incapacidad laboral
Una inspección médica distinta para cada región
La futura Ley de Mutuas, cuyo borrador no está siendo bien recibido, deberá afrontar los problemas de la inspección médica, encabezados por la heterogeneidad de la valoración según cada provincia.
David Rodríguez Carenas. Madrid | david.rodriguez@diariomedico.com | 11/11/2013 00:00
Raúl Regal, César Borobia, Luis Sánchez Galán, Ana Navarro y el moderador, Javier Sainz González, médico inspector y jefe adjunto del INSS en la Dirección Provincial de Madrid, en el Ateneo de Madrid. (José Luis Pindado)
De nuevo, en un contexto más, España es un puzle. Los números no dejan lugar a la duda: con datos de agosto de este año, Madrid tenía 3,290 millones de personas como población activa, 2.924 de ellas con gran invalidez, mientras que Barcelona, con 2,647 millones de población activa, contaba con 4.790 personas con gran invalidez. Estos contrastes se repiten por todo el territorio español, pero éste es el más claro.
"En el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) hemos hecho manuales de actuación, pero aun así hay diferencias provinciales e interprovinciales", reconoce Raúl Regal, médico inspector del INSS de la Dirección Provincial de Madrid, que fue quien expuso sus datos.
En el encuentro se apuntó que la diferencia concreta de Madrid y Barcelona se debe a que la calificación de la incapacidad es diferente en ambas provincias. César Borobia, profesor titular del Departamento de Toxicología y Legislación Sanitaria de la Universidad Complutense de Madrid, indicó que la brecha se debía a algún tipo de sesgo, y por eso pidió que se estudiara la posible causa.
Grado de incapacidad
En la misma línea, Borobia había dicho con anterioridad que la idea de la incapacidad está muy clara, pero que no ocurre lo mismo con su grado. "No hay problema con los extremos, es decir, para determinar si una persona puede o no puede trabajar, pero sí para determinar si, pudiendo trabajar, puede o no hacer lo que hacía antes. No hay una herramienta que nos diga cuánto puede. Los ejemplos internacionales no se pueden trasladar aquí y los profesiogramas tampoco sirven". Por eso propuso "observar lo que puede hacer el trabajador y compararlo con lo que pueden hacer el resto de trabajadores". Para ello se necesitan "voluntad política, que seguro que la hay, y dinero, que no hay".
Dentro de esa voluntad política entra el borrador de la futura Ley de Mutuas, que no está haciendo muchos amigos (ver información de la derecha): "No he oído a nadie hablar bien de él", explicó Ana Navarro, directora de los Servicios Médicos de Contingencias Comunes de la Mutua MAZ. "Es cierto que es un acuerdo entre muchas partes con diferentes intereses, pero al leerlo se aprecia que las actuaciones que de él se derivan son muy difíciles de llevar a cabo y que va a contribuir al distanciamiento de las entidades".
Las críticas de Navarro no se dirigen al borrador en sí, sino más bien a su viabilidad: "Ojalá funcione, pero hay 52 provincias, cada una con su sistema informático, y seguimos sin tener mucha información. En definitiva, lo veo más complicado que las personas que lo han elaborado".
Como respuesta, Luis Sánchez Galán, subdirector general de Coordinación de Unidades Médicas del INSS, señaló que "se trata de un borrador que tendrá un recorrido [aunque el Ministerio de Empleo ha avanzado que se presentará a finales de este año o inicios del siguiente]. Seguirán las reuniones con los agentes sociales. Además, el sistema de comunicaciones es uno de sus avances".
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