No es el modelo Alzira, pero se le parece
La fórmula que anunció ayer Ciscar se diferencia del modelo Alzira en que el sector privado no toma el control total del departamento sanitario (tanto hospitales como centros de salud)
Jaime Prats Valencia27 ABR 2012 - 22:22 CET
El vicepresidente del Consell, José Ciscar, se apresuró ayer a señalar que la nueva estructura sanitaria que presentó la Generalitat no es equiparable al modelo Alzira, que se estrenó en 1999 y que se ha extendido a Torrevieja (2006), Dénia (2006), Manises (2009) y Elche (2010).
Es cierto que no profundiza tanto en el impulso privatizador como lo hizo la fórmula de Alzira. El modelo que impulsó el Ejecutivo popular dirigido entonces por Eduardo Zaplana supuso una fractura total del sistema al desgajar parcelas de la red pública (primero solo un hospital, luego todo el departamento sanitario) para entregarlas íntegramente al sector privado. Es este caso, toda la actividad, tanto la sanitaria como no sanitaria, se encuentra bajo el control de la empresa adjudicataria.
El resultado de ello es que la Administración se desentiende totalmente de los cuidados de los habitantes del departamento sanitario (generalmente una comarca, unos 200.000 habitantes) a cambio del canon que paga a la empresa para que asuma los cuidados integrales de estos ciudadanos. Una década larga después de que se estrenara, el modelo ya se extiende a los cuidados sanitarios de un millón de valencianos.
La fórmula que anunció ayer Ciscar se diferencia del modelo Alzira en que el sector privado no toma el control total del departamento sanitario (tanto hospitales como centros de salud). Las empresas privadas solo asumen la parcela no asistencial, a falta de definir los detalles (ayer Ciscar planteó que los gestores privados podrán incentivar a los trabajadores).
A la vez que el presidente de la Generalitat ponía distancias con Alzira, comparaba el nuevo modelo con Suecia, “un país modelo por la defensa del Estado del bienestar”. La estructura sanitaria de Estado escandinavo, sin embargo, ha sufrido distintos vaivenes con la alternancia de los partidos socialdemócratas y conservadores. Los últimos movimientos en Suecia han ido encaminados a ceder mayor autonomía de gestión a los profesionales, como explica un especialista en sanidad internacional. ¿Se refería a ello el vicepresidente?
Es cierto que no profundiza tanto en el impulso privatizador como lo hizo la fórmula de Alzira. El modelo que impulsó el Ejecutivo popular dirigido entonces por Eduardo Zaplana supuso una fractura total del sistema al desgajar parcelas de la red pública (primero solo un hospital, luego todo el departamento sanitario) para entregarlas íntegramente al sector privado. Es este caso, toda la actividad, tanto la sanitaria como no sanitaria, se encuentra bajo el control de la empresa adjudicataria.
El resultado de ello es que la Administración se desentiende totalmente de los cuidados de los habitantes del departamento sanitario (generalmente una comarca, unos 200.000 habitantes) a cambio del canon que paga a la empresa para que asuma los cuidados integrales de estos ciudadanos. Una década larga después de que se estrenara, el modelo ya se extiende a los cuidados sanitarios de un millón de valencianos.
La fórmula que anunció ayer Ciscar se diferencia del modelo Alzira en que el sector privado no toma el control total del departamento sanitario (tanto hospitales como centros de salud). Las empresas privadas solo asumen la parcela no asistencial, a falta de definir los detalles (ayer Ciscar planteó que los gestores privados podrán incentivar a los trabajadores).
A la vez que el presidente de la Generalitat ponía distancias con Alzira, comparaba el nuevo modelo con Suecia, “un país modelo por la defensa del Estado del bienestar”. La estructura sanitaria de Estado escandinavo, sin embargo, ha sufrido distintos vaivenes con la alternancia de los partidos socialdemócratas y conservadores. Los últimos movimientos en Suecia han ido encaminados a ceder mayor autonomía de gestión a los profesionales, como explica un especialista en sanidad internacional. ¿Se refería a ello el vicepresidente?
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