Lo peor está por venir
Gastar menos en I+D es una mala noticia para la recuperación económica y para el bienestar futuro de nuestra sociedad
En 2012, por cuarto año consecutivo, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) descendió en España. Desde el máximo histórico de 2008, los actores del sistema de I+D (empresas, centros públicos de investigación y universidades) han reducido su gasto en I+D, en términos reales, en casi un 15%. Los efectos de la crisis se están haciendo más visibles en los datos oficiales y se evidencia un declive, que confirma los peores augurios.
Tras crecimientos anuales, entre 2001 y 2008, de más del 9%, la crisis produjo un estancamiento del gasto, entre 2008 y 2010, y a partir de entonces una aceleración del hundimiento.
En 2010, el gasto en I+D (ya disminuyendo) representaba el 1,40% el PIB, pero a pesar de la recesión económica (decrecimiento sostenido del PIB) el gasto en I+D ha descendido al 1,30% del PIB en 2012. La contracción en I+D es mayor que en el conjunto de la economía.
En la estadística de gastos de I+D lo peor está por venir si no se toman medidas urgentes. ¿Por qué? Porque ahora comienzan a visibilizarse los efectos de la drástica reducción, desde 2009, de los créditos presupuestarios públicos para I+D, en más de un 60%. La caída de los presupuestos públicos para I+D no es la única causa de esta evolución, pero sí es la más importante y la que producirá efectos más profundos.
Gastar menos en I+D es una mala noticia para la recuperación económica, para la modernización de la economía y para el bienestar futuro de nuestra sociedad.
La caída del gasto en I+D es el resultado parcial de la devaluación interna de los salarios y de la suspensión de las inversiones; pero la peor dimensión de estos datos se refiere a la pérdida de efectivos, al despilfarro de capital humano altamente cualificado. En los dos últimos años se ha reducido un 6% el número de investigadores, casi todos en el sector público.
Entre 2000 y 2008 se produjo una reducción de la brecha en investigación con los países de nuestro entorno, pero desde hace dos años estamos oficialmente dando marcha atrás. Europa sigue mejorando en I+D y nosotros estamos empeorando aceleradamente; alejándonos de los compromisos que para la I+D este y anteriores Gobiernos establecieron con la UE.
Las predicciones negativas y nuestro conocimiento de los efectos de la crisis de los noventa plantean la necesidad de un plan de emergencia para la I+D del Gobierno de la Nación y de las Comunidades Autónomas, siguiendo las recomendaciones que empresas líderes en I+D han comenzado a plantear de que, sin un esfuerzo público adecuado y las necesarias reformas, tendremos muy difícil, y nos costará más, salir de la crisis en que estamos.
Tras crecimientos anuales, entre 2001 y 2008, de más del 9%, la crisis produjo un estancamiento del gasto, entre 2008 y 2010, y a partir de entonces una aceleración del hundimiento.
En 2010, el gasto en I+D (ya disminuyendo) representaba el 1,40% el PIB, pero a pesar de la recesión económica (decrecimiento sostenido del PIB) el gasto en I+D ha descendido al 1,30% del PIB en 2012. La contracción en I+D es mayor que en el conjunto de la economía.
En la estadística de gastos de I+D lo peor está por venir si no se toman medidas urgentes. ¿Por qué? Porque ahora comienzan a visibilizarse los efectos de la drástica reducción, desde 2009, de los créditos presupuestarios públicos para I+D, en más de un 60%. La caída de los presupuestos públicos para I+D no es la única causa de esta evolución, pero sí es la más importante y la que producirá efectos más profundos.
Gastar menos en I+D es una mala noticia para la recuperación económica, para la modernización de la economía y para el bienestar futuro de nuestra sociedad.
La caída del gasto en I+D es el resultado parcial de la devaluación interna de los salarios y de la suspensión de las inversiones; pero la peor dimensión de estos datos se refiere a la pérdida de efectivos, al despilfarro de capital humano altamente cualificado. En los dos últimos años se ha reducido un 6% el número de investigadores, casi todos en el sector público.
Entre 2000 y 2008 se produjo una reducción de la brecha en investigación con los países de nuestro entorno, pero desde hace dos años estamos oficialmente dando marcha atrás. Europa sigue mejorando en I+D y nosotros estamos empeorando aceleradamente; alejándonos de los compromisos que para la I+D este y anteriores Gobiernos establecieron con la UE.
Las predicciones negativas y nuestro conocimiento de los efectos de la crisis de los noventa plantean la necesidad de un plan de emergencia para la I+D del Gobierno de la Nación y de las Comunidades Autónomas, siguiendo las recomendaciones que empresas líderes en I+D han comenzado a plantear de que, sin un esfuerzo público adecuado y las necesarias reformas, tendremos muy difícil, y nos costará más, salir de la crisis en que estamos.
Luis Sanz Menéndez es profesor de investigación del CSIC y director del Instituto de Políticas y Bienes Públicos (IPP).
La I+D sufre el mayor desplome de la década en gasto e investigadores
Alicia Rivera Madrid
El descenso del gasto empresarial el año pasado fue del 4,1% y el total, del 5,6% La inversión representó el 1,30% del PIB
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