INFECCIOSAS Nueva investigación
La cifra de muertos de la gripe H1N1 podría ser muy superior a las estimaciones oficiales
Las cifras reales podrían ser más de 10 veces superior a los datos oficiales
Hasta ahora, sólo se habían tenido en cuenta los casos confirmados en laboratorio
El nuevo trabajo refuerza que la gestión de la pandemia fue la adecuada
Varios viales de vacunas para el virus H1N1 HORACIO VILLALOBOS
El número de muertos por el brote mundial del virus H1N1, desencadenado en 2009, podría ser mucho mayor que el recuento realizado hasta la fecha por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se basaba únicamente en los casos confirmados en el laboratorio. Así lo sugiere un nueva investigación en la que han participado más de 60 investigadores de 26 países.
El estudio, que publica 'Plos Medicine' en su edición digital, sugiere que el virus pandémico ha causado hasta 203.000 muertes por causas respiratorias en todo el mundo. "Este estudio confirma que el virus H1N1 mató a muchas más personas en el mundo de lo que se creía en un principio", sentencia la autora principal del análisis, Lone Simonsen, profesora de Investigación en el Departamento de Salud Global de la Escuela de Salud Pública y Servicios de Salud de la Universidad George Washington, en Estados Unidos.
"También encontramos que la carga de mortalidad de esta pandemia ha recaído principalmente en las personas más jóvenes y los que viven en ciertas partes de las Américas", agrega.
La OMS, que financió este estudio, tenía informes de 18.449 muertes confirmadas por laboratorio de la pandemia de gripe de 2009, una cifra considerada baja e inexacta ya que sólo tuvo en consideración a las personas con casos confirmados en laboratorio de H1N1.
Sin embargo, el nuevo análisis muestra que el número real de fallecidos ha sido mucho mayor que el recuento oficial porque a otras personas infectadas nunca se les hizo una prueba de laboratorio de la gripe H1N1.
El bajo número de muertes confirmadas, por lo menos al principio, llevó a muchos a calificar la respuesta posterior de las administraciones de salud pública de excesiva. Sin embargo, este trabajo muestra que el virus H1N1, aunque no es tan letal como el de la gripe española, fue un extraordinario enemigo que mató a muchas más personas de todo el mundo de lo que reflejaban las estimaciones iniciales.
Además de las muertes causadas por las enfermedades respiratorias, el virus H1N1 también puede matar al exacerbar los problemas de salud existentes. De hecho, este equipo encontró que cuando se incluyen las muertes por H1N1 debido a la enfermedad cardiovascular y otras causas, la cifra de pandemia de 2009 podría elevarse a 400.000.
El equipo de científicos descubrió que aproximadamente entre el 62 y el 85% de los que murieron en la pandemia de 2009 eran menores de 65 años. Ese elevado número de fallecimientos entre la gente más joven está en marcado contraste con el provocado por la gripe estacional, que se dirige sobre todo a las personas mayores.
El patrón geográfico de mortalidad en este estudio difiere notablemente de un estudio de 2012 hecho por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que realizó una estimación del impacto de la pandemia de la gripe H1N1 antes de que se dispusiera de las estadísticas nacionales. Aunque los resultados del estudio condujeron a una estimación global de mortalidad similar, los investigadores de los CDC diseñaron un mapa regional de la carga muy diferente, con recuentos de mortalidad muy marcados en África y el sudeste de Asia y tasas de mortalidad más bajas en América y Europa.
Para Simonsen, no existen datos suficientes para saber realmente qué pasó en África y el sudeste de Asia, por lo que reclama nuevas investigaciones que ayuden a entender el curos del virus y averiguar por qué algunos países se vieron afectados de manera severa y otros se salvaron.
La comprensión del impacto global de una pandemia sigue siendo de vital importancia con el fin de planificar y prepararse para la próxima vez que emerja un virus pandémico, concluye Simonsen.
El estudio, que publica 'Plos Medicine' en su edición digital, sugiere que el virus pandémico ha causado hasta 203.000 muertes por causas respiratorias en todo el mundo. "Este estudio confirma que el virus H1N1 mató a muchas más personas en el mundo de lo que se creía en un principio", sentencia la autora principal del análisis, Lone Simonsen, profesora de Investigación en el Departamento de Salud Global de la Escuela de Salud Pública y Servicios de Salud de la Universidad George Washington, en Estados Unidos.
"También encontramos que la carga de mortalidad de esta pandemia ha recaído principalmente en las personas más jóvenes y los que viven en ciertas partes de las Américas", agrega.
La OMS, que financió este estudio, tenía informes de 18.449 muertes confirmadas por laboratorio de la pandemia de gripe de 2009, una cifra considerada baja e inexacta ya que sólo tuvo en consideración a las personas con casos confirmados en laboratorio de H1N1.
Sin embargo, el nuevo análisis muestra que el número real de fallecidos ha sido mucho mayor que el recuento oficial porque a otras personas infectadas nunca se les hizo una prueba de laboratorio de la gripe H1N1.
El bajo número de muertes confirmadas, por lo menos al principio, llevó a muchos a calificar la respuesta posterior de las administraciones de salud pública de excesiva. Sin embargo, este trabajo muestra que el virus H1N1, aunque no es tan letal como el de la gripe española, fue un extraordinario enemigo que mató a muchas más personas de todo el mundo de lo que reflejaban las estimaciones iniciales.
Información detallada
Para hacer este estudio, el equipo obtuvo los datos semanales de virología de la OMS y los datos de mortalidad reales de 21 países que representan el 35% de la población mundial. Los investigadores usaron la información para estimar el número de muertes por causas respiratorias, que suelen aparecer cuando el H1N1 llega a los pulmones y causa neumonía y, posteriormente, utilizaron un nuevo procedimiento estadístico para proyectar los resultados en el resto de países.Además de las muertes causadas por las enfermedades respiratorias, el virus H1N1 también puede matar al exacerbar los problemas de salud existentes. De hecho, este equipo encontró que cuando se incluyen las muertes por H1N1 debido a la enfermedad cardiovascular y otras causas, la cifra de pandemia de 2009 podría elevarse a 400.000.
El equipo de científicos descubrió que aproximadamente entre el 62 y el 85% de los que murieron en la pandemia de 2009 eran menores de 65 años. Ese elevado número de fallecimientos entre la gente más joven está en marcado contraste con el provocado por la gripe estacional, que se dirige sobre todo a las personas mayores.
El virus en América
Además, el estudio dibuja un llamativo patrón regional de cómo el virus H1N1 se extendió por algunos países, dejando un número considerable de muertes a su paso. Por ejemplo, los investigadores vieron una tasa de mortalidad casi 20 veces mayor en algunos países de América, con México, Argentina y Brasil, con las tasas más altas de mortalidad respiratoria en el mundo, mientras que el número de víctimas fue mucho menor en Nueva Zelanda, Australia y la mayor parte de Europa.El patrón geográfico de mortalidad en este estudio difiere notablemente de un estudio de 2012 hecho por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que realizó una estimación del impacto de la pandemia de la gripe H1N1 antes de que se dispusiera de las estadísticas nacionales. Aunque los resultados del estudio condujeron a una estimación global de mortalidad similar, los investigadores de los CDC diseñaron un mapa regional de la carga muy diferente, con recuentos de mortalidad muy marcados en África y el sudeste de Asia y tasas de mortalidad más bajas en América y Europa.
Para Simonsen, no existen datos suficientes para saber realmente qué pasó en África y el sudeste de Asia, por lo que reclama nuevas investigaciones que ayuden a entender el curos del virus y averiguar por qué algunos países se vieron afectados de manera severa y otros se salvaron.
La comprensión del impacto global de una pandemia sigue siendo de vital importancia con el fin de planificar y prepararse para la próxima vez que emerja un virus pandémico, concluye Simonsen.
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