Obama cede a la presión y anuncia cambios en la reforma sanitaria
La decisión de la Casa Blanca daña la espina dorsal de Obamacare, diseñada para que todo el mundo tuviera una serie de beneficios garantizados
Yolanda Monge Washington 14 NOV 2013 - 20:23 CET80
Bajo la pesada losa de estar perdiendo la confianza y la credibilidad por parte de los ciudadanos, Barack Obama se ha embarcado esta mañana en una larga comparecencia ante la prensa -que por momentos se asemejó a un acto de terapia- en la que reconoció errores y anunció un cambio administrativo en la reforma sanitaria que permitirá a los ciudadanos que lo deseen mantener en 2014 sus planes médicos, algo que acorde a Obamacare no era posible porque debían ser renovados o cancelados para obtener otros más completos.
La decisión de la Casa Blanca daña la espina dorsal de la ley, que estaba diseñada para que todas las personas en Estados Unidos con un seguro de salud privado –esto es, personal- tuvieran garantizado al menos una serie de beneficios, tales como salud mental, cobertura por maternidad y hospitalizaciones.
En las últimas seis semanas, desde que se abrió el mercado de seguros online para dar paso a que los ciudadanos que no tengan seguro médico –o los que tienen cobertura individual no ofrecida por una empresa- se doten de uno o si no enfrenten a partir del 1 de abril el pago de una multa, una combinación de varios factores ha hecho que la entrada en vigor de la reforma sanitaria haya sido accidentada.
Obama prometió a los ciudadanos que tuvieran seguro médico individual –no ofrecido por una empresa- que podrían mantenerlo si estaban contentos con el y, sin embargo, en las últimas semanas más de siete millones de norteamericanos –no llega al 5% de los actuales asegurados- han recibido una carta de su compañía aseguradora informándoles de que su cobertura médica había sido cancelada.
“No tengo duda de que la gente está frustrada”, reconoció el presidente. “Lo entiendo, yo también lo estaría”, admitió para asegurar a renglón seguido que estaba trabajando todo lo que podía para volver a ganarse la credibilidad perdida. Eso sí, el mea culpa iba acompañado de la advertencia a la oposición de que no iba a aceptar “propuestas que nos devuelvan de nuevo a un sistema que estaba roto”.
El asalto furibundo de la oposición republicana a la ley y el presidente –a quien acusan de no ser honesto ni un líder competente- junto con la presión de su propio partido –Bill Clinton dijo que el presidente debía cumplir con su palabra- han forzado la mano de Obama a la hora de admitir el cambio, aunque será solo por un año y no permitirá que los que sean futuros asegurados accedan a esas polizas antiguas.
También dijo Obama que dentro de los arreglos efectuados a la ley, las aseguradoras deberán de informar a los clientes que decidan mantener sus polizas anteriores que estas no cumplen los estándares básicos exigidos y que pueden optar por otras.
El presidente –atrapado en un acto de contrición que le llevó a hablar cerca de una hora, en ocasiones sin resultar muy convincente- declaró que estaba convencido de que Obamacare va a funcionar aunque reconoció que habían perdido el control de la pelota –en una analogía futbolística- a la hora de poner en marcha los aspectos técnicos de la ley, la famosa web que ha sido un quebradero de cabeza desde su inicio.
Obama dijo desconocer que los fallos tecnológicos fueran tan devastadores y amplios, lo que sin duda le reportará más críticas todavía si cabe. “Creo que es justo decir que la puesta en marcha ha sido dura hasta ahora”, manifestó el mandatario, quien añadió que la página web www.HealthCare.gov había mejorado “mucho”, a pesar de que quedaba trabajo por hacer.
Ayer miércoles, la Administración anunciaba que poco más de 106.000 personas se habían registrado, frente al cerca de medio milón que se especuló que lo harían en el primer mes (desde el 1 de octubre al 2 de noviembre). En palabras del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, “no se puede confiar en la Casa Blanca”. “No hay manera de arreglar Obamacare”, dijo Boehner de una ley aprobada por ambas Cámaras del Congreso en 2010 y legitimada por el Tribunal Supremo del país en junio de 2012.
La decisión de la Casa Blanca daña la espina dorsal de la ley, que estaba diseñada para que todas las personas en Estados Unidos con un seguro de salud privado –esto es, personal- tuvieran garantizado al menos una serie de beneficios, tales como salud mental, cobertura por maternidad y hospitalizaciones.
En las últimas seis semanas, desde que se abrió el mercado de seguros online para dar paso a que los ciudadanos que no tengan seguro médico –o los que tienen cobertura individual no ofrecida por una empresa- se doten de uno o si no enfrenten a partir del 1 de abril el pago de una multa, una combinación de varios factores ha hecho que la entrada en vigor de la reforma sanitaria haya sido accidentada.
En las últimas seis semanas, una combinación de varios factores ha hecho que la entrada en vigor de la reforma sanitaria haya sido accidentada
“No tengo duda de que la gente está frustrada”, reconoció el presidente. “Lo entiendo, yo también lo estaría”, admitió para asegurar a renglón seguido que estaba trabajando todo lo que podía para volver a ganarse la credibilidad perdida. Eso sí, el mea culpa iba acompañado de la advertencia a la oposición de que no iba a aceptar “propuestas que nos devuelvan de nuevo a un sistema que estaba roto”.
El asalto furibundo de la oposición republicana a la ley y el presidente –a quien acusan de no ser honesto ni un líder competente- junto con la presión de su propio partido –Bill Clinton dijo que el presidente debía cumplir con su palabra- han forzado la mano de Obama a la hora de admitir el cambio, aunque será solo por un año y no permitirá que los que sean futuros asegurados accedan a esas polizas antiguas.
También dijo Obama que dentro de los arreglos efectuados a la ley, las aseguradoras deberán de informar a los clientes que decidan mantener sus polizas anteriores que estas no cumplen los estándares básicos exigidos y que pueden optar por otras.
No hay manera de arreglar Obamacare”, dijo Boehner de una ley aprobada por ambas Cámaras del Congreso en 2010 y legitimada por el Tribunal Supremo del país en junio de 2012
Obama dijo desconocer que los fallos tecnológicos fueran tan devastadores y amplios, lo que sin duda le reportará más críticas todavía si cabe. “Creo que es justo decir que la puesta en marcha ha sido dura hasta ahora”, manifestó el mandatario, quien añadió que la página web www.HealthCare.gov había mejorado “mucho”, a pesar de que quedaba trabajo por hacer.
Ayer miércoles, la Administración anunciaba que poco más de 106.000 personas se habían registrado, frente al cerca de medio milón que se especuló que lo harían en el primer mes (desde el 1 de octubre al 2 de noviembre). En palabras del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, “no se puede confiar en la Casa Blanca”. “No hay manera de arreglar Obamacare”, dijo Boehner de una ley aprobada por ambas Cámaras del Congreso en 2010 y legitimada por el Tribunal Supremo del país en junio de 2012.
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