EEUU Más de 7.500 demandas
J&J pagará 4.000 millones de dólares por prótesis de cadera defectuosas
Johnson & Johnson deberá pagar más de 4.000 millones de dólares para resolver miles de demandas derivadas de sus implantes de cadera defectuosos, según refleja la edición digital de 'The New York Times'. Por el momento, Johnson & Johnson ha declinado hacer comentarios sobre el tema.
El acuerdo resolverá más de 7.500 demandas presentadas contra la unidad de ortopedia de J&J, DePuy, en tribunales federales y estatales por pacientes a quienes ya les quitaron los dispositivos defectuosos.
DePuy retiró miles de sus sistemas de cadera metálicos ASR debido a una tasa de fallos más alta de lo normal. Los demandantes alegan que los dispositivos metálicos defectuosos causaban dolor, incomodidad y complicaciones más serias, incluyendo un aumento de niveles de iones de metal en el torrente sanguíneo.
Los dispositivos fueron introducidos en EEUU en el año 2005 y DePuy retiró el producto en 2010, después de haber vendido una cantidad estimada de 93.000 unidades en todo el mundo. Según datos del Reino Unido, en aquel momento, alrededor de un 12% de los implantes necesitaban ser reemplazados después de cinco años.
En España, estos productos defectuosos de J&J se repartieron en alrededor de 70 centros por todas las Comunidades Autónomas, excepto en Aragón, Cantabria, Ceuta, Extremadura, Melilla, Navarra y La Rioja. Como explicaba a finales del año pasado el Ministerio de Sanidad español, sí se habían detectado más fallos con este modelo de prótesis de cadera. No obstante, aseguraba, esto no significa que sea necesario extraerlas, pero los profesionales sanitarios tienen que mantener una vigilancia estrecha por si se detectan problemas.
Las acciones de seguimiento al paciente pasan por el control radiológico del estado de la prótesis y verificar sintomatología de dolor, inflamación o dificultad al caminar. Igualmente, en determinados casos se recomienda la realización de análisis sanguíneos de los niveles de cromo y cobalto, por si estos metales han pasado a los tejidos circundantes a la prótesis.
Las prótesis metálicas fueron desarrolladas para ser más duraderas que los implantes de cadera tradicionales, que combinan bolas de cerámica o metal con una cavidad plástica. Sin embargo, y en vista de los resultados, los implantes completamente metálicos pueden desprender residuos de metal y dañar huesos y tejidos blandos, tal y como argumenta la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA).
El acuerdo resolverá más de 7.500 demandas presentadas contra la unidad de ortopedia de J&J, DePuy, en tribunales federales y estatales por pacientes a quienes ya les quitaron los dispositivos defectuosos.
DePuy retiró miles de sus sistemas de cadera metálicos ASR debido a una tasa de fallos más alta de lo normal. Los demandantes alegan que los dispositivos metálicos defectuosos causaban dolor, incomodidad y complicaciones más serias, incluyendo un aumento de niveles de iones de metal en el torrente sanguíneo.
Los dispositivos fueron introducidos en EEUU en el año 2005 y DePuy retiró el producto en 2010, después de haber vendido una cantidad estimada de 93.000 unidades en todo el mundo. Según datos del Reino Unido, en aquel momento, alrededor de un 12% de los implantes necesitaban ser reemplazados después de cinco años.
En España, estos productos defectuosos de J&J se repartieron en alrededor de 70 centros por todas las Comunidades Autónomas, excepto en Aragón, Cantabria, Ceuta, Extremadura, Melilla, Navarra y La Rioja. Como explicaba a finales del año pasado el Ministerio de Sanidad español, sí se habían detectado más fallos con este modelo de prótesis de cadera. No obstante, aseguraba, esto no significa que sea necesario extraerlas, pero los profesionales sanitarios tienen que mantener una vigilancia estrecha por si se detectan problemas.
Las acciones de seguimiento al paciente pasan por el control radiológico del estado de la prótesis y verificar sintomatología de dolor, inflamación o dificultad al caminar. Igualmente, en determinados casos se recomienda la realización de análisis sanguíneos de los niveles de cromo y cobalto, por si estos metales han pasado a los tejidos circundantes a la prótesis.
Las prótesis metálicas fueron desarrolladas para ser más duraderas que los implantes de cadera tradicionales, que combinan bolas de cerámica o metal con una cavidad plástica. Sin embargo, y en vista de los resultados, los implantes completamente metálicos pueden desprender residuos de metal y dañar huesos y tejidos blandos, tal y como argumenta la Agencia Estadounidense del Medicamento (FDA).
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