Firmar un CI una semana antes de una vertebroplastia exime de culpa

Un juez ha eximido de responsabilidad a un cirujano al considerar que ofreció una puntual información sobre los riesgos y alternativas en una vertebroplastia. El fallo apunta que la paciente firmó el consentimiento informado con una semana de antelación.

Diego Carrasco. Madrid | 15/05/2017 13:20

Ramiro Urioste, abogado de DS Legal Group. (DM)

El Juzgado de Primera Instancia número 86 de Madrid ha absuelto a un cirujano porque su actuación tanto en la aplicación de la técnica como en la información facilitada a la paciente sobre los riesgos y alternativas en una vertebroplastia se ajustó a la lex artis. La sentencia subraya que la reclamante firmó el consentimiento informado (CI) "una semana antes de someterse a la intervención quirúrgica; tiempo suficiente para poder valorar su contenido y despejar con el cirujano todas las dudas que pudiera tener".

La paciente acusaba al médico de una actuación negligente por falta de información en una cirugía de cifoplastia con stent en la vértebra L1 con inyección de cemento óseo. Ello le produjo una lesión irreversible y secuelas permanentes. Además, consideraba que la intervención potencialmente tenía la posibilidad de aportar muy poco beneficio, para el riesgo que generaba. Como consecuencia de la existencia de cemento en el canal medular se hizo necesaria una segunda cirugía para su extracción, consistente en laminoctemía descompresiva y extracción del fragmento del cemento. Por todo ello, consideraba que la técnica utilizada por el cirujano era inadecuada.

De la prueba practicada, el juzgado madrileño entiende que en el CI firmado por la paciente consta como riesgos típicos de la cirugía: "Fuga de cemento hacia los espacios epidural o paravertebral y lesión de médula espinal o nervios con secuelas neurológicas que pueden ser irreversibles". Al final del documento aparece su firma en el apartado: "Consiento que se me realice la vertebroplastia". Dicho documento fue firmado siete días antes de la operación.

En este sentido, el magistrado comparte los razonamientos de Ramiro Urioste, abogado de DSLegal Group, que defendió al médico, al apuntar que "el tiempo de una semana es suficiente para valorar su contenido y despejar con el cirujano todas las dudas que pudiera tener sobre la operación".

Por otro lado, el fallo avala la actuación del facultativo ajustada a la lex artis, pues aplicó la técnica con "el cuidado y precisión exigible a las circunstancias y a los riesgos inherentes". El magistrado también aprovecha para criticar que el perito propuesto por la paciente "carece de la titulación médica relacionada con la neurocirugía, pues se trata de un experto en Medicina Legal y Forense". Además, "carece de citas bibliográficas y parece fundarse en tesis subjetivas para dar cobertura a la posición de la reclamante más que en una valoración imparcial de su actuación".