Las distintas formas de Unidades de Gestión Clínica en las CC.AA. dificultan su regulación general, explica Serafín Romero
Segovia (05/11/2013) - Redacción
El Colegio de Médicos de Segovia organizó una jornada sobre este modelo de gestión en la participó el secretario general de la OMC junto a expertos en esta materia como Tomás Toranzo (CESM) o Eduardo García Prieto, director gerente de Salud de la Consejería de Sanidad de Castilla y León
El pasado 30 de octubre, el Colegio de Médicos de Segovia organizó una jornada sobre unidades de gestión clínica (UGC), que contó con la participación de Tomás Toranzo, vicesecretario de CESM Nacional; Serafín Romero, secretario general del Consejo General de Colegios de Médicos; Eduardo García Prieto, director gerente de Salud de la Consejería de Sanidad de Castilla y León; Carmen Amez Revuelta Secretaria de FSP-UGT de Castilla y León; y Carlos Ponte, miembro de la Federación de Asociaciones Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
Cada uno de los participantes de la mesa expuso su visión sobre las UGC. El Dr. Romero hizo hincapié en que hay que saber de qué se habla cuando nos referimos a UGC, e hizo un breve resumen de las existentes en las distintas autonomías, Euskadi, Asturias, Galicia, Cataluña y también Andalucía, comunidad donde ejerce. También se refirió al actual Pacto por la Sanidad y a la dificultad de concretar más con el Ministerio por las distintas formas de gestión clínica organizadas en las autonomías.
El Dr. Toranzo manifestó que CESM Castilla y León estaba a favor de las UGC, pero haciendo correcciones a la que propone la Consejería, para CESM es imprescindible que no haya cambio en la relación laboral, sin personalidad jurídica propia, con financiación suficiente y sistema de información adecuado, sin que los incentivos salgan del ahorro y con unos realistas resultados de salud.
El Dr. García Prieto quiso aclarar varios malentendidos al respecto de la propuesta de la Consejería: nunca saldría de la Sanidad pública, nunca cambiaría de status laboral, la implantación es voluntaria y progresiva y coexistirían los dos sistemas, la unidad de gestión clínica y el servicio o equipo de atención primaria para quien no quisiera integrase.
La Dra. Carmen Amez opinó que no es el momento de hablar de unidades de gestión, pues su único fin es el ahorro y en las circunstancias actuales, doblando turnos, sueldos y complementos congelados, sin sustituciones y recambios de personal, lo único que suponen estas unidades es una amenaza para el médico.
Finalmente, el Dr. Carlos Ponte se refirió a que tal como están diseñadas las UGC, sólo suponen un aumento de la burocracia: lejos de valorar el esfuerzo y calidad profesional, se exigen responsables de equipos de forma antidemocrátic; más que de mejorar el sistema sanitario, profundizan en un sistema gerencial, mas interesado en cumplir parámetros administrativos que sanitarios.
Cada uno de los participantes de la mesa expuso su visión sobre las UGC. El Dr. Romero hizo hincapié en que hay que saber de qué se habla cuando nos referimos a UGC, e hizo un breve resumen de las existentes en las distintas autonomías, Euskadi, Asturias, Galicia, Cataluña y también Andalucía, comunidad donde ejerce. También se refirió al actual Pacto por la Sanidad y a la dificultad de concretar más con el Ministerio por las distintas formas de gestión clínica organizadas en las autonomías.
El Dr. Toranzo manifestó que CESM Castilla y León estaba a favor de las UGC, pero haciendo correcciones a la que propone la Consejería, para CESM es imprescindible que no haya cambio en la relación laboral, sin personalidad jurídica propia, con financiación suficiente y sistema de información adecuado, sin que los incentivos salgan del ahorro y con unos realistas resultados de salud.
El Dr. García Prieto quiso aclarar varios malentendidos al respecto de la propuesta de la Consejería: nunca saldría de la Sanidad pública, nunca cambiaría de status laboral, la implantación es voluntaria y progresiva y coexistirían los dos sistemas, la unidad de gestión clínica y el servicio o equipo de atención primaria para quien no quisiera integrase.
La Dra. Carmen Amez opinó que no es el momento de hablar de unidades de gestión, pues su único fin es el ahorro y en las circunstancias actuales, doblando turnos, sueldos y complementos congelados, sin sustituciones y recambios de personal, lo único que suponen estas unidades es una amenaza para el médico.
Finalmente, el Dr. Carlos Ponte se refirió a que tal como están diseñadas las UGC, sólo suponen un aumento de la burocracia: lejos de valorar el esfuerzo y calidad profesional, se exigen responsables de equipos de forma antidemocrátic; más que de mejorar el sistema sanitario, profundizan en un sistema gerencial, mas interesado en cumplir parámetros administrativos que sanitarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario