RECOMENDACIONES | Sociedades científicas
Listas para saber qué no hacer en medicina
Una enfermera prepara una inyección. | EL MUNDO
- Los médicos elaboran listados para eliminar las prácticas innecesarias
En tiempos de crisis suelen florecer las iniciativas más interesantes y necesarias. Una de las más llamativas en el campo de la Medicina es la campaña 'Choosing Wisely' (Elegir Sabiamente), que nació en EEUU para tratar de desterrar de las consultas las prácticas innecesarias o cuyos beneficios no estén lo suficientemente sustentados por la ciencia.
Desde su creación en 2011, numerosas sociedades médicas se han unido y adscrito a su objetivo, que es simple, pero muy útil: crear listas de cinco ítems por cada especialidad médica en la que se enumeren procedimientos que o ayuda al paciente y que, incluso en último extremo, pueden llegar a dañarle.
Con estas listas, subrayan los impulsores del proyecto, todos ganamos. Porque no sólo sirven para mejorar la atención al paciente, sino que también contribuyen a la disminución del gasto sanitario. Según las estimaciones que manejan, las intervenciones cuyos beneficios no están lo suficientemente probados, alcanzan hasta un 20% de la inversión sanitaria en EEUU.
Los últimos en hacer pública su lista particular han sido los especialistas estadounidenses en Medicina Hospitalaria, tanto en atención pediátrica como de adultos. Y estas son sus recomendaciones:
En el ámbito pediátrico
- No realizar radiografías de pecho en niños que presenten asma o bronquiolitis. Esto tiene el potencial de disminuir los costes, reducir la exposición a las radiaciones y minimizar el abuso de antibióticos debido a falsos positivos.
- No usar broncodilatadores en niños con bronquiolitis porque estos agentes tienen mínimo o ningún efecto.
- No usar corticosteroides sistémicos en niños menores de dos años con infección de las vías respiratorias bajas porque esta terapia es potencialmente dañina y no proporciona beneficios.
- No tratar el reflujo gastroesofágico en niños de forma rutinaria con terapias como los inhibidores de la bomba de protones. Varios estudios han señalado que este tratamiento no es más efectivo que un placebo y puede acarrear efectos adversos.
- No usar la oximetría de pulso de forma rutinaria en niños con enfermedad aguda respiratoria a menos que necesiten un aporte de oxígeno. Monitorizar de forma continua la saturación de oxígeno en niños hospitalizados con bronquiolitis puede llegar a un sobrediagnóstico de hipoxemia y a aumentar la duración de la hospitalización.
En Adultos
- No colocar de forma rutinaria catéteres urinarios (sondas)
- No prescribir fármacos como profilaxis frente a las úlceras por estrés a menos que el paciente esté en riesgo de padecer complicaciones gastrointestinales
- Evitar las transfusiones de glóbulos rojos en función de niveles arbitrarios de hemoglobina o hematocrito y si no hay síntomas de enfermedad coronaria activa, insuficiencia cardiaca o ictus.
- No establecer una monitorización continúa por telemetría fuera de la unidad de cuidados intensivos sin usar un protocolo establecido.
- No realizar repetitivas analíticas en una situación de estabilidad clínica.
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