El sector sanitario se muestra preocupado por la reforma y aboga por un cambio hacia la reindustrialización y la recuperación de la confianza

Madrid (27/04/2012) - Silvia C. Carpallo

Se presenta el Informe "Diez temas candentes de la Sanidad Española para 2012" de PwC, tras la publicación de un nuevo Real Decreto sanitario, en el que los expertos ven peligrar el futuro de la industria sanitaria, un aumento de la desconfianza de los profesionales, y la repercusión en la salud de los españoles a causa de la crisis, todo lo cual supone que "el Pacto por la Sanidad es imposible y está dinamitado"

"La Industria sanitaria no va a formar parte de la innovación, cada vez seremos más importadores, España necesita reindustrializarse". Así era como Julián García Vargas, ex ministro de Sanidad inauguraba el debate de "Temas candentes para la Sanidad Española para 2012", realizado en la presentación del nuevo informe de PwC, de mismo nombre, que propone dos agendas simultáneas, una de recortes y otra de reformas, donde se aborden temas como un plan de pagos para la deuda con los proveedores, un mayor esfuerzo en Salud Pública, una revisión de la cartera de servicios, modernizar el régimen de personal y de forma especial, proteger a las industrias de salud asentadas en España.

Precisamente sobre ese aspecto se centraba la intervención del presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, que insistía en que si la industria sanitaria es un sector estratégico, los responsables políticos deberían asignarles "retos estratégicos", como son conseguir mayores exportaciones, crear empleo, y crear valor para el país, pero en vez de eso, "somos los proveedores quienes están pagando el recorte en general", puesto que no podía dejar de mencionar que la nueva Reforma Sanitaria incide en disuadir en el consumo de medicamentos por lo que "la Industria Farmacéutica no sale indemne de nada". Por todo ello, y por el hecho que haber pasado por 4 Reales Decretos en dos años, en un sector en el que las inversiones son a 10 o 12 años, la inestabilidad llevará a que "por este camino no quedará ninguna industria nacional", más allá de mencionar que ya existen proyectos de desinversión de empresas extranjeras en España.

Repercusiones del nuevo RDL 16/2012 en el consenso

Precisamente sobre el RDL 16/2012 también hablaba Jesús María Fernández, viceconsejero de Sanidad del País Vasco, que explicaba que en la comisión previa al Consejo Interterritorial no se dio información sobre las medidas a tomar, y que durante el mismo se habló solo de algunas medidas, para después "encontrarnos un Real Decreto que va mucho más allá de lo hablado y que da la vuelta a las bases de la Ley General de Sanidad", causa por la cual "el Pacto por la Sanidad es imposible y está dinamitado". Distinta era la opinión sin embargo de Juan Abarca, secretario general del IDIS, que se mostraba una vez más favorable al Pacto pero sostenía que la Ley General de Sanidad "se ha quedado pequeña y caduca".

Por su parte, la secretaria general de Sanidad, Pilar Farjas, realizaba a modo de clausura un discurso defendiendo la necesidad de esta reforma "como respuesta a la demanda a que haya un compromiso valiente con el presente y el futuro de la Sanidad Pública", blindando así la Sanidad del ciclo económico heredado para seguridad de los ciudadanos.

Pese a ello, Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) declaraba que "no nos debemos de engañar, la crisis va a tener impacto en la salud de los españoles". Esta preocupación iba más allá, debido, en su opinión, a que por otra parte existen "unos niveles crecientes de inseguridad jurídica" que se traducen en la pérdida de confianza en las administraciones sanitarias por parte de pacientes y profesionales sanitarios, a los que sin embargo se les pide complicidad y sacrificio."Esperamos que hagan las cosas bien y no porque sí", alegando una vez más la necesidad de potenciar la profesionalización de la gestión de servicios sanitarios.

Otra gestión del gasto

La idea que parece constante, es que además de buscar recortes o "ajustes" para disminuir el déficit a corto plazo, hay que pensar en el futuro, buscando medidas de eficiencia y reformas en el sistema, sobre las cuáles cada uno tiene su punto de vista. Daniel Carreño, presidente de Fenin, abogaba por "más tecnología para gastar menos", ya que teniendo en cuenta que los precios y la cantidad adquirida de la misma, son mucho más bajos en comparación con Europa, "la tecnología es parte de la solución y no del problema". En contrapartida, Carlos Mas, presidente de PwC, recordaba en la inauguración del acto que en el aumento del gasto sanitario sólo un tercio se explica por factores demográficos, y los otros dos son más atribuibles al aumento del gasto en nuevas terapias y nuevas tecnologías.

"No podemos gastar porque no tenemos, el sistema no tiene dinero ni nadie que se lo preste", alegaba Boi Ruiz, consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, que defendía a su vez tomar un cambio de rumbo que pase por "un cambio conceptual del SNS". La idea es, por tanto, pasar de una Sanidad reactiva a una proactiva, es decir, "lo importante no es trasplantar más, sino tener menos insuficiencia renal", lo que supone un cambio de paradigma. En definitiva, tal y como explicaba García Vargas, "llevamos desde el Informe Abril hablando de reformas, y hemos perdido el tiempo, y ahora estamos haciendo las reformas de golpe".