lunes, 28 de julio de 2014

'Brainstorming' de recortes - DiarioMedico.com

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PRESUPUESTOS 2015

'Brainstorming' de recortes

Hacienda, autonomías y Sanidad se desmarcan de la batería de ideas de 'tijeretazos' que se ha filtrado. Las propuestas incluyen desde incremento de la jornada laboral a copagos asistenciales y pago por abortar.
Laura G. Ibañes/José A. Plaza. Madrid   |  28/07/2014 00:00
  

Nadie se responsabiliza de las propuestas de recorte del gasto público que se filtraron la semana pasada y que, previsiblemente, debatirán autonomías y Ministerio de Hacienda este jueves en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con voluntad de incluir lo que salga aprobado en los próximos presupuestos de 2015, que comenzarán a elaborarse en septiembre.
Hacienda dice haber, simplemente, recopilado las propuestas que le han sugerido las autonomías. Éstas dicen no verse reflejadas en dicho documento, y el Ministerio de Sanidad niega la mayor; afirma que no habrá más recortes en Sanidad ni, desde luego, copagos asistenciales.
Pero el globo sonda ya está lanzado. Y deja la espada de Damocles, de nuevo, sobre la Sanidad, que asume 75 de las 255 propuestas de tijeretazo, a las que habría que añadir casi otras tantas que afectarían a los empleados públicos y a la dependencia.
Parece evidente, por la propia estructura del documento (una simple y larga tabla de propuestas) que elbrainstorming de recortes no se adoptará en su integridad, entre otras cuestiones porque buena parte de las iniciativas propuestas son contradictorias entre sí. Un ejemplo es la estatuarización a tiempo parcial para reducir costes de personal y, a la vez, la voluntad de ampliar la jornada laboral de los funcionarios a 40 horas.
La suma de otras medidas sería, simplemente, devastadora para determinados colectivos (como las rebajas en el margen de las farmacias, sumadas a la caída en los precios de los fármacos, venta de medicamentos fuera de la botica y traslado a hospitales de la dispensación de ciertos fármacos). Las más tendrían un coste político que nadie parece dispuesto a asumir abiertamente (como el copago asistencial).
Pero, como todo globo sonda, el documento parece destinado a abrir camino, perdonar en el último minuto la gran amenaza de grandes copagos, y adoptar en su lugar la letra pequeña de otras propuestas allí contempladas, menos sonoras pero con impactos igualmente trascendentes. Sea el traspaso de pacientes de larga estancia a una nueva red sociosanitaria de pago en lugar de a la red sanitaria grautita, sea algún requiebro jurídico para limitar la prescripción de determinados fármacos.
Pagar por la asistencia
Y es que entre las propuestas figura prácticamente de todo. Buena parte se centran en la posiblidad de establecer copagos asistenciales, que se fijarían, según el documento, en un euro por no asistir a una cita programada o no recoger las pruebas. También se propone establecer un euro por consulta médica, uno por Urgencias, y una tasa de otro tanto por cada receta médica.
  • El pago de un euro por receta recaudaría más de 900 millones de euros, y el de un euro por visita a primaria casi 250 millones, pero la profesión rechaza estas medidas
El documento no fija ahorros previstos con estas medidas, pero incluso el cálculo más tosco permite intuirlos. Serían tímidos ahorros para el ámbito hospitalario, y altos para el de atención primaria y farmacia: un euro por consulta médica en AP recaudaría 245 millones de euros, y uno por Urgencias hospitalarias, 20 millones. Uno por consultas de especializada, 50 millones, y uno por cada noche de estancia hospitalaria, 32 millones. El euro por receta sumaría 973 millones.
El problema de los copagos asistenciales, ya descartados oficialmente por la ministra de Sanidad, Ana Mato, es el alto coste político y la firme oposición que han expresado los colectivos médicos.
Es cierto que en la UE de los Quince sólo seis países (España entre ellos) carecen de copagos asistenciales, pero también lo es que no ha habido una evaluación previa del impacto sanitario y social que esto podría representar en un entorno de crisis económica y que algunos países, como Alemania, que implantaron copagos asistenciales, han tenido, precisamente, que eliminarlos.
Con enorme coste político hay también otras propuestas, como la implantación de un copago por prestaciones como el aborto o las fecundaciones in vitro.
Recaudación
El afán recaudatorio figura en varias medidas, como el cobro en aparcamientos de hospitales o el alquiler de instalaciones sanitarias al sector privado, que aplican algunas autonomías como Cataluña.
Buena parte de las ideas invitan también a modificar la letra pequeña de copagos ya en marcha, como el de ortoprótesis y dietéticos para elevarlo; a subir el tope mensual en el copago farmacéutico; aplicar el malogrado copago en transporte sanitario -que tumbó el Consejo de Estado-, o a implantar de forma efectiva el copago en medicamentos de dispensación ambulatoria en hospitales. Esta medida, a la que se han negado en bloque las autonomías, vendría reforzada con la salida voluntaria u obligada de más fármacos de la farmacia al hospital, otra de las propuestas.
Otro bloque muy importante de medidas va destinado, una vez más, a la Farmacia, con ideas que evocan a la subasta de equivalentes terapéuticos de Andalucía y el modelo de algoritos de decisión terapéutica valenciano, combatidos por los profesionales y por el propio Ministerio de Sanidad.
  • El objetivo de déficit contempla una reducción del gasto no financiero de 4.200 millones pero Montoro defiende que se hará sin ajustes del gasto público
A estas sugerencias se añaden una batería de propuestas que sí parecen bien aceptadas por los profesionales, y que supondrían ahorros ciertos pero tal vez no tan rápidos como los que pueda exigir Hacienda para los presupuestos de 2015. Ejemplos de ello serían el incremento de la atención domiciliaria, la potenciación de las urgencias de atención primaria, la implantación de la historia y la receta electrónica, la revisión de los protocolos para evitar pruebas innecesarias, y la creación de un NICE español o el fomento de las actividades preventivas.
Salpicadas figuran también ideas de doble filo, como la creación de un fondo específico extrapresupuestario para la compra de tecnología sanitaria y de financiación para las innovaciones muy costosas, la revisión del modelo de compensación por la atención a pacientes desplazados, y la propia revisión de la cartera de servicios.
Finalmente, hay algunas ideas de mera disputa entre administraciones, como la compensación específica a las autonomías por el incremento de IVA sanitario, o la exigencia a las mutuas de asumir costes de enfermedades laborales que se están tratando en el sistema público como contingencias comunes.
Ante este cúmulo de medidas, aún pendientes de agruparse en las tradicionales etiquetas para asustar y para adoptar, sólo cabe confiar en que los 4.200 millones de rebaja del techo de gasto no financiero que acaban de aprobarse no se traduzcan en recortes de gasto público en términos absolutos, tal y como defiende el ministro Cristóbal Montoro: "No habrá nuevos ajustes del gasto porque no son necesarios"... Pero el Plan Nacional de Reformas sí contempla 1.700 millones de rebaja adicionales para las autonomías en 2015.

Menos gasto y más recaudación

Pocas medidas van encaminadas a mejoras de la eficiencia. La mayoría redundan en reducción del gasto y cobro de servicios.

Copago asistencial. Se propone el pago de un euro por no asistencia a la consulta, por no retirada de pruebas, por cada consulta médica y por ir a Urgencias, así como aplicar el copago en transporte sanitario y crear un copago para las fecundaciones in vitro y los abortos.
Copago farmacéutico. Tasa de un euro por receta, diferenciando a pensionistas y ciertos crónicos. Copago efectivo en los fármacos de dispensación ambulatoria en hospital. Incremento al 20% del copago en ortoprótesis y dietéticos. Aumento del tope mensual de copago en fármacos.
Copago sociosanitario. Se propone trasladar a pacientes de larga estancia a centros sociosanitarios con copago asistencial.
Copago hostelero. Se pagaría por el párking de los hospitales y se establecerían tasas hosteleras por estancia en el hospital. Los centros públicos podrán alquilar instalaciones a la privada para recaudar.
Eficiencia. Evitar pruebas redundantes, incrementar la capacidad de resolución de las urgencias de primaria dotándolas de analítica y radiología, implantación de la receta electrónica y la historia clínica electrónica y doble turno en cirugía. Incremento de atención domiciliaria y consultas no presenciales de AP.
Centralización de compras. Creación de una agencia tipo NICE.
Financiación. Fondo especial para innovación altamente costosa. Fondo de reserva para compra de tecnología. Revisión del modelo de compensación por atención a desplazados de otras autonomías.
Cobertura. Financiación de un solo fármaco por subgrupo terapéutico (ver página 4). Revisión de la cartera de servicios. Regulación clara sobre la cobertura a inmigrantes.
Modelo. Desgravación fiscal a la contratación de seguros privados. Revisión de los contratos y conciertos con la privada.

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