecto al futuro, el doctor Blanch apuesta por extender a toda España el proyecto piloto 'UCI sin paredes', implantado con éxito en el Hospital Universitario del Henares. Se trata de la utilización de un avanzado sistema informático de monitorización que permite detectar alteraciones en las constantes vitales de pacientes ingresados en las mismas plantas de hospitalización, evitándose así estancias en cuidados intermedios e ingresos en la UCI. Estos últimos "suponen un coste medio aproximado de 2.000 euros por paciente y día en nuestro país, debido fundamentalmente al mayor número de profesionales sanitarios y tecnologías con que cuentan", señala. Varios estudios avalan el "claro ahorro" de la 'UCI sin paredes'.
En el enfermo crítico, más que en ningún otro paciente, "hay que analizar la eficacia y eficiencia de los procesos asistenciales", afirma el experto. En España "contamos con un número razonable de camas de cuidados intermedios y de UCI, por lo que hay que optimizar su gestión antes de abrir nuevas". Además, los intensivistas "debemos hacer todo lo posible por devolver a estos pacientes a la sociedad en las mejores condiciones posibles con el objetivo de evitar gastos mayores derivados de la cronificación de patologías y situaciones de dependencia", apunta. Esto va en línea con el hecho de que los hospitales acaben atendiendo casi exclusivamente procesos agudos y pacientes críticos y semi-críticos.
Según datos de SEMICYUC, en nuestro país hay registradas 43 unidades de cuidados intermedios dependientes de servicios de Medicina Intensiva, aunque también hay camas de este tipo en algunos servicios de Urgencias, de Neumología o de Cardiología. El también director de Investigación e Innovación de la Corporació Sanitària Parc Taulí, de Sabadell, considera "clave" el carácter multidisciplinar de tales unidades, aunque "es el intensivista quien debe supervisar al paciente crítico durante, al menos, el 90 por ciento de su tiempo, puesto que la UCI va a ser el siguiente paso del proceso de derivación en caso de que se produzca un agravamiento en su estado de salud". Esta corriente es la que parece estar imponiéndose en Europa.
Con respecto al futuro, el doctor Blanch apuesta por extender a toda España el proyecto piloto 'UCI sin paredes', implantado con éxito en el Hospital Universitario del Henares. Se trata de la utilización de un avanzado sistema informático de monitorización que permite detectar alteraciones en las constantes vitales de pacientes ingresados en las mismas plantas de hospitalización, evitándose así estancias en cuidados intermedios e ingresos en la UCI. Estos últimos "suponen un coste medio aproximado de 2.000 euros por paciente y día en nuestro país, debido fundamentalmente al mayor número de profesionales sanitarios y tecnologías con que cuentan", señala. Varios estudios avalan el "claro ahorro" de la 'UCI sin paredes'.
En el enfermo crítico, más que en ningún otro paciente, "hay que analizar la eficacia y eficiencia de los procesos asistenciales", afirma el experto. En España "contamos con un número razonable de camas de cuidados intermedios y de UCI, por lo que hay que optimizar su gestión antes de abrir nuevas". Además, los intensivistas "debemos hacer todo lo posible por devolver a estos pacientes a la sociedad en las mejores condiciones posibles con el objetivo de evitar gastos mayores derivados de la cronificación de patologías y situaciones de dependencia", apunta. Esto va en línea con el hecho de que los hospitales acaben atendiendo casi exclusivamente procesos agudos y pacientes críticos y semi-críticos.
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