“En Iberoamérica vivimos de crisis en crisis”
Santander (02-04/06/2012) - A. Villajos
Los presidentes de las sociedades iberoamericanas de Medicina General, presentes en el XIX Congreso Nacional y XIII Internacional de Medicina General y de Familia de la SEMG, cuentan a EL MÉDICO INTERACTIVO la situación de la AP en sus respectivos países y cómo está afectando la crisis mundial a sus sistemas sanitarios
Argentina
La Dra. María Susana Bresca, presidenta de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, comentaba, con respecto a los efectos de la crisis económica, que en Argentina "no es que haya una crisis en estos momentos, hay varias estructuras que viven en crisis, salen un poco de esa situación, vuelven a entrar... sobre todo, lo que genera crisis son los cambios políticos que no permiten la continuación de algunos proyectos y programas".
Si bien la Atención Primaria y la Medicina Familiar van lentamente ganando posiciones en Argentina, "no es la AP que nuestra Federación querría, ya que hoy no llega al 12 por ciento el número de médicos de familia del total de las especialidades, además quedan plazas de residentes sin cubrir, y esto es debido a que los sueldos son muy bajos y que en algunas zonas no hay una oferta laboral que sea acorde a la formación de un médico generalista, son en lugares muy alejados y con pocos incentivos".
Esta situación, apunta María Susana Bresca, "es siempre una crisis y una lucha permanente de nuestra Federación, y por eso es tan importante el apoyo de la Unión Iberoamericana y de los países que, a pesar de estar en crisis como España, siguen siendo pioneros y tienen esta fortaleza tan importante que es tener un primer nivel asistencial con una estrategia de AP tan establecida".
Sobre el sistema de formación de médicos residentes, la presidenta de la Federación Argentina de Medicina Familiar y General, aseguraba que va mejorando poco a poco. "Hace tres años, el primer ministro dio la potestad a nuestra Federación para acreditar y certificar residencias médicas. Antes lo hacía en cada lugar el colegio médico o bien especialistas pero no en Medicina Familiar. Hoy es nuestra Federación la encargada de ello, por lo que podemos decir que está en mejores manos el velar por la calidad de la formación". También, "poco a poco estamos incorporándonos en las universidades, lo cual es un gran desafío. Ya hay cuatro universidades en Argentina que tienen Cátedra de Medicina Familiar. Las Cátedras son una herramienta para potenciar la MF, el que se conozca en el pregrado cambia totalmente la mirada de los futuros médicos". En general, "en Argentina hay una falta de difusión de la especialidad, la carrera de pregrado es totalmente hospitalocéntrica, los alumnos se forman en su mayoría en los hospitales y no saben lo que es la AP".
Nicaragua
El Dr. Leonel Arguello, presidente de la Sociedad Nicaragüense de Medicina General, señalaba que en su país "vivimos de crisis en crisis, de las crisis económicas y de las crisis internas que nosotros mismo creamos". La crisis en la que está sumida España les afecta también, ya que nuestro país es el que más apoya a Nicaragua y la cooperación oficial se ha reducido más del 50 por ciento y la no gubernamental aún más.
Más que crisis, en estos momentos, "es un asunto de voluntad política, de querer hacer las cosas y de que los médicos participemos en las decisiones de cómo hay que hacerlas. Mientras en los sistemas de salud no se tenga en cuenta al médico, que es conocedor de la realidad y de la norma, el sistema de salud tiende a deteriorarse". En Nicaragua, por ejemplo, existe la ley del colegio médico "pero el Gobierno no ha permitido que el colegio nazca, no hay protección para el médico ni, por tanto, para la población. Además, la incidencia de las sociedades médicas "es mínima, tenemos muy poco peso, en la nuestra somos más de 1.000 afiliados y tenemos actividades durante todo el año, pero en otras como la de cardiólogos tiene sólo 25 afiliados, y la de neumólogos 24".
En Nicaragua, el presupuesto destinado a Sanidad no se ha incrementado en los últimos años, lo que indica que "la salud no va a mejorar a no ser que seas tremendamente eficiente, además, a la AP, que está muy bien distribuida geográficamente en el país, no se le da la importancia suficiente, ni se ha aumentado su capacidad de resolución. Esas cosas pueden conseguirse fácilmente, no es necesario más presupuesto sino un reordenamiento interno".
Según el Dr. Arguello, la población nicaragüense sigue viendo el hospital como el lugar en el que curarse. "Es el mensaje que el gobierno transmite, y tendría que ser exactamente lo contrario, lo correcto es que la gente acuda a Atención Primaria, el problema que llega al hospital será por un fracaso de la AP o porque se le esté exigiendo algo que está fuera de su nivel y se requieran exámenes especializados, una cirugía... La AP, que demostró desde los 80 en Nicaragua que mejora enormemente la salud, está decayendo en ese sentido a pesar de que físicamente está ubicada".
Por otro lado, el médico nicaragüense no ha mejorado su situación, "seguimos con salarios bajos y las oportunidades de formación son básicamente nuestra Sociedad, con el apoyo de la SEMG, si no, no se tiene acceso a formación médica continuada".
En relación a la formación de los futuros profesionales, en Nicaragua "hay dos universidades públicas; universidades comunitarias en el Mar Caribe, con población indígena y afrodescendiente, que tiene otras características culturales y por ello también una carrera adaptada a sus creencias, un poco diferente a la Medicina que se vive en el resto del país; y universidades privadas, algunas buenas pero la mayoría bastante deficientes". Al no haber colegios de médicos, señala el Dr. Leonel Arguello, "no hay un control de la formación, las universidades, tanto públicas como privadas, una vez que son autorizadas no son controladas por nadie". Desde la Sociedad "estamos planteando que el estudiante de Medicina no está saliendo con la calidad que se requiere y que la población merece. Estamos tratando de mejorar eso, promoviendo que los decanos de las diferentes facultades de Medicina se junten, dialoguen y traten de poner la calidad como el eje fundamental".
México
"Nosotros hemos tenido crisis toda la vida, puede haber agudizaciones, pero siempre estamos así". De esta manera se expresaba el Dr. Arturo Blas Sánchez, presidente de la Asociación de Médicos Generales del Valle de México. "La crisis nos afecta, sobre todo, en los planes que quedan inconclusos cuando se produce un cambio de gobierno, lo que provoca que se pierda mucho dinero". Otros problemas a los que se enfrentan son a las limitaciones en el presupuesto, que, según señala, en el mes de septiembre ya está agotado; o las plazas, que van quedando vacantes y no son cubiertas por otros especialistas...
Un aspecto positivo que atañe a la Medicina Familiar es que en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México "tenemos desde hace tres o cuatro años la Cátedra de Medicina Familiar, lo que ha hecho que los alumnos se interesen por ser médicos generales, cosa que antes no pasaba. La situación está cambiando un poco aunque no es lo que se debe esperar".
Otra fuerte impulso para la MF en México, tal y como señala el Dr. Sánchez, sería "que pongamos en práctica el darnos la importancia debida, el médico general tiene un panorama muy amplio, sabemos de todas las especialidades...".
República Dominicana
Por su parte, el Dr. Rafael Pimentel, presidente de la Sociedad Dominicana de Médicos Generales, ahondaba en la complicada situación de la AP, que a pesar de que en 2001 se crearon la ley general de salud y la ley de seguridad social, no está establecida en el país, para lo que "se necesitaría una reestructuración completa del sistema". "Para el gobierno es más conveniente que los enfermos vayan al especialista y paguen una gran cantidad de dinero directamente de su bolsillo, antes de que acudan a la AP, donde pagarán quizá un copago menor que lo que se le daría al hospital".
Con respecto a la formación de médicos residentes en República Dominicana, "ha aumentado la oferta de plazas, de 300 a 500, pero sin saber cómo se van a cubrir". Como en Argentina, unos de los problemas que se plantea es que los residentes prefieren ir a las grandes ciudades para trabajar en clínicas y no cubrir plazas de zonas rurales y más alejadas, y sin incentivos".
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